Las dimisiones y la «incertidumbre» obligan a la jueza a suspender al Consejo del Racing
El auto dictado por la magistrada confía el timón del club a los administradores, tras la renuncia de Ortiz, Burgués y Muñiz a sus cargos de consejero
SANTIAGO VELASCO
Viernes, 23 de diciembre 2011, 03:02
María del Mar Hernández, titular del juzgado de lo Mercantil número 1 de Santander, confirmó en la jornada de ayer -como ya adelantó este periódico- la «suspensión del ejercicio de facultades de administración y disposición» del Racing sobre su patrimonio para otorgárselas a «la administración concursal». El abogado Alejandro Alvargonzález, el funcionario de la Agencia Tributaria Ramón Camarena y el economista Santiago Ruiz-Asenjo toman las riendas de la entidad ante la «incertidumbre» que genera «la inexistencia de un consejero delegado u otro apoderado que pueda representar a la entidad concursada» y, como segundo argumento, por «el riesgo racional de que no llegue a constituirse un Consejo de Administración». Es decir, «que no pueda funcionar ordinariamente como consecuencia del rechazo al nuevo nombramiento por parte de alguno de los designados».
Así, y después de estudiar la petición que los administradores concursales suscribieron el pasado martes en el Juzgado, para la magistrada Hernández ha resultado fundamental la cadena de dimisiones vivida en la nueva dirección del club a la hora de tomar la decisión de «suspender» las facultades del Consejo recién elegido para concedérselas a Alvargonzález, Camarena y Ruiz-Asenjo. La sentencia no es firme y el Racing puede interponer un recurso de reposición en el plazo de cinco días.
Tras la convulsa Junta General de Accionistas celebrada el pasado domingo, la jueza ha tenido muy en cuenta el desgobierno causado en el nuevo nuevo Consejo de Administración propuesto por el enviado de Alí Syed, Weber Horst, tras las dimisiones de, primero, Fernando Ortiz, después, Fernando Burgués y, finalmente, Ramón Muñiz. Después del 'linchamiento' al que fueron sometidos tras aceptar el cometido perfilado por Francisco Pernía en la tarde del sábado, el papel que ha jugado en el proceso su definitiva renuncia, ha resultado fundamental para que los administradores cuenten acualmente con el timón del club.
Fue tras una reunión mantenida en la mañana del pasado martes cuando Alvargonzález, Camarena y Ruiz-Asenjo decidieron trasladar a la magistrada la petición de la «suspensión de facultades» del nuevo Consejo del Racing. Todo ello motivado por tres argumentos principales. En primer lugar, el rechazo a su nombramiento por parte de algunos de los consejeros propuestos. En segundo lugar, debido a lo «previsible» de que el nuevo órgano «no se constituya» o tenga «dificultades para funcionar ordinariamente» -destacando la inexistencia de un consejero delegado con facultades legales de representación de la concursada-. Y, finalmente, de acuerdo a la «inestable situación» del accionariado como consecuencia de las reclamaciones judiciales planteadas.
El club presentó alegación
Tras la petición de los administradores, la jueza expidió un plazo de un día para que el Racing pudiera presentar las oportunas alegaciones, lo que desató las irónicas confabulaciones del racinguismo, que se preguntaba quién de los supervivientes del insólito Consejo -en el que para entonces sólo resistían Alí, su primo, Weber Horst y 'Harry Lavín'- sería el encargado de asumir la decisión de recurrir la providencia emitida por la magistrada del Juzgado.
Los abogados del club, pero a través de la procuradora, acabaron por registrar un escueto documento formal, a eso de las 14.15 horas del miércoles, en el que manifestaron la legalidad de los acuerdos tomados en la Junta General. En el escrito alegaron que, con el voto favorable de más del 99% del capital social, la Asamblea del club verdiblanco procedió al nombramiento de un nuevo Consejo de Administración «sin que les conste -por ello- que no sea posible la constitución» de dicho órgano.
La magistrada decide
Una vez recibida la petición y las alegaciones, María del Mar Hernández apenas invirtió 24 horas en resolver. En su auto destaca que, en los concursos de acreedores solicitados de forma voluntaria -como ocurre en el caso del Racing- lo habitual es que la empresa conserve las facultades de administración y disposición. El hecho de tratarse de un club deportivo que compite en la Liga de fútbol profesional aconseja, en mayor medida, que el gobierno económico de la entidad continúe en manos de sus responsables, y únicamente bajo la supervisión de los administradores concursales. Sin embargo, y dado el 'sainete' vivido en los últimos días, la jueza cree que las circunstancias que atraviesa en estos momentos el Racing justifican lo contrario. Es decir, retirar a la entidad esas capacidades y encomendárselas a la administración concursal.
En todo caso, Hernández deja claro que esta decisión no conlleva una modificación de la decisión adoptada por la Junta, ni una alteración de la voluntad mayoritaria de los socios. Es decir, la medida no impide que se constituya el nuevo Consejo, lo que hace es suspenderle de sus capacidades.
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