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Estado en el que quedó el vehículo en el que viajaban los jóvenes y que los bomberos de Valdáliga y Torrelavega ayudaron a retirar de la calzada. / DM
CANTABRIA

Consternación en Comillas y Alfoz de Lloredo por la muerte de tres jóvenes en accidente de tráfico

Dos coches chocaron de frente y la Guardia Civil lo achaca al exceso de velocidad de uno de ellos La edad de los fallecidos, que viajaban en el mismo vehículo, oscila entre los 14 y los 20 años

TEODORO SAN JOSÉ

Martes, 28 de julio 2009, 12:08

Los vecinos de los municipios de Comillas y Alfoz de Lloredo aún lamentan las consecuencias del trágico accidente de tráfico habido a las 01:30 horas de ayer en la variante de Comillas, que se cobró la vida de tres jóvenes y en el que resultaron heridas otras tres personas más. Los fallecidos, ocupantes de uno de los dos vehículos implicados en la colisión, fueron el conductor M. A. O, de 20 años, natural de Comillas; C. T. P., de 14 años, una veraneante con residencia en Comillas, y E. D. U. M. de 18 años, vecino de Cóbreces.

Una cuarta ocupante de ese vehículo, L. E. R, de 17 años, de Madrid, y el matrimonio que viajaba en el otro coche, José Manuel Bustara y Milagros Palencia, vecinos de Novales, resultaron heridas de diversa consideración, más graves en el caso de la primera.

Era alrededor de la una y media de la madrugada de ayer, lunes, cuando un Peugeot 206, con cuatro jóvenes a bordo, y un Nissan Primera, ocupado por un matrimonio de 53 años, chocaron de manera 'frontolateral', según el parte de la Guardia Civil.

Unos minutos antes, los jóvenes se habían despedido de otro grupo de amigos en la zona de ambiente de Comillas anunciando que se dirigían a Oyambre y con intención de regresar enseguida: «En media hora volvemos», se despidieron.

Al parecer, los jóvenes habían tomado la variante de Comillas desde el cruce del camping en dirección a Oyambre, mientras que el vehículo en el que viajaba el matrimonio acababa de dejar la rotonda próxima al puerto y se dirigía por esa misma circunvalación en dirección a su domicilio en Novales. Justo en el kilómetro 22,8 de esa carretera, en la denominada 'curva de Sánchez', por detrás del cuartel de la Guardia Civil de Comillas, chocaron los dos vehículos. Según parece, el coche en el que viajaban los jóvenes circulaba a una velocidad excesiva, invadió el carril contrario, chocó contra el vehículo que venía de frente y al final acabó de costado contra el muro de una finca.

El golpe fue de tal virulencia que dos de los ocupantes prácticamente fallecieron en el acto; un tercero quedó muy malherido, y a pesar de la rápida intervención de los efectivos sanitarios del 061, sus maniobras por reanimarle resultaron infructuosas, muriendo pocos minutos después del accidente. La cuarta ocupante salió despedida del vehículo; los servicios médicos lograron mantener sus constantes para trasladarla hasta el hospital torrelaveguense de Sierrallana, donde, a su vez fue estabilizada y remitida a Valdecilla.

Entre tanto, el matrimonio ocupante del otro vehículo había resultado herido de diversa consideración. El marido, de 53 años, tenía rotas varias costillas, mientras que su esposa presentaba diversas magulladuras en pecho y cabeza; afortunadamente su estado externo no presentaba la gravedad de los otros implicados en el accidente. Ambos fueron trasladados hasta Sierrallana, donde quedaron ingresados.

Pocos minutos después del accidente, la noticia del siniestro se adueñó de la noche de Comillas y numerosos jóvenes, muchos de ellos amigos y conocidos de los fallecidos, se dirigieron hasta el lugar del accidente, entre ellos los amigos de los implicados, aún preocupados por la tardanza de su retorno.

A la vez que en Comillas, donde los dos jóvenes eran bien conocidos -el conductor trabajaba en las obras del Seminario y la joven veraneante de 14 años, nieta de una conocida vecina de la plaza del Corro- la consternación y el dolor se trasladó hasta Cóbreces y su municipio, Alfoz de Lloredo, de donde eran uno de los fallecidos y dos de los heridos. Ambos ayuntamientos, en señal de luto, han mandado ondear a media asta sus símbolos con crespones negros hasta la jornada de los funerales, y sus alcaldes han trasladado sus condolencias a familiares y amigos.

Ayer, los velatorios de Villapresente y Comillas, donde se depositaron los cadáveres, fueron un incesante goteo de muestras de dolor y pesar.

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