El Gobierno cántabro anuncia el pago de toda la deuda sanitaria

"Ya no existe deuda sanitaria en los cajones". Con esta frase ha zanjado el Gobierno regional esta mañana una de las principales controversias políticas en lo que lleva de mandato, y el asunto económico al que ha conferido más importancia para explicar los apuros que atraviesa el erario público. Los alrededor de 250 millones de euros que el Ejecutivo dijo haber encontrado "ocultos en cajones" (sin consignar en la contabilidad oficial), y que respondían a impagos a proveedores de centros sanitarios, son historia. Ya están pagados. Así lo ha anunciado esta mañana el director general de Tesorería, Rafael Gutiérrez, al dar parte ante los medios de comunicación de cómo avanza el Mecanismo Extraordinario de Pago a Proveedores.

Dicho mecanismo es el sistema habilitado por el Gobierno central para que las comunidades autónomas y ayuntamientos salden sus deudas con pequeñas empresas, autónomos y grandes contratistas. Y para que, una vez puesto a cero el contador, empiecen a pagar con demoras máximas de mes y medio o dos meses, según regula la legislación. Cantabria tenía pendientes 93.600 facturas de 1.810 proveedores y por un importe conjunto de 330 millones de euros, de los que "240 millones" eran de empresas sanitarias. En el primer plazo para que los acreedores se adhirieran al mecanismo de forma voluntaria, la Administración regional ha recopilado, aprobado, trasladado a la Agencia Estatal de Administración Tributaria, y finalmente recibido el visto bueno a demandas de cobro por un total de 315 millones de euros. Y calcula que otros cinco o seis millones se encuentran en trámite . Todos los afectados que se adhieran finalmente habrán recibido su dinero en junio.

Gutiérrez ha destacado dos aspectos. Por un lado, el volumen del dinero que se pone en circulación, que permitirá que los proveedores paguen a terceros a los que a su vez adeuden, o que simplemente saneen sus cuentas, "sobre todo los autónomos y las pymes". 315 millones equivalen "al 2,4% del PIB regional", ha subrayado para calibrar el asunto. Y, además, el Gobierno de Ignacio Diego termina así con una suerte de perversión contable de la administración: "No va a haber más financiación impropia del Gobierno de Cantabria a través de sus proveedores. A partir de ahora nos financiaremos a través de los bancos, como cualquier empresa", ha subrayado el director general.

Lógicamente, el dinero del mecanismo extraordinario habrá que devolverlo, pues precisamente se reintegra mediante acuerdos con entidades bancarias, que regula un préstamo concedido por el Estado a las regiones y ayuntamientos bajo un interés del 5%. Así, Cantabria tendrá dos años de carencia antes de empezar a devolver el principal del préstamo (periodo en el que solo reembolsará los intereses) y luego ocho años para pagar el grueso de la deuda. "Unas condiciones inmejorables", según Gutiérrez.