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Fernando Diestro y Óscar Gómez Morante escenifican la reintegración. Al fondo, dos directivos de la FEB, Hoyos y de la Torre.

La Federación Cántabra pone fin a cinco años de cisma y aprueba su regreso a la Española

La Casa del Deporte sirvió ayer de sede para una asamblea histórica en la que el bolo palma decidió poner fin a cinco años de escisión federativa

ASER FALAGÁN

Domingo, 8 de junio 2014, 09:07

Ha costado más de un lustro, el tiempo que suman un año largo de desencuentros y cuatro y medio de escisión efectiva (desde el 18 de diciembre de 2009), pero los bolos recuperaron ayer la normalidad tras una asamblea extraordinaria en la que la Federación Cántabra aprobó la moción del reencuentro. O, lo que es lo mismo, su solicitud formal de reintegrarse en la Española.

Con una mayoría abrumadora de 32-0, los asambleístas aprobaron ayer en el salón de actos de la Casa Deporte la propuesta y consiguiente modificación estatutaria que permitirán su regreso a la FEB. Y lo hicieron en presencia del nuevo presidente del organismo nacional, Óscar Gómez Morante, que quiso estar en Santander para escenificar su política de manos tendidas y apoyar expertamente al bolo palma y a la directiva de la FCB en una fecha histórica para el deporte autóctono.

Morante ocupaba un lugar de privilegio en la mesa presidencial junto al máximo responsable de la Federación Cántabra, Fernando Diestro, pero no fue el único representante del nuevo equipo de la FEB que acudió a la cita. En el salón de actos estaba un histórico del bolo palma como Tinín García, emblemático jugador de la Peña Madrileña y recién nombrado vicepresidente de la FEB, cargo que ya ocupó en otra época, mucho antes del cisma.

Las numerosas ausencias (faltaron nada menos que 18 asambleístas) no deslucieron una cita con tintes históricos y afectivos en la que Diestro estuvo acompañado por su vicepresidente, José Ángel Hoyos, y el secretario de la que en menos de un mes volverá a ser una territorial de la FEB, Ángel Cañizal.

El consejero de Educación, Cultura y Turismo, Miguel Ángel Serna, y el director general de Deportes, Javier Soler, también ocuparon lugares de privilegio en la reunión que escenificó la reconciliación Bolística. Lo hacían en representación de un Gobierno de Cantabria que ha tratado de encauzar el espinoso proceso de cisma federativo y que ayer no ocultaba su satisfacción por el regreso del bolo palma a la disciplina de la Federación Española, con todo lo que tiene de retórico.

Después de la pertinente votación, en la que se aprobaron por aclamación el reingreso en la FEB y la modificación estatutaria necesaria para hacerla efectiva, los miembros de la asamblea celebraron con un sonoro aplauso el final de una larga travesía del desierto. Y todo pese que a sin menospreciar las muchas dificultades que provocó la escisión, la situación ha tenido también una vertiente positiva para el bolo palma, que ha acreditado su capacidad más que sobrada para gestionar en solitario cualquier actividad.

De hecho, la experiencia de los últimos años hace más valiosa la reconciliación, porque tras acreditar su rigor organizativo y comprobar que la secesión no ha afectado en absoluto a su actividad, los bolos demostraron su voluntad de llegar a acuerdos, recuperar el Campeonato de España unificado y volver a la disciplina de la FEB por convencimiento, y no como consecuencia de una necesidad.

Pero falta aún un paso. Después de que la solicitud fuera aprobada por unanimidad por los 32 asambleístas presentes en la cita (sobre los 5O que integran el órgano), ahora la comisión delegada de la Federación Española se debe reunir dentro de tres semanas para certificar el reingreso del bolo palma, con lo que a finales de este mes de junio o, en el horizonte más lejano posible, no más tarde de julio, la Federación Cántabra de Bolos volverá a ser una territorial.

Más allá que cualquier duda o trámite, lo que resulta ya evidente es que los bolos han recuperado la normalidad institucional y deportiva al final de un proceso que parecía eterno y se había intentado reencauzar sin éxito al menos en dos oportunidades anteriores.

Encuentros y desencuentros

Antes de proceder a la votación, Diestro recordó el largo proceso de desavenencias que desembocó en la escisión de la Federación Cántabra y los infructuosos esfuerzos que desde 'Madera de Ser' se impulsaron casi desde el primer momento para recuperar la normalidad: «Fueron años de reuniones, acuerdos incumplidos, propuestas que no llegaban a buen fin y acuerdos que el anterior presidente de la Federación Española -José Luis Boto, cuyo nombre evitó siempre pronunciar- incumplía».

Con un discurso por lo demás muy integrador en el que quiso «agradecer a todos los que han puesto de su parte para intentar arreglar el problema», el presidente de la Cántabra tuvo un recuerdo especial para el anterior Ejecutivo, el primero en abrir conversaciones para intentar terminar con el cisma, y para el actual, del que destacó sus esfuerzos e intermediación en las reuniones mantenidas ante el Consejo Superior de Deportes y el Parlamento de Cantabria».

Aunque en aquel momento «no se consiguió nada, porque no se atisbaba siquiera voluntad de la otra parte en arreglar las cosas, los azares de la vida llevaron a que de repente los problemas de la FEB obligaran a dimitir a su presidente y se abriera una nueva vía». Según explicó, en ese momento «se suspendieron las conversaciones y entró en escena el nuevo presidente, partidario de la reunificación no solo del bolo palma, sino de todas las modalidades».

Por último, Diestro invitó a retomar la actividad sin rencores, aunque también dejó claro un mensaje: que la experiencia de estos cinco últimos años sirva para que no vuelva a producirse una situación similar.

Abascal, contundente

El sentir del bolo palma lo resumía bastante bien el presidente de Riotuerto (y vicepresidente de la Apebol), José Antonio Abascal, que una vez aprobada la reintegración, que él mismo votó a favor, pidió la palabra para hacer balance de estos difíciles cinco años: «Todos los que hemos formado parte de la asamblea de la Federación Cántabra hemos compartido la vivencia de un tiempo histórico para nuestros bolos, unos años donde incluso nos vimos obligados a tomar la dolorosa decisión de salir de la Federación Española para defender la autonomía de nuestros bolos y defendernos de quienes pretendían secuestrar nuestra voluntad y la dignidad de nuestra federación».

En una línea muy contundente, Abascal habló de un «capítulo negro de la historia de los bolos» ya superado «gracias al compromiso demostrado por la asamblea para defender nuestra libertad y la dignidad de los bolos entendidos como un especial símbolo de nuestra identidad que recibimos en herencia de nuestros antepasados».

«Ahora se abre un nuevo escenario, pero no quiero cerrar esta etapa que he vivido con tanta intensidad sin que se me oiga decir que me siento muy orgulloso de haber formado parte de esta asamblea durante estos cinco últimos años», concluyó el de La Cavada.

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