Alonso y Massa buscan una paz perpetua antes de otra batalla
Los dos pilotos frenan el ímpetu de los periodistas y no se salen de la senda marcada por su equipo
JOSÉ CARLOS J. CARABIAS
Viernes, 2 de abril 2010, 02:24
Cuatro y media de la tarde. Sol y un bochorno asfixiante que precede a una tormenta-diluvio. Poca actividad por el paddock en un jueves tradicional de F-1. Muchas ruedas de prensa y ningún coche que esparza decibelios por la estancia, salvo los que proyecta el vehículo de seguridad. El campo base de Ferrari concita a esa hora la atención de los medios. Habla Alonso y, después, Massa. Cuando se cruzan por el pasillo que forma la tropa de periodistas, se saludan con cierto afecto. Alonso aprieta los hombros del brasileño y éste palpa los lomos del español. Otro gesto de cohabitación que, aunque mínimo, resume el estado de las cosas. Ferrari y sus pilotos buscan la paz perpetua, pese a que en el ambiente se anuncia pelea.
Alonso lleva grapado el espíritu de Madonna en el equipaje. El buen rollo de la pretemporada en la estación invernal, trasladado al campo de batalla. Aquellos días dijo rotundo en conversaciones privadas, lejos de micrófonos, que «en Ferrari no me va a pasar lo de McLaren, seguro». Y en ello sigue.
El español ha cautivado en Ferrari por dos cualidades que ya se escuchan con cierta frecuencia en su sede. Implicación y determinación. Y esa firmeza personal para mantener una idea desde el primer momento ha evitado giros innecesarios. Gusta en Ferrari esa postura de persistencia. Tanto que ayer, estilo latino a todo o nada, un día arriba y al siguiente en la cloaca, una pregunta oscilante saludó a Alonso en el turno italiano. «En Italia ya se te ve como un fenómeno que ha cohesionado Ferrari». «No -cortó el español-. Lo que pasa es que Ferrari siempre tiene una repercusión extraordinaria, pero no ha cambiado nada en mi comportamiento. Hago las cosas siempre de la misma manera».
Imbuido del individualismo recalcitrante, Alonso ha adoptado una actitud en calma respecto a Massa. «No intenté adelantarlo en Australia porque no es lo mismo pasar a un compañero de equipo que a otro. Veremos como actúo si se dan otras situaciones de carrera. En Renault tampoco había estatus de primer y segundo piloto». Y vuelta al mensaje: «El equipo está siempre por encima de los pilotos».
Subió Massa al estrado y los cuchillos sobre su cabeza. «¿Hubo juego de equipo en Australia, eh?», quieren saber los italianos. «¿Qué juego de equipo? -replica Massa, presuntamente ofendido al entender que Alonso le perdonó la vida-. Cada uno intentó hacer su carrera y mantener su posición. No hubo juego de equipo». El brasileño se percata de la respuesta árida y suaviza el tono. «Estoy contento de cómo van las cosas con Fernando. No hay ningún problema y vamos en la misma dirección».
Suspensiones y denuncias
Del resto, observación y polémica. Lo último, las suspensiones del Red Bull. El coche siempre mantiene la misma altura, con o sin gasolina. McLaren lo ha denunciado como respuesta a la primera demanda de Red Bull, que consiguió que modificasen los difusores de los coches ingleses. McLaren y Red Bull se han enzarzado, mientras Ferrari permanece atenta y observando.
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