Comillas tira la toalla con Fuente Real y busca alternativas para no perder el dinero
El Ayuntamiento se rinde ante el rechazo popular y los informes de Patrimonio en contra del proyecto para remodelar la plaza de acceso al Capricho de Gaudí
Después de revolver Roma con Santiago, el Ayuntamiento de Comillas ha tirado la toalla y no remodelará la plaza de Fuente Real que da acceso ... al Capricho de Gaudí. La alcaldesa de la villa, Teresa Noceda (PRC), ha informado de que el proyecto, que forma parte de una de las líneas de actuación del Plan de Sostenibilidad Turística, «ha sido desestimado» por el momento, es decir, que no se llevará a cabo. En su lugar, el Ayuntamiento está buscando alternativas para invertir el dinero que se iba a destinar a esta actuación, proveniente de los fondos europeos.
El planteamiento para rehabilitar el área, que ha traído cola desde que fuera presentado ante los vecinos en mayo de 2024, se chocó desde el principio con la oposición ciudadana y las trabas de la Dirección General de Patrimonio, que cuestionaba varios aspectos del plan de actuación. Con todo, lo que más ha enrocado a las partes implicadas –Administración local y regional– es lo relativo a la conservación, o no, del antiguo depósito de agua que lleva en la plaza desde tiempo inmemorial y que el equipo de gobierno (PRC-PSOE) pretendía eliminar. A lo largo de todo este tiempo, el Ayuntamiento y la Consejería de Cultura se han intercambiado documentos en los que justificaban sus correspondientes posturas sin lograr un acercamiento. Si los primeros decían que el depósito en sí no tenía valor alguno, los segundos defendían lo contrario.
El último capítulo de esta disensión se produjo cuando desde el Consistorio anunciaron su intención de judicializar el conflicto tras elevar la queja a la Consejería de Cultura, a la que solicitaban la anulación del requerimiento de Patrimonio que impedía la ejecución del plan previsto. Hay que decir que sin su aprobación –la de Patrimonio– la actuación no se podía ejecutar tal y como había sido concebida. El gobierno local introdujo algunas modificaciones en el proyecto que desde la dirección general consideraron insuficientes. La conservación de la infraestructura hidráulica de Fuente Real era irrenunciable para el Ejecutivo regional. El Consistorio solicitó entonces –y pagó– a un arquitecto para que realizase un estudio sobre el verdadero valor histórico del conjunto, pero cuando quiso presentarlo ante el órgano pertinente ya se había pasado el plazo para alegar. Como consecuencia, la Dirección General declaró desistido el procedimiento.
Con todo, el equipo de gobierno no se pronunció entonces sobre cuál sería su próxima jugada, pero sí lo hizo días atrás tras ser consultado por este periódico. «Vamos a buscar otra alternativa en la que invertir los fondos que se iban a destinar a esta actuación», aseguró la regidora, consciente de que «modificar el proyecto nos llevaría demasiado tiempo y no llegaríamos a cumplir los plazos que establece el organismo europeo». Así que por lo pronto, la plaza de Fuente Real se queda tal y como está.
Problemas
La anulación del plan perjudica, sobremanera, al recurso turístico por excelencia de la villa modernista, el Capricho de Gaudí, cuyo acceso resulta paradójicamente complicado. Los visitantes entran al complejo artístico tras atravesar la polémica plaza, donde la circulación de vehículos y peatones resulta caótica en época estival. Solucionar esta cuestión y modernizar la zona, con materiales integrados en el entorno en base a una reforma integral, era uno de los objetivos del proyecto que finalmente no se acometerá. No al menos ahora. «Tenemos que sentarnos y decidir qué hacemos», insistió la alcaldesa. La alternativa se ha de diseñar en el menor tiempo posible para que sea factible desde el punto de vista del cumplimiento de los plazos. De otro modo, Comillas perderá una parte de los fondos del Plan de Sostenibilidad Turística.
Los conservacionistas ganan la batalla sobre la reforma de la plaza
La Asociación para la Conservación del Patrimonio y la Naturaleza de Comillas ha liderado el movimiento en contra del proyecto para cambiar Fuente Real. Aunque manifestaban estar de acuerdo con la mejora del entorno, se han opuesto desde el principio a la eliminación de infraestructuras que consideraban seña de identidad de la villa comillana, como es el mencionado depósito de aguas. Los integrantes de este colectivo han denunciado también la tala de los famosos castaños del Corro.
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