Cantabria resiste a más de 40 grados

El que haya venido este fin de semana al Norte buscando fresco se ha llevado un chasco. A lo largo y ancho de Cantabria, los termómetros urbanos compitieron ayer en un ranking achicharrante y, al final, el récord se lo llevó Selaya, con 47º al sol, la máxima de un día sofocante que dejó otros marcadores para la historia meteorológica del año: 45º en un Potes con las calles desiertas, 42º en Arenas de Iguña en plena carrera ciclista o 40º en Castro con las casetas de feria vacías.

En algunos pueblos, a pleno sol se estuvo más cerca de los 50º que de los 40º, una sensación algo engañosa si se tiene en cuenta que nadie está todo el tiempo ni al sol ni a la sombra que sirve de referencia para tomar las temperaturas oficiales, y que son sensiblemente más bajas. Éstas no dejaron de ser, sin embargo, muy altas, pues según el resumen de las máximas, recogido por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ayer se alcanzaron los 36,7º en Tama (Cillorigo de Liébana), 36,4º en Villacarriedo, 36,1º en Valderredible y 35,8º en Santander.

Emergencias médicas

Con este panorama, los golpes de calor dejaron de ser hegemónicos del Sur y también han llegado hasta Cantabria. El 112 confirmó ayer siete casos con los síntomas de esta emergencia médica, que puede llegar a ocasionar graves daños en el organismo. Fueron atendidos por golpe de calor una mujer que se desmayó en la playa de Ostende (Castro Urdiales), otra en Oyambre (Valdáliga), una joven en el monte Cerredo de Islares, dos personas más en Laredo, un hombre en el casco urbano de San Vicente de la Barquera y otro en un restaurante de Santander.

El 112 también prestó asistencia a seis personas que realizaban una ruta de alta montaña en Guriezo y que comenzaron a sentirse mal, aunque no se ha confirmado que padecieran un golpe de calor como tal, igual que la docena de desmayos y lipotimias que la DYA ha contabilizado en las playas de Castro.

Ayer el calor, el cielo azul y el viento sur llenaron las playas, con un mar aún algo fresco (entre 18 y 20º) y un índice de radiación ultravioleta (UVI) de 9, todavía algo menor que en otras zonas de España, donde ya se ha superado el 11.

Y todo, además, con un pronóstico 'in crescendo' que hoy augura mucho más de lo mismo, pues Cantabria será una de las 35 provincias que comenzará la semana con alertas por altas temperaturas. Si ayer esta alerta fue de nivel amarillo (riesgo) en toda Cantabria excepto en el litoral, hoy lunes el nivel sube a naranja (riesgo importante) en Campoo, Liébana, el centro regional y Valle de Villaverde, y también alcanza el amarillo en la costa. Asimismo se ha activado el nivel amarillo por riesgo de galernas entre las 14.00 y las 17.00 horas.

Aemet anuncia que tampoco hoy habrá alivio de nubes, que por la mañana seguirá soplando el viento sur y que se alcanzarán los 34º en la costa y los 37º en el interior. A la sombra, claro.

Exageración campurriana

Mención aparte merece el exagerado bochorno campurriano, donde se pasó de tiritar de frío hace sólo cuatro días a no poder salir de día por el calor. Suerte que las casas están aún frescas después de las invernales temperaturas registradas al final de la semana pasada (3º el jueves por la mañana) y que en esta comarca existen oasis donde la gente encuentra fresco, como el pantano del Ebro, el mismo río a su paso por Polientes o el Híjar en Campoo de Suso.

Es de prever que playas fluviales y marinas estarán hoy también de bote en bote, a pesar de que la Dirección General de Protección Civil recomienda a la población limitar en este día de alerta la exposición al sol, permanecer en lugares protegidos el mayor tiempo posible y mantenerlos bien ventilados. Aplicando el sentido común se evitan los temidos golpes de calor, a los que son más vulnerables los niños y ancianos. A saber: comer poco, beber muchos líquidos, llevar ropa clara y ligera, protegerse la cabeza y evitar el ejercicio en horas centrales.

Mañana viene el 'gallego'

No habrá que esperar mucho para que este calor vuelva a sus latitudes. Mañana mismo viene el 'gallego', ese viento del norte y noroeste que cubre de nubes todo lo que toca y aleja los sueños veraniegos de sol y playa. Aemet anuncia para este martes muchas nubes y un «notable o localmente extraordinario descenso de las temperaturas máximas», todo aderezado con precipitaciones débiles, sobre todo en la costa y los valles centrales. Mañana, adiós a las alertas.