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Eduardo Cosío entra como ganador de la prueba en la meta de Cabezón de la Sal. :: SANE
CICLISMO

Santurde, un titán en el infierno

En la distancia clásica de 225, el triunfo fue para Eduardo Cosío, que gestó la victoria en la ascensión a la Collada de Carmona El castreño se impuso en la prueba en ruta sobre 315 kilómetros de Los 10.000 del Soplao

Sergio Herrero

Domingo, 3 de junio 2012, 11:58

De la imprevisible pista al áspero asfalto. Así es 'el hombre del mazo' en Los 10.000 del Soplao. Aunque se cambie de traje, sigue apostado a la orilla del camino. Imperturbable. Para aplastar a los más débiles de entre los osados participantes. Selección natural. Al igual que en la montaña, la prueba de ruta está hecha sólo para los más fuertes. Para Eduardo Cosío, vencedor ayer en Cabezón de la Sal en la 'clásica' de 225 kilómetros. O para los 37 titanes que, tras dejar atrás la Collada de Carmona, tomaron el desvío hacia la izquierda y, con ello, una decisión trascendental. Añadir 90 kilómetros más a la aventura. Iván Santurde eligió la opción correcta.

'El Infierno del Norte' -en su cuarta edición-, ayer, fue un poco menos infernal. Después del endiablado día de las pruebas de montaña, al menos los elementos respetaron a los 'ruteros'. Por lo tanto, la sentencia iba a ser única y exclusivamente dictada por la carretera y por las piernas de cada uno.

Batalla desde la pancarta de salida, con 1.250 corredores dispuestos a enfrentarse al averno. A pesar de tener una eternidad por delante, el pelotón principal pronto empezó a ver el dorsal trasero de los principales favoritos. Ángel Gómez 'Litu', un nombre ya ligado a la historia de esta prueba, tomó la delantera. Buscaba repetir victoria en El Soplao cambiando de registro. La pasada campaña en MTB, está vez en ruta. Lo que en otra época fue su profesión. El castreño Iván Santurde reservó fuerzas para cuando la pendiente se empinaba. Primero, atrapó a 'Litu' en el ascenso a Piedrasluengas y, posteriormente, lo abandonó en las últimas rampas del Collado de Hoz.

Las rampas decisivas

Al ciclista de Ucieda se le unieron en la persecución Eduardo Cosío, Raúl Portillo y David Busto, entre otros, y con el ritmo impuesto por el primero de ellos, lograron dar caza de nuevo al cabeza de carrera. La subida a Carmona iba a ser determinante. Portillo tomó unos 20 segundos de renta, pero la ascensión de Cosío fue espectacular. Un diablo en el infierno. En 'su' infierno, porque lo considera su 'casa' y conoce cada palmo del recorrido. Iba más fuerte que nadie y eligió el momento idóneo para atacar. Alcanzó a Raúl Portillo. Caminaron juntos varios kilómetros, pero prefirió encarar el final sólo. Por su parte, Iván Santurde también iba a fraguar su triunfo en la Collada.

Descendida la falda de la montaña, llegó el momento de decidir. Alargar la estancia en el infierno o tomar el camino del purgatorio. Santurde y 'Litu' optaron por la primera opción. Cosío, Portillo y Busto, por la segunda.

Así, el de Puentenansa iba a inscribir de nuevo su nombre en la leyenda de los campeones. Eduardo Cosío venció en la segunda edición de la prueba en ruta de Los 10.000 del Soplao de 2010 y, en esta ocasión, cruzó la línea de meta con un tiempo de seis horas, 35 minutos y 25 segundos -dos minutos y medio de ventaja sobre Raúl Portillo y David Busto, que llegaron juntos a Cabezón de la Sal-. La redención después de un año difícil para el chaval.

Para Santurde, 'Litu' y los otros 35 valientes que tomaron el desvío hacia la izquierda, aún restaba un mundo. 90 kilómetros y el puerto de Palombera de testigo. Con niebla y frío en la cumbre. Una larga travesía que el castreño aprovechó para abrir brecha con sus perseguidores y expiar así su osadía con el triunfo en la primera edición -fue ganador de la prueba inaugural de la carrera en ruta- de esta marcha de 315 kilómetros. «La más dura de Europa», dicen.

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