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El viento del Sudoeste que sopló ayer en Santander hizo que el mar levantara olas de hasta cuatro metros en la costa. :: ANDRÉS FERNÁNDEZ
El tiempo

Cantabria recibirá al otoño con tiempo veraniego

Dos días de inestabilidad darán paso a un 'veranillo de San Miguel', que traerá sol y temperaturas por encima de los 25 grados en la costa

M. J. TOMÉ

Lunes, 23 de septiembre 2013, 18:33

Cantabria dará la bienvenida al otoño con un tiempo más bien veraniego. La nueva estación, que entrará oficialmente a las 22 horas y 44 minutos del próximo domingo, cumplirá con su cita astronómica a pesar de que el ambiente en las horas centrales del día será más propio de mediados de agosto, con predominio del sol y temperaturas altas, por encima de los 25 grados en la costa e incluso más en el interior de la región o en la comarca lebaniega. Una propina estival, un tempranero 'veranillo de San Miguel', que comenzará en las puertas del fin de semana y se prolongará, al menos, hasta el miércoles de la próxima semana. Pero, de momento, aún se esperan un par de jornadas de tiempo otoñal, fresco y a ratos lluvioso, la tónica de los últimos días. Según la previsión de los expertos, el fuerte viento del Oeste que se espera para hoy y mañana provocará jornadas inestables, con periodos de lluvia y temperaturas algo superiores a los veinte grados en la costa. En el interior, se combinarán noches frías (se esperan ya cuatro grados de mínima en Reinosa) con días más templados (máximas de 21 grados).

La situación comenzará a cambiar a partir del viernes. El viento rolará a Sudoeste y los termómetros comenzarán a subir de forma progresiva. Será una especie de 'veranillo de San Miguel', un episodio en el que se suceden varios días de sol y temperaturas más altas de lo habitual y que tiene lugar en torno a la festividad del santo, el 29 de septiembre. Será cosa del santoral o no, lo cierto es que el verano de 2013 aún no ha dado sus últimos coletazos.

Eso sí, la jornada de ayer fue desapacible en muchas zonas de Cantabria, especialmente en la costa. La lluvia y el viento se cebaron por la mañana con Santander, donde cayeron 7,6 litros por metro cuadrado y se alcanzaron rachas por encima de los 50 kilómetros por hora. Ello provocó que el mar comenzara ya a avisar con el cambio de estación y ofreciera espectaculares imágenes con olas que alcanzaron los cuatro metros según la medición realizada por la boya situada frente a la Virgen del Mar.

Quien se está beneficiando de toda esta situación es el pantano del Ebro. A fecha de ayer se encontraba al 80% de su capacidad, algo impensable otros años.

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