El 'banco malo' tira en Mazcuerras parte de un edificio del siglo XVIII

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha comenzado el derribo de la cubierta y la fachada de la primera planta de un edificio del siglo XVIII del casco histórico de Mazcuerras, una actuación que ha provocado cierto malestar entre algunos vecinos, que lo consideran «un atropello» al tratarse de una de las construcciones más emblemáticas del municipio, situada en el conjunto histórico, frente a la estatua de Concha Espina y la que fuera su casa. El edificio pertenecía a Liberbank, que lo traspasó en activo al 'banco malo', al que el Ayuntamiento ha concedido la pertinente licencia municipal para ejecutar el derribo de una parte de la estructura.

Los vecinos contemplaban ayer atónitos «una auténtica aberración», como lo definía Isaac Escalante, que posee una vivienda justo en frente. A su lado, Alfredo Pérez de Armiñán, especialista en protección del patrimonio, explicaba su importancia: «Es una casa que data del siglo XVIII y parte esencial del núcleo urbano. Una de las más valiosas de la configuración arquitectónica del pueblo», aseguraba el propio especialista, para quien la licencia concedida por el Ayuntamiento «pone en peligro la conservación de este edificio» y puede suponer, advertía «un peligroso y gravísimo precedente de un atentado al patrimonio».

Otros vecinos contemplaban ayer por la mañana el exterior de la vivienda, donde las máquinas trabajan desde el viernes.

«Si este edificio se derriba, cambiará el paisaje del pueblo», decían. Aunque, para ellos, «lo más grave» -y también uno de los motivos por los que se está efectuando esa obra- «es que el Ayuntamiento de Mazcuerras no tiene un catálogo de edificios protegidos que la ley del suelo establece en todos los instrumentos de planeamiento».

Según el experto en patrimonio, «durante los últimos años, el Ayuntamiento no se ha ocupado de poner al día este catálogo», algo incomprensible, dice, porque Mazcuerras «posee muchos edificios de los siglos XVII, XVIII y XIX».

Conservarlo

«Lo que deberían hacer es exigir al 'banco malo' que lleve a cabo las labores pertinentes para conservar este edificio y no para derribarlo», explicaba Pérez de Armiñán mientras pisaba los cascotes del tejado que habían caído al suelo.

«El Ayuntamiento ha permitido que el estado de esta construcción se haya ido deteriorando hasta ofrecer un aspecto cada día más lamentable», denunciaba el especialista, que criticaba, al tiempo, que el Consistorio «no haya cumplido las condiciones de salubridad y garantizado la conservación de este tipo de construcciones» tan tradicionales de Mazcuerras.

Sin protección

A todo esto, el alcalde de la localidad, Celestino Fernández, explicó que el Ayuntamiento ha requerido que se tomen las medidas oportunas para que no se caiga el edificio, «porque la parte principal da a la calle y no queríamos poner en riesgo a los vecinos».

Fernández admitió que la casa «no está catalogada ni tiene ningún tipo de protección, pues, de ser así, las circunstancias serían otras», dijo. A pesar de todo, apuntó el regidor, «han desmontado el tejado y la primera planta para que no se caiga y guardarán las piezas por si alguien lo quiere comprar y rehabilitarlo». Desde el Ayuntamiento, aclaró, «pensamos que la solución sería que alguien lo comprase y lo rehabilitase, pero por ahora la Sareb no ha llegado a ningún acuerdo».

El alcalde insistió en que para poder conservarlo «habrá que desmontarlo y luego volver a construirlo». Una opinión que comparte el presidente de la asociación de vecinos, Alfonso Anglés, quien explicó que «hemos enviado un escrito al Ayuntamiento para que tomara las medidas oportunas, porque el edificio se estaba cayendo», pero, coincidió, «para poder conservarlo, primero habrá que derribar la parte que está en malas condiciones».