

Secciones
Servicios
Destacamos
PILAR CHATO
Domingo, 12 de abril 2009, 02:38
Este lunes, el Gobierno regional solicitará ante el Ayuntamiento de Santander la licencia de demolición del edificio de Casimiro Sainz, en el que durante más de siete décadas se ubicó la sede del Ejecutivo regional, antes y después del Estado de las Autonomías. El derribo comenzará antes del verano si hay garantías de que concluya antes del 15 de julio. Y ese derribo se iniciará por la cubierta, y de forma manual, debido a la altura del edificio y la proximidad de inmuebles vecinos.
Esta cubierta, de fibrocemento no friable, se desmantelará para su posterior traslado a un lugar adecuado para el tratamiento de este residuo.
El resto del derribo será por medios mecánicos, es decir retroexcavadoras o similares, no se utilizarán explosivos. Se empezará por la planta superior, de tal forma que la demolición se vaya efectuando por pisos, al mismo nivel, sin que haya personas situadas en la misma vertical ni próximas a elementos con posibilidad de vuelco.
Vallado
Según el pliego del concurso, todo el edificio quedará rodeado con una valla o un muro de altura no menor a dos metros y una distancia del edificio no menor de tres metros.
Antes de empezar los trabajos de derribo se taponará el alcantarillado y se desconectarán acometidas e instalaciones que pueda haber en el edificio. Según el pliego, también será necesario la presentación de un plan de desamiantización y se establecerán medidas para evitar el polvo y gestionar la evacuación de escombros.
Primera piedra
El edificio lleva prácticamente cerrado desde el año 2006, a excepción de las instalaciones del Museo de Prehistoria que ha sido el último en abandonarlo.
Este tiempo ha servido también para retirar los elementos de mayor valor del edificio, aunque está previsto realizar un nuevo análisis de aquellos elementos y equipamientos que merezcan ser conservados y almacenados, como barandillas, carpintería, vidrieras, escudos, las letras de bronce de la entrada del Museo de Prehistoria, etc. En particular, se intentará localidad y recuperar la caja de la primera piedra de la construcción del antiguo edificio con todo su contenido original.
En el concurso convocado por el Gobierno de Cantabria se incluyen medidas de gestión medioambiental, con el objeto de reducir el impacto en el entorno.
En concreto, las ofertas que sean presentadas por las empresas hasta el 20 de abril, deberán incluir en su proyecto un análisis del tráfico durante la ejecución de las obras con propuestas de accesos; la identificación de posibles contaminaciones acústicas y sus medidas correctoras, y otras actuaciones que corrijan las posibles contaminaciones del entorno, especialmente en lo concerniente a limpieza de viales y contaminación atmosférica.
El consejero de Presidencia y Justicia, Vicente Mediavilla, explicó que el Gobierno realizará una inversión adicional, superior a los 2,5 millones de euros, para la mejora urbanística del entorno y la propia movilidad de la zona.
Destacó la importancia de acometer el derribo de la antigua sede para llevar a cabo una profunda modernización de la Administración autonómica, que pasa por concentrar la práctica totalidad de los servicios de atención al ciudadano en el edificio Moneo.
Dinamizador
A su juicio, el futuro edificio diseñado por Rafael Moneo será «un valor añadido» para la candidatura de Santander a capital cultural y elemento dinamizador del centro de la ciudad.
Para el consejero regionalista, sacar de este solar la nueva sede institucional del Gobierno regional, que históricamente siempre ha albergado un equipamiento administrativo, sería «dictar la sentencia de muerte al centro comercial y de negocios de la ciudad» de Santander.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Síntomas que pueden alertar de un posible cáncer de vejiga
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.