Ojo con lo que pones en la tele del bar
La emisión de series, películas o documentales es motivo de sanción si no se paga la cuota mensual a la Asociación de Actores e Intérpretes
Son las cuatro de la tarde, el turno de comidas llega a su fin, hay que limpiar las mesas para los que llegan a tomar ... el café y acaba de terminar el telediario. Se le olvida cambiar de canal -o apagar el televisor- y comienza una telenovela o un documental, por lo que puede correr el peligro de que le multen si es el propietario de un bar. Una situación de despiste, o no, que ocurre más de lo que uno se podría imaginar. Solo hay que fijarse en el reciente caso de Bilbao, medio centenar de bares han sido demandados por emitir en sus locales series y películas a través de canales generalistas gratuitos sin pagar derechos de autor. La Asociación de Actores e Intérpretes (Aisge) ha interpuesto demandas monitorias -para reclamar deudas dinerarias, cuando la deuda es clara, conocida y vencida- y ya ha ganado algunas de esas batallas legales.
¿Son conscientes los hosteleros cántabros de estas posibles sanciones en sus locales? La mayoría confiesa que desconoce esta medida, que no es nueva, pero que nunca había tenido el mismo revuelo que las denuncias realizadas por la SGAE -por derechos de autor de la música- o de las operadoras por el uso indebido de decodificadores piratas para emitir retransmisiones deportivas en sus locales.
Aisge explica que este asunto no es algo novedoso, pero que «ha saltado a la prensa ahora». Su abogado, José María Segovia, revela que en este momento desconoce si existen expedientes judiciales en Cantabria. «La entidad de actores tiene el derecho reconocido en la Ley de Propiedad Intelectual y cuando un bar tiene aparatos de televisión, lo que se lleva a cabo es una comunicación pública de que la emisión de obras y grabaciones que incluyen repertorio de actores, dobladores y directores de escena comporta una obligación de pago por parte del bar», señala.
Unas conversaciones, que si no llegan a buen puerto, pueden desembocar en una reclamación judicial. La tarifa que tiene prevista la asociación depende del número de aparatos que disponga el establecimiento. El mantenimiento de una televisión supone un coste mensual de 8,69 euros. Desde la entidad se aportan informes periciales que efectúan terceras personas en las que aparece que un local de turno tiene un aparato de televisión que está encendido y con la programación de ese día.
Aunque esa incertidumbre que genera una posible multa, no la contemplan desde muchos bares de la capital cántabra, que emiten solamente fútbol y acompañan las mañanas con canales puramente informativos. Es el caso de Alberto Arozamena, propietario de la cafetería Luzmela. «Solamente utilizamos la televisión a nivel informativo por las mañanas, y para el fútbol, pero eso ya tiene su propia regulación con las operadoras, así que no me preocupa esta cuestión».
«Solamente utilizamos la televisión para informativos y fútbol, así que no me preocupa»
Alberto Arozamena
Propietario del bar Luzmela
«Las pantallas acompañan en silencio con el Canal 24 horas para que los clientes lo vean como un teletexto»
Xiomara Pérez
Gerente en la Cuchara Canalla
«No me gustan las telenovelas, así que lo siento por la gente, no voy a tener problemas»
Sonia Manzanares
Gerente en La Porticada
«Ha habido demandas antes y, lamentablemente, habrá más en el futuro por el resto del país»
José María Segovia
Abogado de Aisge
En la Cuchara Canalla, su gerente, Xiomara Pérez, explica que las televisiones no las usan para poner ni series ni televisiones, simplemente acompañan en silencio con el Canal 24 horas para que los clientes echen un vistazo como «si fuera un teletexto».
Con dos pantallas enfrentadas, una con la radio y otra con informativos, se encuentra la cafetería La Porticada. «No me gustan las telenovelas, así que lo siento por la gente, no voy a tener problemas porque no pongo ni series ni películas», valora Sonia Manzanares, gerente del local.
Jurisprudencia a favor
La asociación subraya que la jurisprudencia que «se viene acuñando es muy favorable» a las entidades de gestión en la actualidad. «Lo que viene a establecer es una presunción de que el uso de una televisión en un bar comporta, salvo prueba en contrario, que se están poniendo series, películas o documentales. Entonces, esa es la vía normal. En la práctica, lo que estamos haciendo, que es la mejor manera de solucionarlo, es articular convenios con las asociaciones provinciales de restauración», puntualiza Segovia. «Lo que ha ocurrido en el País Vasco, que se han juntado demandas es casualidad, pero las ha habido antes y, lamentablemente, habrá más en el futuro por el resto del país».
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