La unión hace la fuerza
Cantabria en la Mesa ·
Nace la primera cooperativa de ganaderos ecológicos de CantabriaCantabria no es una tierra donde proliferen las cooperativas, sin embargo, si la fórmula se aplica con visión estratégica y se gestiona con equilibrio puede resultar muy beneficiosa tanto para el productor como para el consumidor. En cualquier caso, parece que en el sector agroalimentario de la región está entrando aire fresco y se están incorporando nuevas generaciones de profesionales preocupados por conquistar nuevos mercados y, sobre todo, el paladar de los clientes finales.
En este contexto acaba de nacer la primera cooperativa de ganaderos ecológicos de Cantabria. El proyecto Siete Valles de Montaña pretende poner en valor y dignificar el trabajo cotidiano de los ganaderos, empoderar este colectivo para mostrar al consumidor todas las historias que hay detrás de cada productor y, contribuir así, a situar la carne ecológica de proximidad en primer lugar en la cesta de la compra.
Se trata de seis ganaderos cántabros de varios valles de Cantabria -María Montesino, Lucio González, Beatriz Argüeso, Aurelio Barrio (padre e hijo), Ángel Luis Gutiérrez, Azucena Barquín y Ovidio Torre - que cuentan con el apoyo del Grupo Deluz (Lucía y Carlos Zamora) y de los técnicos (Javier Lacal y Raquel Manzanares).
La carne de ternera ecológica ya se encuentra a la venta en varios comercios de la región donde se pueden adquirir diferentes tipos de bandejas de filetes, chuletas, carne picada, solomillo o entrecottes, todos ellos con la certificación ecológica del CRAE (Consejo Regulador Agricultura Ecológica) de Cantabria. Además, la cooperativa es proveedora de diferentes restaurantes.
Los beneficios de esta cooperativa revertirán en distintos aspectos sociales. El primero, la salud del consumidor, la carne de las terneras criadas según la producción ecológica, no sólo es más saludable, sino que contiene nutrientes como los ácidos grasos omega-3 que ayudan a mejorar la hipertensión, la obesidad abdominal y los niveles de colesterol. Además, la ausencia de químicos y fitosanitarios en pastos, forrajes y piensos, garantiza una alimentación más saludable de los animales.
En segundo lugar, Siete Valles de Montaña quiere contribuir a fijar población en un medio rural sostenible y que los ganaderos que forman Siete Valles de Montaña puedan seguir llevando la vida que han elegido en las montañas de Cantabria.
«Con la ganadería puedo ser dueña de mi tiempo, tomo mis propias decisiones. Los animales viven libres; van, vienen y comen cuando les apetece porque dispongo de estabulación libre. No me siento esclava», señala la vicepresidenta de Siete Valles de Montaña, Beatriz Argüeso.
La cooperativa también ayuda a proteger el medioambiente porque, gracias al pastoreo, se reducen notablemente el riesgo de incendios, ya que el ganado es un desbrozador natural. Y hay una importante huella social porque, gracias al grupo de restauración sostenible Deluz y Compañía, junto al catering Depersonas cocinando con sentido (formado por miembros de la asociación Ampros) la carne ecológica de Siete Valles de Montaña estará incluida en los menús de 400 escolares de colegios públicos de Cantabria y otras 600 personas en centros de mayores y centros sociales.
«Estoy convencida de que el futuro es la ausencia de sustancias químicas y transgénicos en el manejo de pastos, forrajes y piensos: por salud y por conciencia social. Somos lo que comemos y la carne de los animales responde directamente al modo en que han sido alimentados y tratados», ha explicado la presidenta de la cooperativa, María Montesino.
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