Marcos López Hoyos
Centros de investigación de todo el mundo solicitan desarrollar sus investigaciones con la base de datos del proyecto cántabro
El inmunólogo Marcos López Hoyos (Torrelavega, 1968) fue una de las caras más visibles de la Sanidad cántabra durante la pandemia, responsable de transmitir serenidad ... en tiempos de tanta zozobra. En ese mismo 2020 fue nombrado director científico del Instituto de Investigación Valdecilla (Idival). Un año después, puso en marcha Cohorte Cantabria, un ambicioso plan para crear una gran base de datos y muestras que servirá para desarrollar proyectos de investigación en medicina de precisión: está a punto de alcanzar el objetivo marcado de contar con 50.000 voluntarios.
-Explique otra vez lo que es Cohorte Cantabria.
-Cohorte Cantabria es un proyecto -más que un proyecto, una plataforma de investigación-, en medicina personalizada, la medicina de precisión de la que tanto se habla hoy en día. Lo que hacemos es reclutar voluntarios, entre 40 y 70 años, que vivan en Cantabria para que podamos seguirles, monitorizarles.
-¿Para qué sirve?
-Es un proyecto en el que tenemos cantidad de datos. Los voluntarios nos dan acceso a datos a través de las encuestas, pero también nos dan el acceso a la historia clínica electrónica de Cantabria, para poder asociar al tiempo los datos clínicos a todo lo que tenemos. A día de hoy hemos cogido sangre y nos estamos planteando tomar algún otro tipo de muestra para hacer más estudios. Los voluntarios también nos dan acceso a las muestras, los restos que quedan de las biopsias de tejido. Es una cohorte de datos y muestras, y lo que se hace son proyectos de investigación en el entorno de los voluntarios. Y así estamos ahora mismo con catorce proyectos en marcha.
-¿Por ejemplo?
-Recientemente hemos arrancado uno sobre factores de inflamación y ritmo circadiano, el ritmo del día y la noche, la luz, porque eso influye mucho en la fisiología; influye mucho, por ejemplo, en marcadores de inflamación. Hay gente que está estudiando el hígado graso; otros están estudiando el alzhéimer, enfermedades degenerativas. Hay también estudios de factores nutricionales. Estamos estudiando respuesta inmunitaria... Como se ve, hay muchos proyectos.
-¿Y habrá más?
-Estamos recibiendo continuamente solicitudes de proyectos para trabajar con los voluntarios de Cohorte Cantabria. Tenemos tantas solicitudes de colaborar en proyectos de investigación que la gente nos pregunta y tenemos que analizar los datos para darles una primera respuesta. Tenemos proyectos de investigación a nivel local, con grupos de investigación tanto de la Universidad de Cantabria como del hospital principal. Tenemos proyectos de investigación con gente de Madrid, de la Fundación CIEN, tenemos proyectos con la Universidad de Alicante, con el Centro de Regulación Genómica de Barcelona... Tenemos también proyectos con centros europeos e incluso se nos están acercando grupos de investigación y centros de Estados Unidos. Las ideas de los proyectos nos vienen continuamente.
Las claves
Colaboración
«La respuesta ha sido excelente: nadie consigue una cohorte tan grande en tan poco tiempo de voluntarios fidelizados»
Financiación
«Siempre diré que el dinero para la investigación es insuficiente, creo que no basta con todo el apoyo que hay»
-Cohorte recoge datos médicos y realiza encuestas sobre hábitos y actividad. Pero también recopila, por ejemplo, información catastral. ¿Para qué sirve?
-El catastro es, probablemente, el mejor indicador del nivel económico de una persona, y sabemos que la exposición ambiental, el nivel social, cultural y el económico, todos ellos influyen en la salud. Y por eso tenemos ese dato, para poder investigar aspectos relacionados con el nivel económico de la población y cómo eso afecta a la salud.
-¿Qué saco participando?
-El voluntario aporta el participar en un proyecto de investigación de referencia en el país, que va a ser referencia internacional, que pone el nombre de Cantabria en el mapa y que nos posiciona como una experiencia de referencia en medicina de precisión.
-¿Cómo se manejan esos datos tan íntimos?
-El Idival es el depositario de esos datos y se manejan de forma anonimizada: ningún dato sale, salvo consentimiento. Por ejemplo, en los proyectos que están desarrollándose mandamos a veces encuestas y ahí se solicita al voluntario. En casos que hay que desanonimizar o hay que hacer un proyecto adicional, se le solicita que dé el permiso de colaborar con los investigadores de un proyecto concreto. Si lo consiente, después los investigadores se pondrán en contacto con la persona y ya es un tema entre los otros investigadores y el voluntario. El anonimato se garantiza desde el punto de vista legal y de estructura y de servidores donde está, con la información totalmente protegida, unos datos que la gente de Cohorte Cantabria maneja de forma confidencial.
-Más de 48.000 voluntarios en cuatro años. ¿Son muchos o pocos?
-La respuesta ha sido excelente: nadie consigue una cohorte tan grande en tan poco tiempo de voluntarios fidelizados. Es un lujo y estamos enormemente agradecidos: el éxito de Cohorte Cantabria no es del Idival ni de la gente que estamos trabajando en ello: es de los voluntarios. A día de hoy ya tenemos casi 48.200, y el objetivo es concluir los 50.000 para ya tener esa cohorte completa y empezar a hacer más estudios. Estamos a punto de conseguirlo y es importante que la gente sepa que puede solicitarlo a través de la web, y así nos facilita el trabajo. Toda la gente que ahora mismo está viendo esta noticia se puede apuntar directamente a la página web, cohortecantabria.com. Ahí está toda la información.
-¿Por qué esa cifra redonda, 50.000?
-50.000 voluntarios entre 40 y 70 años significa el 20% de la población de Cantabria en ese rango. Estamos intentando, y se ve en el mapa de la página de Cantabria por municipios, tener la representatividad del 20%. Evidentemente, las zonas que más cubiertas tenemos son toda el área costera del Arco de la Bahía, siguiendo con la zona de Besaya hacia Reinosa, todo ese eje. Las zonas de Vega de Pas, Liébana, Valderredible y Valdeolea son las menos representadas.
«No vacunar a tus hijos es de una irresponsabilidad enorme»
–Usted fue uno de los rostros más visibles durante la pandemia. ¿Hemos aprendido algo de aquella experiencia?
–Ha servido para una cosa, para mí, fundamental, que es poner en disponibilidad para uso clínico las vacunas de ARN mensajero, una de las grandes ventajas desde el punto de vista científico y tecnológico del covid. Ahora, ese tipo de vacunas se está empleando para otras infecciones.
–También ha habido una reacción social contra las vacunas.
–Es cierto, ha habido tanto movimiento antivacunas que ha calado en gente. Estamos viendo que en el entorno de los países desarrollados –se ve en Estados Unidos, que hay mucho movimiento antivacunas, se ve en Europa y se ve en España–, ha habido casos de fallecimientos por niños no vacunados, bebés no vacunados de sarampión. Eso es de auténtica irresponsabilidad. Las vacunas han salvado cientos de millones de vidas en el mundo por evitar infecciones y si no, al menos, por evitar las complicaciones que conllevan las infecciones. No vacunar a tus hijos es de una irresponsabilidad enorme, para mí sería de denuncia ante el juzgado, porque los niños han fallecido. Estamos viendo que los casos de infecciones que no debería haber y de ingresos por infecciones y muertes por infecciones en el primer mundo son cada día más frecuentes, y eso no se debe permitir. Vacunar salva vidas, vacunar protege tu vida. Vacunar es barato, es el medio más barato de evitar enfermedades. Y vacunar es seguro.
-¿Mantienen el compromiso los voluntarios con el paso del tiempo?
-Es muy llamativo que en las encuestas que hemos mandado últimamente y en la participación en otros proyectos, la gente contesta en unos porcentajes altísimos. En el de ritmo circadiano ha habido un éxito de participación enorme en las encuestas. A los cuestionarios que hemos mandado a final del año pasado y a principio de éste de hábitos, han contestado 39.000. No sé el porcentaje, pero es el ochenta y tantos por ciento.
-¿La pandemia ha supuesto un impulso para la investigación?
-No. El proyecto Cohorte Cantagria nació en el contexto del covid, pero se llevaba tiempo gestando en el ámbito sanitario biomédico de Cantabria; considerábamos que Cantabria era una región excelente para un proyecto de medicina personalizada: somos una región uniprovincial, con la población muy bien controlada por el sistema público de salud, gracias al que podemos tener disponibilidad de datos clínicos, y además sabemos que la gente participa en cuanto hacemos un llamamiento para cualquier proyecto o cualquier iniciativa en este entorno. Es cierto que aprovechamos un contexto de covid porque había una sensibilización mayor, pero yo creo que es un tema que va más allá de eso: la población acude en masa a cualquier llamada que se hace en el entorno de Valdecilla, aunque no quiero centralizarlo en el hospital.
-¿Se nota que hay más dinero para trabajar en investigación desde entonces?
-Hay algo más -por ejemplo, Cohorte Cantabria tiene un apoyo gubernamental-, pero siempre diré que el dinero para la investigación es insuficiente, creo que no basta con todo el apoyo que hay. En general, a nivel de proyectos, no ha aumentado de forma sustancial la financiación, aunque en el caso concreto de Cohorte Cantabria haya habido una excepción, porque sí se considera un proyecto de Gobierno y nos han dado una partida extra en este último año. Aunque Cohorte Cantabria sí ha tenido apoyo, en general la investigación está siempre infrafinanciada.
-¿Debe ser siempre dinero público?
-Tenemos que intentar conseguir financiación pública, ser competitivos, pero la competición no debe ser sólo en la parte pública, también en la privada; hay muchas convocatorias privadas que son muy competitivas -La Caixa Fundación BBVA, etc.-, que sacan proyectos privados y hay que conseguir la financiación y hay que competir. Además, tenemos que ser capaces de captar no solo proyectos competitivos, sino conseguir que la iniciativa privada sea capaz de invertir en investigación biomédica, por ejemplo, en Cantabria. Con la financiación pública no vamos a disponer nunca del dinero que precisa la investigación, tenemos que buscar fórmulas de colaboración.
-A propósito, ¿sabe si hay alguna novedad respecto a ese futuro Parque Tecnológico de la Salud en la parcela de la Residencia Cantabria?
-Me consta que se está trabajando en la Consejería en ello, pero creo que aún es pronto para hablar de cómo va esta iniciativa. Tengo idea, pero hasta aquí puedo hablar.
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