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Caramés, con parte del material para montar un belén tradicional.

"El belén no muere, es una tradición que se renueva con ilusión cada año"

Maricarmen Caramés, secretaria general de la Asociación Belenista de Cantabria, dice que los miembros del grupo «trabajan duro en Navidad en una actividad tradicional como es montar el belén, una forma importante de revivir nuestra infancia»

Juan Carlos Flores-Gispert

Lunes, 14 de noviembre 2016, 07:51

Cofundadora de la Asociación Belenista de Cantabria hace 33 años, Maricarmen Caramés, está satisfecha de lo conseguido para «que la tradición no se pierda en la vorágine de la vida moderna».

¿Qué valor tiene el belén?

El belén es algo positivo y muy bonito, una tradición de buen sentimiento. Es una forma de relación artística entre los niños. Y algo de muy buen gusto, no como el hallowen que llega del extranjero y es una falta de respeto a los difuntos.

¿No se pierde poco a poco la tradición de montar el belén?

No. Rotundamente no. Va a más. Hemos conseguido con el trabajo desinteresado de más de tres décadas que se monten más belenes. Para los niños es una forma especial de vivir la Navidad y para los mayores es el recuerdo de cómo eran sus días de infancia con sus padres.

El árbol de Navidad cada vez va a más. Eso seguro.

Belén y árbol conviven armónicamente. Porque el árbol también tiene un componente religioso. Es el árbol de la vida y también tiene mucho de tradicional.

La Asociación Belenista ya está plenamente consolidada.

Vamos muy bien. No somos muchos socios, la verdad, pero todo el mundo trabaja sin descanso y muchos amigos colaboran en todo lo que pueden, porque el fin es bien sencillo. No solo el religioso del nacimiento del niño Dios. El fin es también mantener un espíritu navideño y de familia. De unión en las familias. Y eso se consigue montando el belén.

Pero montar un belén puede resultar caro.

No. Hay piezas de todo tipo. Hay que buscar para encontrar aquello que merezca la pena y se pueda pagar. En Cantabria se venden muy buenas piezas en tiendas especializadas y piezas muy sencillas en otros comercios. Hasta en las cadenas cien hay piezas que merecen la pena para nuestro belén. Hay que buscar. Pero al final, lo interesante es que haya un belén en cada casa, en cada colegio, en las iglesias, en las asociaciones y en los despachos para que la tradición siga viva.

¿Cuál es su belén preferido?

Personalmente me gustan los belenes hebreos con ambientación árida. Y los nevados, que tienen un encanto dulcísimo. Y me gustan también los belenes de ambientación regional, con los vestidos de las comarcas. Es una idea loable montar un belén con figuras tradicionales. Los belenistas ya hace años que montamos belenes ambientados en Cantabria. Unas veces lo hemos montado en el Santuario de Valvanuz, otras en una cabaña pasiega... Un año montamos un belén la mitad de ambientación hebrea y otra mitad montañesa y los pastores con trajes de pasiegos. La idea fue osada, pero gustó mucho.

Montar un belén cántabro no es muy fiel a la tradición bíblica.

Pero es una idea buena. No es una falta de respeto. Es una 'cariñada'. Un belén regional queda muy bien con ambientación de Cantabria, con montes, grutas, cabañas pasiegas o pórticos de casonas montañesas. Con ríos, fuentes, praderías, con hacinas de hierba seca, gallinas sueltas, vacas, ovejas, cabras, burros y cerdos. Porque en Cantabria siempre se comió de la matanza. Un belén con cántaros de leche, con carros y dalles, perros y gatos y huertos. Todos estos detalles enriquecen el montaje de un belén montañés.

Los puristas del belén se quejarán de estas ideas.

Yo diría a los puristas que vestir la Sagrada Familia con galas pasiegas no es una falta de respeto. Todo lo contrario, es un gesto de cariño. Pero no todas las figuras han de ir con ropa de gala. También es bonito poner una viejuca con su pañuelo. Tengo un amigo que en su belén pone dos ganaderos vestidos con pantalón azul, blusa a cuadros y boina. Apoyados en una vara de avellano hacen el trato para comprar una vaca. Imaginación no falta a los cántabros para montar un belén montañés.

Recomiende belenes para visitar esta Navidad.

El del Hospital Valdecilla, que montamos miembros de la asociación; el que montamos en el vestíbulo de la iglesia de El Cristo; el del convento de la canal, en Carriedo; el de Colindres, de ambiente marinero, con las cuatro estaciones del año; el de Omoño, por la celebración de los 25 años de la asociación belenista local y el belén pasiego de la empresa Seficosa, en Santander. En Torrelavega, el de la iglesia de La Paz, y el de la 'Plaza Roja', con figuras impresionantes. Un belén hebreo de toda la vida. Una auténtica catequesis.

?Cómo fue el primer belén? Haga un poco de historia.

Tomás de Celano, primer biógrafo de San Francisco de Asís, patrono de los belenistas, fue quien relató como el santo propuso a su amigo Juan de Velita convocar a las gentes del lugar para celebrar en una gruta de los montes de Greccio (Italia), la misa de medianoche, en la Navidad de 1223 con una asno, un buey, un pesebre con paja, San José, la Virgen y el niño. Fue el primer belén viviente. Con la historia de la Sagrada Familia, su desamparo y su pobreza en aquella primera Navidad.

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