

Secciones
Servicios
Destacamos
Apenas han pasado unas horas desde que el roscón ocupó el centro de la mesa en los hogares de Cantabria y, sin embargo, muchos de ... los convocados a la mesa dominical más esperada ya buscan la forma de acabar con toda prueba de esta realidad. Recurren a monitores de gimnasio, doctores... A todos lados menos a la báscula, la gran enemiga de aquellos que quieren perder peso de aquí al verano. Uno de los sitios donde sí se presentan estos antiguos comensales es la consulta de la doctora Coral Montalbán, jefa de sección de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Marqués de Valdecilla y amplia conocedora de los excesos gastronómicos que cometen los cántabros, más que nunca en Navidad.
«La realidad es que suele haber también pacientes que faltan a las consultas programadas con antelación», revela la doctora, y añade: «Desde luego que a nadie le gusta subirse a la báscula en estas fechas o realizar analíticas que posiblemente van a estar interferidas y no reflejar la situación habitual». El tópico no incluye, naturalmente, a aquellas personas que siguen un tratamiento serio por enfermedades como «diabetes, hipertensión arterial, problemas cardiovasculares u obesidad grave, etc. En general estos grupos de pacientes suelen seguir la dieta con bastante seriedad». Pero están quienes no son tan obedientes y se dejan llevar por las fiestas. «El problema de los excesos en la comida y la bebida afecta más a la población que se considera sana», resuelve la experta.
Los culpables de este incumplimiento está en la mesa de muchos hogares en Cantabria. La doctora asegura, de hecho, que «en general, las comidas navideñas son totalmente desequilibradas. Los alimentos que según la dieta mediterránea -que es el prototipo de dieta saludable- debieran consumirse de forma excepcional son en la mayoría de los casos el plato principal». La jefa de sección de nutrición en Valdecilla se refiere a los dulces, el alcohol, los embutidos, las salsas, las carnes grasas como el cordero , en las comidas navideñas. Una hilera de alimentos que son de lo más habitual desde diciembre hasta enero y que «son en general hipercalóricos». «Si se consumiera uno sólo de cada uno de este grupo de alimentos por menú no habría mucho problema, pero solemos combinarlos todos y ahí suele radicar el error».
en enero
Y no sólo de las calorías viven los excesos más famosos del año. Tal y como afirma la experta, «aparte de hipercalóricas, estas comidas suelen ser hiperprotéicas por el elevado consumo de carnes, embutidos, pescado, marisco...». Contra esta sobredosis de calorías, grasas y proteínas, los consumidores pueden hacer comer más sano el resto de los días que no albergan grandes comidas o cenas familiares. «El desequilibrio será menor si aparte de lo que son las celebraciones más tradicionales, el resto de las comidas y de los días de las fiestas son adaptamos a la dieta habitual y primamos el consumo de verduras», aconseja la nutricionista. De hecho, la Navidad no nos aboca a una dieta a base de calorías. Montalbán apuesta por «platos muy recomendables». Para muestra un menú: «Lo más aconsejable es un primer plato en forma de una sopa de pescado, consomé , o crema de verduras y un segundo plato como un pescado al horno, marisco o una carne al horno. De guarnición unas verduras o una buena ensalada variada», receta la médica. Al otro lado de la balanza, continúa con los menos saludables: «Conviene evitar los fritos, consumir el pan en pequeñas cantidades y empezar por unos aperitivos como embutido bajos en grasa».
Navidad sana
En relación a la dieta a seguir después de las fiestas, Montalbán es muy clara: «No hace falta terminar todos los dulces o botellas que no se terminaron durante las fiestas. Conviene primar el consumo de verduras, legumbres sin compango, frutas de postre, lácteos desnatados e incluso durante unas semanas se puede limitar el consumo de segundos platos con proteínas como suele ser la costumbre habitual».
Pero hay un actor que juega un papel determinante en las comidas y no recibe la atención que se merecen: los líquidos. Montalbán ataja el problema de la forma más sencilla y barata: «Para quitar la sed lo más recomendable es el agua, aparte de que los adultos rieguen la comida con algún vino». Y por supuesto, no podía faltar uno de los invitados estrella en el centro de todas las mesas: los vinos, el champán, la cerveza, los licores, etc. «El alcohol se considera un alimento con calorías vacías, es decir que engorda pero no nutre», describe, aunque en nuestro país tenemos unos caldos deliciosos y no seria lo mismo una comida sin un buen vino», reconoce la doctora, y disgrega algunos de las bebidas más populares. «En general, se consideran mejores para la salud las bebidas fermentadas como la cerveza, y el vino, que las destiladas como ginebra, ron y el whisky. Hay que vigilar su consumo, sobre todo si vamos a conducir y evitarlos en los jóvenes», concluye la médica, quien considera las navidades como «la mejor época del año».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.