«Me insultó, sacó una pistola, eché a correr y recibí un disparo por la espalda»
El acusado de tirotear a un conocido en Renedo reconoce los hechos y acepta la petición de pena de la fiscal de cuatro años y nueve meses de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas
«Quiero pedir disculpas, estoy muy arrepentido por lo que sucedió». En estos términos se ha expresado el acusado de tirotear a un conocido en Renedo ... , que pudo salvar la vida por la asistencia sanitaria, en el juicio celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, donde ha reconocido los hechos aceptado la petición de pena de la fiscal de cuatro años y nueve meses de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas. Y es que el escrito de acusación de la fiscalía ha sido suscrito por la acusación particular y también por la representación del acusado.
Según relata el ministerio fiscal en su escrito, el acusado fue llevado en taxi hasta Renedo de Piélagos, donde se dirigió a un portal, llamó al telefonillo de una vivienda, habló con un hombre y le pidió que bajara.
Este accedió «en la creencia de que la pretensión del procesado era mantener una conversación sobre la hora a la que iban a quedar al día siguiente, para dirigirse a una obra que ambos iban a ejecutar juntos».
El hombre bajó al portal y no encontró al acusado, por lo que salió a buscarle a la carretera y vio cómo aquel se marchaba. Entonces, le llamó y en ese momento el acusado fue hacia él, «le empezó a llamar 'hijo de puta' y sacó sorpresivamente de la cintura un revólver con la intención de acabar con su vida».
Ante esta situación, el hombre «empezó a huir, recibiendo un primer disparo en la espalda». Al llegar al portal, «se tropezó y recibió otro disparo en el tórax, pese a lo cual pudo saltar una barandilla que separa la rampa de acceso al garaje».
El hombre cayó «desde varios metros de altura, desplomándose en el suelo, momento que el procesado, con el fin de lograr su propósito, siguió disparando repetidamente el revólver con dirección a su víctima, hasta percutir los seis proyectiles del cargador».
Continúa el escrito de la fiscalía explicando que «varios vecinos se asomaron a las ventanas, alertados por la detonación de los proyectiles, y llegaron a hacer fotografías y grabar videos del acusado con el arma en la mano».
Posteriormente, el procesado se dirigió hasta la finca de una vivienda, donde escondió la pistola. No obstante, a continuación se personó en el cuartel de la Guardia Civil de Piélagos donde confesó lo ocurrido.
Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió lesiones consistentes en dos heridas por arma de fuego «que supusieron un claro riesgo vital».
El acusado, en prisión provisional por esta causa, ha pedido perdón por lo sucedido y ha indemnizado a la víctima con 45.000 euros, con los que ésta se da por resarcida de los daños.
Los hechos constituyen, a juicio de la fiscalía, un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas, con la concurrencia de las circunstancias atenuantes de confesión y reparación del daño.
Tras la declaración del acusado, ha comparecido el perjudicado, que ha relatado los hechos tal y como recoge el fiscal en su escrito de calificación. «No reclamo nada», ha afirmado tras confirmar que ha recibido una indemnización de 45.000 euros por parte del acusado.
Después han declarado los médicos forenses para detallar las heridas que sufrió la víctima tras recibir dos disparos y sufrir una caída durante su intento de escapatoria. «La víctima pudo perder la vida por muchas razones», apuntaron los peritos.
Tras elevar las partes a definitivas sus conclusiones, el juicio ha quedado visto para sentencia.
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