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Federico García Lorca, a la izquierda, de camino a Madrid con los amigos de La Barraca. G. M-P,
Tesoro de película

Un Federico García Lorca inédito en una lata de betún

El cineasta Manuel Menchón descubre durante el rodaje de su próximo documental varias filmaciones inéditas del poeta granadino, que ha restaurado en alta resolución

Domingo, 16 de noviembre 2025, 00:18

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«Ojalá esté aquí Lorca», susurró Manuel en aquella habitación que era un milagro en vida, una cueva repleta de tesoros. Las tres hermanas, tres señoras ya jubiladas, le explicaron que todo seguía como lo dejó el abuelo. Nadie había abierto los armarios ni rebuscado en los 1.500 fotoquímicos que se repartían por los estantes. Manuel pensó en 'Cinema Paradiso', en la facilidad con la que arden esas películas. Era junio y hacía calor. Mucho calor. Pero la habitación era húmeda y fría, así que comenzó a bucear por los rollos con un mimo exquisito. Horas más tarde apareció una lata de betún con tres letras escritas a mano en el lateral: «F. G. L.».

Manuel clavó los pies en el suelo y movió los dedos de las manos así, como cuando Indiana Jones cambió la bolsa de arena por la estatua de oro. «¿Eres tú, Federico?». Y la abrió. Y dentro estaba él, García Lorca, como nunca lo habíamos visto, saludándonos alegre desde la distancia, camino a Madrid con La Barraca. Y no venía solo.

Manuel es el cineasta Manuel Menchón (Málaga, 1977), director del documental 'Palabras para un fin del mundo', película de 2020 sobre Miguel de Unamuno que mostraba filmaciones inéditas del Madrid de 1936. La película, un inesperado éxito en taquilla, fue un fenómeno que removió los cimientos de nuestra historia más reciente. «Después de Unamuno, prometí en casa que no haría ni un documental, ni nada sobre la Guerra Civil, ni sobre un escritor», ríe Menchón. «Se ve que mentí». Durante los seis años que pasó investigando a Unamuno apareció un nombre recurrente, el de un poeta de Fuente Vaqueros. «Cuando estrenamos la película, investigadores de distintas universidades me decían que hiciera algo parecido con Federico García Lorca».

«He pasado ocho años siguiendo la pista a Federico»

Manuel Menchón

Cineasta

Menchón, al principio, creyó que se sabía demasiado del granadino. Que había mucho material sobre su vida y obra. «Pero repasando, descubrí que todo lo que había era muy antiguo y, en el terreno del documental, muy pobre. Así que he pasado ocho años siguiendo la pista a Federico». El resultado verá la luz el año que viene y se titula 'La voz quebrada'. Por el momento, la trama permanece en el más absoluto secreto. Pero, para que se hagan una idea de la dimensión, la produce la argentina K&S Films, responsable de 'El Eternauta', 'Mientras dure la guerra', 'Truman' o 'Relatos Salvajes', entre otras.

Uno de los retos de Menchón con 'La voz quebrada' era localizar las pocas filmaciones originales que hay de García Lorca. Y, de paso, buscar algo nuevo y desconocido. El desafío era mayúsculo. Como saben, la Guerra Civil fue catastrófica para los archivos españoles. «Conservamos el material de los golpistas, el resto se perdió», detalla Menchón. Además, tras la Segunda Guerra Mundial, «por casualidad», ardió la filmoteca «con todos los documentos que unían a Franco con Mussolini». Así que para buscar imágenes había que salir de nuestras fronteras. «Tenemos material de más de 28 archivos y filmotecas de todo el mundo. La película será un festín visual».

Pese a que García Lorca era muy cinéfilo, solo existen –por el momento– dos filmaciones en las que aparece el poeta. Para poder utilizar esas dos grabaciones en la película, Menchón intentó localizar los originales con la idea de restaurarlos a alta calidad. La primera grabación la realizó Enrique Amorim en 1934, cuando Federico visitó Montevideo. Amorim, toda una celebridad que forjó una amistad intensa con el poeta (en 1952 enterró en la localidad de Salto una caja que no se abrirá hasta 2056. Amorim dijo «aquí está Lorca»), grabó unos segundos a Federico, como si fuera una 'story' de entonces. El uruguayo tenía vídeos cortos de Ernesto Sábato, Stefan Zweig, Borges, Walt Disney...

Menchón logró encontrar el nitrato original de 16 milímetros que grabó Enrique Amorim

Tras el asesinato del poeta, la hermana de Lorca le escribió una carta a Amorim pidiéndole una copia del vídeo. «Esa es la copia que teníamos. Una copia de la copia de la copia de aquella copia». Ya no. Menchón logró encontrar el nitrato original de 16 milímetros que grabó Amorim. Lo ha escaneado a 4K fotograma a fotograma y podremos verlo en la película tal y como se filmó. Y entonces, con el rodaje de 'La voz quebrada' terminado y la película en posproducción, tuvieron que pararlo todo. Apareció una lata.

La lata que escondía a Federico García Lorca. M. M.

La Barraca

La segunda filmación conocida en la que aparece Lorca es en un viaje de La Barraca, su compañía de teatro. Aunque lo cierto es que no se le ve, solo se intuye su presencia. Aparece sobre el escenario, vestido con ropas negras, como una sombra fantasmal. Sabemos que era él, aunque no se distinga su rostro. Menchón intentó localizar el fotoquímico original a través de Acción Cultural Española y la Filmoteca de Valencia, las dos instituciones que han trabajado con estas imágenes. Pero no hubo suerte. Se desconocía quién fue el autor, el camarógrafo.

Había, sin embargo, un rumor. Un runrún que llevaba décadas rondando las esferas culturales. Un nombre: Gonzalo Menéndez-Pidal. «Gonzalo fue un gran historiador, pero en realidad... ¡era cineasta!», exclama Menchón. «Deja que te cuente...». El malagueño siguió las huellas de Gonzalo Menéndez-Pidal, hijo de Ramón Menéndez Pidal (también historiador, experto en 'El Cid' que, como curiosidad, asesoró el rodaje de la película que protagonizó Charlton Heston en 1961), hasta localizar a sus nietas. Tres hermanas. Ellas le hablaron de un archivo que llevaba guardado años en un cortijo de Madrid. La cueva del tesoro.

«Gonzalo Menéndez-Pidal fue un gran historiador, pero en realidad... ¡era cineasta!»

En la casa de Menéndez-Pidal había más de 1.500 fotoquímicos repartidos en cinco habitaciones. 1.500 películas filmadas por él mismo entre 1915 y 1970 en las que hay de todo. «Es un segundo NO-DO. Una barbaridad. ¿Imaginas lo que podremos encontrar ahí? Ya estamos trabajando para sacar a luz lo que guarda ese archivo... pero es un proceso muy lento». Y allí, rodeado de tantas historias que merecerían su propia película, apareció una lata.

Menchón abrió la lata de betún con las letras «F. G. L.» con un cuidado nuclear. Desplegó el rollo lentamente, sacó el móvil y tomó una fotografía del negativo. Hizo zoom. «Fue como ver un fantasma. Lo primero que vi fue la sombra de Federico en el escenario de La Barraca. Solo que aquí no había que intuir nada: veía perfectamente su cara. Era él. Lo encontré».

Ahora

Imagen después - Federico García Lorca, una sombra en un espectáculo de La Barraca.

Antes

Imagen antes - Federico García Lorca, una sombra en un espectáculo de La Barraca.
Federico García Lorca, una sombra en un espectáculo de La Barraca. G. M-P.

El cineasta avisó a los productores de 'La voz quebrada', había que incluirlo en el metraje final. Menchón se puso en contacto con el mayor experto en fotoquímicos de España, un tipo conocido como 'Speed'. «Qué sorpresa me llevé cuando descubro que Speed fue de niño el proyeccionista de Gonzalo Menéndez-Pidal. Iba a su casa a poner sus películas en sesiones que compartía con Querejeta, Saura, Erice...». Para llevar el material al estudio de Speed, Menchón volvió a pensar en 'Cinema Paradiso' y en el temor –la posibilidad real– de que aquellos rollos ardieran. ¿Cómo lo solucionaron? «Tecnología punta: una nevera portátil», comenta entre risas.

Traslado de los fotoquímicos al estudio de Speed. M. M.
Imagen principal - Traslado de los fotoquímicos al estudio de Speed.
Imagen secundaria 1 - Traslado de los fotoquímicos al estudio de Speed.
Imagen secundaria 2 - Traslado de los fotoquímicos al estudio de Speed.

Speed, fascinado con el hallazgo, se puso a trabajar rápidamente en la lata. Efectivamente, encontró a Federico en el escenario de la Barraca y rescató el vídeo completo, ya restaurado a 6K fotograma a fotograma. Pero no fue lo único. En el vídeo del viaje de la Barraca, el que conocíamos, se veía una furgoneta recorriendo un camino de tierra. Hay una secuencia que no se usó en aquel montaje: un plano en el que el vehículo se aleja y tres tipos sonrientes saludan por la ventanilla trasera. El de la izquierda es Federico. «Fue tan bonito, tan emocionante... y aún hay más. Estoy deseando que vengáis al cine a ver lo que encontramos».

Manuel Menchón, mostrando uno de los negativos que encontró. Rodrigo Bogdanov

Un rodaje en la torre de la Catedral

Aunque la película 'La voz quebrada' se arma, sobre todo, con material documental, también se rodaron en Granada varias escenas, gracias a la colaboración con Film in Granada, la oficina de cine de la Diputación. El equipo de Manuel Menchón rodó en la azotea de la Catedral, en la Madraza, en la Huerta de San Vicente, en los olivos del cementerio y en las choperas de Fuente Vaqueros.

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