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La evacuación en camilla se complica en desnivel y en entorno rocoso. Foto: Alberto Aja / Vídeo: Juanjo Santamaría

Un rescate en altura no se improvisa

Simulación ·

Bomberos del 112 diseñan un rescate en condiciones adversas, con evacuación por tierra y sin el apoyo del helicóptero, para evacuar a una mujer con fractura de tobillos en la vía ferrata de El Torreón de Liérganes, en el Pico Levante

José Carlos Rojo

Santander

Lunes, 27 de junio 2022, 07:10

María es cántabra, tiene 34 años y hace cinco que comenzó a aficionarse a los deportes de aventura: descenso en barrancos, escalada o vías ferratas. Como la que eligió esta semana, la de El Torreón de Liérganes, en el Pico Levante. Con una longitud de 105 metros y un desnivel de 75, es de una dificultad K4 -un término medio teniendo en cuenta que la máxima es K6-. Tanto ella como su acompañante disfrutan de un buen día de primeros de verano; aunque se está metiendo niebla y son ya las siete y media de la tarde. Todo va bien, hasta que ambos llegan al tramo final. Justo donde hay una tirolina de treinta metros por la que descolgarse de un risco a otro. Ninguno de los dos tiene en cuenta que la recepción al llegar al otro lado será fuerte y que es preciso utilizar un cable de retención para frenar la velocidad. La falta de previsión desencadena un resultado nefasto. María es la primera en lanzarse y, cuando llega al final, extiende las piernas para absorber el impacto. Siente un dolor punzante en los tobillos y, acto seguido, se da cuenta de que probablemente los tiene rotos.

Una simulación

Este hecho no es real; y María es en realidad un hombre, un bombero que simula ser la víctima; pero es perfectamente verosímil. Podría sucederle a cualquiera que realice esta actividad sin tomar todas las precauciones debidas. Y por eso los rescatadores del 112 imaginan esta situación para realizar uno de sus múltiples ejercicios de prácticas que han programado para estos primeros días de verano. Actividades que les sirven para mantener la forma y para instruir a los profesionales más jóvenes, con menos experiencia.

Los bomberos se descolgaron desde la tirolina a la base de la operación de rescate.
Imagen - Los bomberos se descolgaron desde la tirolina a la base de la operación de rescate.

Algo más. Para este caso la dificultad es añadida. «Queremos complicarlo un poco más. Hemos pensado que está anocheciendo y que se ha metido niebla. Así es imposible contar con el apoyo del helicóptero y tenemos que hacer un rescate por tierra», explica Pablo Calvo, el jefe del parque de Bomberos de Villacarriedo, desde donde se han movilizado cuatro efectivos con el camión.

Esta situación adversa, en que no se puede contar con la aeronave, es más habitual de lo que parece. Sucedió, por ejemplo, el pasado día 22, cuando un varón de 72 años, natural de Madrid, falleció por la tarde tras precipitarse unos noventa metros en Picos de Europa. El accidente tuvo lugar en el entorno de Horcados Rojos, punto en el que los efectivos del Greim consiguieron recuperar el cuerpo de madrugada, cuando no puede volar el helicóptero.

Rápida reacción

Tan pronto como el acompañante de María llama al 112 tras el accidente, el aviso a los bomberos les llega desde la sala. Se ponen en marcha y tardan cuarenta minutos en llegar a la base de la vía ferrata. El camino ascendente hasta la base del pico es sinuoso, con muchas curvas y no se puede correr. Una vez allí, se preparan con todo lo necesario: arnés, cables, cuerdas, camilla... Van tan rápido como pueden; aunque la vida de María no corra peligro.

«La idea es que dos asciendan por la vía ferrata hasta llegar a la tirolina y otros dos se queden a medio camino, en la base, justo bajo el cable», explica Calvo. Así lo hacen.

Desde arriba uno accede al lugar donde se encuentra la víctima, que se mantiene colgada y quejándose del dolor, que es más intenso a medida que sube la inflamación y baja la adrenalina. La aseguran y comienzan a descenderla. «Bajando», grita el bombero que se encuentra colgado del cable. Debajo, los dos que están esperando, cuidan que no se mueva mucho.

María llega abajo y los bomberos procuran que sus tobillos no toquen el suelo. Tienen preparada la camilla y la sientan con cuidado. Luego le inmovilizan las zonas lesionadas con férulas y le fijan bien a la camilla, que es especial, con varios arneses y una estructura de PVC para que sea más confortable en los rescates verticales y entre rocas.

La preparación previa, con todo el material, es crucial. Alberto Aja

TODAS LAS VÍAS FERRATAS DE CANTABRIA

  • La Hermida 'El Milar' es un K3 que se realiza en una hora.

  • La Hermida 'Peñarruscos'. Un K6 para expertos.

  • La Hermida 'La Hermida'. Cinco kilómetros y medio de K3.

  • Ramales de la Victoria 'Río Calera', una K4.

  • Ramales de la Victoria 'El Cáliz'. Un K3 para principiantes.

  • Ramales de la Victoria 'Callejomadero'. Un K4 y K5.

  • Camaleño 'Los Llanos', de una dificultad K3.

  • Vega de Liébana 'Socastillo'. Un K3 de kilómetro y medio.

  • Arredondo 'Socueva'. Un K5 de cerca de dos kilómetros.

  • Liérganes 'El Torreón', con una dificultad K4.

  • San Roque de Riomiera 'La Concha', de K4.

  • Matienzo 'El Risco'. Un K3 accesible para todos.

  • Vega de Pas Aguasal'. Fácil para cualquiera (K2).

  • El Soplao 'El Soplao subterránea'.

Desde ese lugar se instala otra tirolina para descender a María hasta otra gran roca que se encuentra cerca de la carretera, donde ya espera una ambulancia del 061 dispuesta para evacuar a la herida hasta el Hospital Valdecilla. Los bomberos la bajan con tiento. «Es importante que no sufra ningún golpe, por pequeño que sea, porque a veces puede ser un descenso complicado».

Una vez abajo, se espera a que los cuatro bomberos lleguen a la camilla y desde allí, entre todos, la cargan hacia la carretera. Toda la operación se realiza en una hora y veinte minutos, que, sumados a los cuarenta del principio, suman dos horas de rescate.

Uno de los bomberos simula ser la víctima. Albrto Aja

«Este tipo de prácticas nos vienen muy bien porque es la forma que tenemos de conocer bien los sitios donde normalmente vamos a tener que rescatar y porque, además, nos sirve también para mantener la forma física», aclara el responsable del parque de bomberos de Villacarriedo.

Diez siniestros en 2021

En 2021 se produjeron diez rescates en vías ferratas. Por eso, desde el Gobierno de Cantabria se busca vigilar más estas áreas: «Las actividades de montaña se han popularizado en los últimos años y hemos notado un notable repunte tras la pandemia, por la conveniencia de evitar espacios cerrados», aclara la consejera de Presidencia, Paula Fernández. La prevención se convierte, entonces, en una de las herramientas clave para evitar siniestros. «Sencillas acciones preventivas pueden evitar accidentes y salvar vidas», confirma Fernández.

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Un rescate en altura no se improvisa