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Un pequeño invernal, en medio del bosque de Tolibes, con Picos al fondo.
Tolibes, un alcornocal de lujo
Rutas por Cantabria | Sierra de los Torcaces

Tolibes, un alcornocal de lujo

DMontaña ·

Durante la marcha hasta uno de los miradores que rodean Potes atravesamos la mayor 'corchera' de la región

FERMÍN GARCÍA

Sábado, 7 de diciembre 2019, 08:51

«Unos dicen viva Panes,/ y otros que viva Lebeña,/ y en diciendo viva Potes/ todo Liébana lo aprueba».

(Canción popular lebaniega)

La ruta que emprendemos en esta ocasión nos adentra en el mejor y mayor alcornocal de Cantabria, el monte Tolibes, uno de los miradores de Potes. Se trata de una fácil y agradecida marcha -con el premio de espléndidas vistas al macizo Oriental de Picos y a la cordillera-, que se completa al regreso con el tramo final que 'obliga' a cruzar toda la villa lebaniega y disfrutar de su arquitectura y entramado urbano. Los bosques de Tolibes y la sierra de los Torcaces, donde está enclavado, se extienden desde las inmediaciones de Potes y Ojedo, al norte, hasta la collada de Porcieda, al sur, entre las cuencas bajas de los ríos Buyón, al este, y el Quiviesa, oeste.

Iniciamos la marcha desde la explanada de La Serna. Atravesamos la carretera principal, bordeando por la izquierda la Casona y llegamos a calle Virgen del Camino que seguiremos a la derecha bajo tres arcos exentos; posteriormente tomamos la primera calle a la izquierda, calle Albanes, que sigue totalmente al sur y transcurre paralela al río Quiviesa. Hacemos caso omiso a cualquier desvío; a los 1.300 metros ignoramos el camino de la derecha que va a una casa y finca particular, y vamos a la izquierda. En este desvío tomemos como referencia un castaño y un cerezo. Salimos a un prado, que lo atravesamos, para continuar de frente por el camino en un trecho de monte, quedando a la izquierda el río Quiviesa.

Salimos a otro prado y una viña a la derecha, seguimos la senda que continúa, por la derecha, entre el prado y la viña hasta el final de los mismos y adentrarnos en monte siguiendo una sendita que nos lleva a Valmeo. En este tramo vayamos con cuidado en algunos trechos del sendero, pues tenemos debajo el río y a veces la senda es muy estrecha y el terreno muy pendiente. A los 2,5 kilómetros de marcha llegamos a Valmeo y salimos al puente sobre el Quiviesa. Lo cruzamos y tomamos a la derecha la carretera que nos lleva a la N-621. La seguimos y en pocos minutos llegamos a las casas de este otro barrio de Valmeo; dejamos la carretera, continuando a la izquierda entre las dos últimas casas y a unos 80 metros pasamos por la derecha al lado de las ruinas de una ermita. Ya no dejamos este camino en tres kilómetros, ignorando cualquier desvío.

A los tres kilómetros, en un desvío hacia el noreste, y en el que tenemos las indicaciones del Camino Lebaniego, nos vamos a la izquierda, a Porcieda (está indicado en una señal), que tenemos ya a 400 metros. Porcieda es una pequeña aldea abandonada. Salimos de ella por la senda del Camino Lebaniego en dirección noroeste. A unos 500 metros, en una curva a la derecha, tenemos a la izquierda las ruinas de lo que fue un convento dedicado a Santiago Apóstol.

Ya no dejamos este camino que atraviesa el monte Tolibes, teniendo numerosos alcornoques a ambos lados, hasta que llegamos a un hermoso prado con un buen invernal en la cabecera, a la izquierda del camino. A los cien metros encontramos una bifurcación; dejaremos el camino que sigue de frente para tomar el de la derecha y en ascenso. En una curva bastante cerrada a la izquierda, ignoramos la senda de la derecha, seguimos unos 450 metros más y llegamos al llamado sierru de los Torcaces, en el que tenemos un mirador excepcional sobre Potes, el macizo Oriental de Picos, Peña Ventosa..., y en el que hay un banco de madera.

Ahora seguimos en descenso, al norte, hasta otra bifurcación a unos 500 metros; ignoramos el camino que sigue de frente, para girar a la derecha, al sureste. Ya no dejaremos este camino que nos lleva a la ermita de la Virgen de Valmayor. Tras acercarnos a visitarla (data del siglo X y se venera a la patrona de Potes), volvemos al camino principal y ya no lo dejamos hasta entrar en Potes por el sur. Cruzamos la carretera nacional y nos internamos en el barrio La Solana. Callejeamos y nos desviamos a la izquierda para bajar a la calle Fuente la Riega, seguir por la calle El Tullo y desviarnos a la izquierda para atravesar el puente de San Cayetano sobre el Quiviesa; una vez rebasado, seguimos a la izquierda para volver a La Serna.

Otros datos. Además de las vistas que nos depara todo el recorrido y de contemplar muchos ejemplares de alcornoques en el monte Tolibes, en Valmeo tenemos la casona de los Colmenares. La arquitectura rural de Porcieda, aunque en franca ruina después de más de 30 años deshabitado, merecen la pena detenernos un rato, así como la ermita de las Nieves. Otra parada puede ser en la ruinas del antiguo convento de Santiago, de época medieval, y en la ermita de Ntra. Sra. de Valmayor.

Callejear por Potes siempre es agradable, sobre todo por los barrios de La Solana, del Sol, el antiguo convento de San Raimundo, casa natal del insigne violinista Jesús de Monasterio, torre del Infantado, iglesia vieja, conjunto de puente, ermita y casona de San Cayetano, casa-torre de Orejón de la Lama...

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