Las hayas se talan por "criterios economicistas"

El representante de los grupos conservacionistas en el Patronato del Parque Natural Saja-Besaya, Fernando Moreno, ha respondido a las declaraciones realizadas por la consejera de Ganadería, Blanca Martínez, en torno a la tala de hayas que se ha efectuado en el parque natural para la obtención de leña para los vecinos, un tema que ha creado mucha controversia tanto entre los grupos ecologistas como entre los vecinos de la zona, que ven mal que desde la Mancomunidad Saja-Corona se cobre 20 euros por haya a cada familia y se prohíba la obtención de las leñas caídas o rodadas, como se venía haciendo durante muchos años. Los afectados consideran la tala además "indiscriminada" y creen que se está produciendo una "agresión al parque natural".

Las declaraciones oficiales de la Consejería de Ganadería justificando la tala de hayas en el Parque Natural Saja-Besaya "vuelven a insistir en criterios puramente ingenieriles y economicistas, donde están ausentes los más elementales criterios ambientales y científicos en los tratamientos selvícolas", explicó Moreno, que añadió que en esta "nueva demostración de soberbia desafía a las propias leyes de la naturaleza y del funcionamiento de los ecosistemas, en unos ámbitos que han mantenido un alto grado de naturalidad y tienen sus propios mecanismos de autorregulación y estabilidad para la conservación de la biodiversidad asociada en la flora, la fauna, los suelos y el subsuelo que les son característicos".

La intervención humana, argumenta el ecologista, "no puede inventarse ecosistemas artificiales ajenos a los rasgos específicos, en este caso, de los hayedos, que no necesitan para nada los clareos y talas de acompañamiento de intereses ajenos a los valores ecológicos que han venido creándose y recreándose a lo largo de miles de años". Desde los ecologistas acusan además al Gobierno de "olvidar las sinergias y resiliencias internas que se producen entre los distintos componentes de unos bosques cuya vitalidad y equilibrios dinámicos son el mejor laboratorio de observación de los procesos naturales".

Oso y urogallo para "desviar la atención"

En lo que atañe a la conservación o protección de los hábitats del oso y el urogallo como uno de los objetivos que justifica la realización de las talas, la Consejería y sus servicios técnicos y de gestión "desvían completamente la atención de los auténticos problemas del manejo de estas especies cuya supervivencia está en peligro por la compartimentación biológica y la endogamia genéticas, la ruptura de la continuidad en los corredores biológicos de sus áreas de campeo, anidamiento y distribución, y la degradación y artificialización excesivas del medio que habitan".

Los hayedos, dice Moreno "no deberían sufrir las consecuencias de las profundas limitaciones que siguen padeciendo las escuelas de ingenieros forestales y sobre todo de quienes no han sabido incorporar las dimensiones ambientales a su formación específica o a su vocación de gestores, burócratas o políticos a la hora de distinguir, por un lado, las plantaciones arbóreas y sobre todo las de las repoblaciones masivas e indiscriminadas de especies arbóreas o monocultivos alóctonos de crecimiento rápido de pinos y eucaliptos con los estragos de todos conocidos de los bosques, por otro, que encierran, por definición, tratamientos y métodos muy distintos de gestión".