

Secciones
Servicios
Destacamos
Una inspección rutinaria de técnicos del Servicio de Patrimonio Cultural a Santillana del Mar ha puesto sobre la mesa, de nuevo, los incumplimientos de la ... propia normativa recogida en el Plan General y Especial de Protección de la villa con respecto a la correcta conservación de su conjunto histórico. En un informe, al que ha tenido acceso El Diario Montañés, los expertos aperciben al Consistorio acerca de la «gran proliferación de cartelería de anuncios en las fachadas de los edificios» y le instan a su retirada.
La villa de Santillana del Mar está declarada Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Conjunto Histórico desde el año 1943. Una protección que se ordena mediante planes especiales de protección como es el caso de la villa. Así lo recuerdan los técnicos de Patrimonio en el requerimiento, fechado el pasado mes de diciembre de 2024, y que obliga ahora al Ayuntamiento a cumplir o hacer cumplir la ley.
«En los últimos años se ha aumentado la cartelería de manera exponencial, anunciando menús, ofertas o productos de venta en el interior, o incluso mediante la exposición de artículos en las fachadas de los edificios», resume Patrimonio en su informe. La institución también alerta de un «aumento» del tamaño de los mencionados letreros comerciales, «llegando a veces a cubrir gran parte de la fachada del edificio», inciden. En el mismo requerimiento, se hace referencia al aumento del número de establecimientos comerciales «después del covid», lo que, a su juicio, ha favorecido también que la ocupación de estos elementos haya aumentado.
«La reconversión de los establos de las plantas bajas en tiendas de recuerdos –ya mencionada en el Plan General y Especial de Santillana– o en cafeterías, bares y restaurantes, con toda la cartelería, priva a los edificios de todo valor cultural, así como al visitante de la correcta apreciación de la villa», aseveran. A su vez, hacen alusión a la normativa de aplicación dentro de los mencionados planes urbanísticos que se está incumpliendo, al ser Santillana del Mar en su conjunto un BIC. Por ello, recuerdan el deber de conservación que obliga a que estos elementos sean acorde en tamaño y ornato a la normativa de referencia.
Tras ello, los mismos técnicos apelan al Ayuntamiento sobre la «necesidad de realizar una comprobación de las edificaciones en las que se encuentren estos carteles, anuncios y expositores en venta», reflejan. Un debate, el de los toldos y carteles publicitarios, que no es nuevo en la villa. Tampoco lo es la de la instalación de terrazas en espacios públicos en el núcleo monumental. Una práctica que está recogida en una ordenanza específica que data del año 2014, pero que muchos establecimientos incumplen sistemáticamente.
El requerimiento de Patrimonio al Ayuntamiento coincide en parte con el diagnóstico de la auditoría realizada por la Red de Pueblos Más Bonitos de España para testar que uno de sus socios preferidos (Santillana del Mar) cumple con los parámetros estéticos y proteccionistas que se requieren para formar parte de este exclusivo club. Un documento fechado un año antes que el presente informe –noviembre de 2023– y que ya alertaba al Ayuntamiento de que se debería poner «mucha atención» en el «impacto» que generan «los carteles de las tiendas y sus variedades».
«Desde la asociación pedimos no llenar las fachadas de nuestros pueblos de camisetas y otros productos de ventas», reflejaban ya en esa fecha los auditores, tras haber girado visita al municipio. «Uno de los valores más reconocibles de Santillana del Mar es su arquitectura tradicional, con fachadas de piedra, balcones de madera y una estética conservada en muchos tramos. Sin embargo, este equilibrio se ve afectado por la presencia de comercios cuyos rótulos, expositores o elementos exteriores no respetan las normas estéticas del casco histórico», concluyen, recomendando al Consistorio aplicar una ordenanza clara para su mantenimiento.
La alcaldesa de Santillana del Mar, la regionalista Sara Izquierdo, reconoce que el problema existe y hay que ponerle coto. A preguntas de El Diario Montañes, la regidora explica que este «requerimiento» de Patrimonio les «obliga» ahora a cumplir con la normativa. «No nos queda otra que cumplir, porque estamos dentro de un Conjunto Histórico y esto es algo que tenemos que mantener entre todos», valora Izquierdo.
Por todo ello, uno de los objetivos que se fija a corto plazo es la de «revisar la ordenanza» que se publicó en su momento (data de 2014) y sentarse a hablar con los vecinos y comerciantes para hacerla efectiva. «Tenemos que establecer un hilo de colaboración con el comercio y la hostelería para poder cumplir, ahora con más razón, porque nos lo requiere Cultura», afirma.
La regidora hace hincapié en que algunos aspectos de la norma tendrían que ser modificados, atendiendo a «la masificación» de esos elementos en el casco histórico de la villa, por lo que aboga por esa vía de diálogo con el sector comercial y de restauración en la villa.
Respecto a la normativa de referencia, los auditores de la Red de Pueblos más Bonitos ya recomiendan al Consistorio que las normativas sobre imagen comercial sean no solo claras «sino aplicadas y comunicadas eficazmente a todos los propietarios de negocios». Además, se valora la confección de una «guía visual» que indique tipologías de cartelería, materiales permitidos, dimensiones máximas y colores y estilos compatibles.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran muerta en un río a la actriz Sophie Nyweide
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.