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El primer camino de la Vía Agripa

El primer camino de la Vía Agripa

La asociación estrenó el pasado día 4 su calendario de rutas –con el trayecto Bareyo-Güemes– con el fin de dar a conocer las bondades de las rutas

Sheila Izquierdo

El Astillero

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Viernes, 17 de agosto 2018, 07:33

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La asociación Vía Agripa se puso en marcha. Por primera vez, un grupo de treinta personas, integrado por miembros del colectivo, alcaldes y concejales de varios ayuntamientos, se echaron a andar y lo hicieron recorriendo el trayecto Bareyo-Güemes, con el fin de dar a conocer uno de los tramos por donde transcurre la vía que da nombre al colectivo. La iniciativa, la primera de otras muchas que tendrán lugar próximamente y que ya están fijadas en el calendario, trató precisamente de eso, de mostrar las bondades de uno de los recorridos que tiene el camino de Agripa, dentro de un proyecto que busca su puesta en valor para su incorporación al Camino Norte de Santiago.

La primera marcha tuvo lugar el pasado sábado día 4 de agosto y fueron un total de treinta los participantes de esta primera salida que, en su mayor medida, estaban formados por miembros de la Asociación Vía Agripa y alcaldes y concejales de los ayuntamientos por los que transita dicho camino cultural y paisajístico. El reto, realizar el trayecto Bareyo-Güemes para darlo a conocer entre los asociados y acompañantes.

Durante el trayecto, los caminantes tuvieron la oportunidad de visitar la iglesia románica de Santa María de Bareyo, donde el alcalde de la localidad, José de la Hoz, les dio una calurosa bienvenida. Luego, Rosa, la guía del templo, explicó a los caminantes con todo detalle los grandes valores románicos del mismo, que cobija en su interior una de las tres mejores pilas bautismales románicas de Cantabria, junto con las de Santoña y Santillana del Mar.

Un camino de seis kilómetros

Bajo unas condiciones climatológicas envidiables, los caminantes emprendieron después la marcha de seis kilómetros de distancia y realizaron una parada obligada en la ermita de San Julián, un templo convertido hoy en día en el mayor muestrario de las huellas, los mensajes y los recuerdos que dejan los peregrinos a su paso, camino del albergue.

En el albergue del Abuelo Peuto –el mejor del Camino que transcurre por el Norte y que acogió el pasado año a más de 11.200 peregrinos–, los caminantes fueron recibidos por el padre Ernesto Bustio, el responsable de haber instalado, en un lugar idílico, un complejo que ofrece al peregrino comida, limpieza y lecho a cambio de «la sola voluntad».

El padre Ernesto departió con los visitantes y les transmitió su especial filosofía, difícil de entender en estos tiempos de tanto materialismo. Y es que, Ernesto se considera tan sólo el líder de un grupo de voluntarios que trabaja intentando dar lo mejor a los demás, con la libertad de no tener que presentar cuentas a nadie, pues de nadie recibe subvenciones: ni del Gobierno regional, ni de los ayuntamientos ni tampoco de la Iglesia.

Los caminantes pudieron reponer fuerzas en el albergue y disfrutar de una comida junto con los demás peregrinos que, cada día en mayor número, transitan por el Norte. Hubo sobremesa, amenizada con canciones inclusive. Y, después, tocó volver a casa, con el buen sabor de boca de haber conocido la ruta Bareyo-Güemes y de todo lo aprendido y conocido por el camino. Eso sí, la vuelta a casa fue con una ruta marcada en sus agendas, la que tendrá lugar el sábado día 25 de agosto de Güemes a Solares. Se trata de una ruta un poco más compleja de unos catorce kilómetros de longitud.

Impulso definitivo

Bareyo, Camargo, El Astillero, Entrambasaguas, Piélagos, Ribamontán al Mar y Ribamontán al Monte son los siete ayuntamientos que se unieron al proyecto lanzado por los alcaldes de Villaescusa y Medio Cudeyo. El objetivo era recuperar este itinerario que había quedado fuera del Camino Norte de Santiago reconocido por la Unesco. Y hace meses, los representantes municipales de esos nueve ayuntamientos junto a los de la Asociación Vía Agripa se reunieron para darle el impulso definitivo a la iniciativa.

Por parte del colectivo –impulsor de la puesta en valor del Camino de Agripa–, la idea siempre ha sido recuperar el tramo que antaño era transitado por algunos peregrinos que querían llegar a Santiago sin cruzar la bahía en barca y, después, lograr que la Unesco lo reconociera de manera oficial.

La vía trazada se inicia en Bareyo y llega hasta Piélagos. A su paso, los caminantes transitan distintos lugares de interés cultural y natural como pico Castillo, nacimiento del Cubón, Palacio de los Cuetos y Pinturas en El Pendo. Todo ello, arropado por distintas ideas que ha puesto en marcha la Asociación como una aplicación móvil, la realización de dípticos o preparar el recorrido para ciclistas. Además de los Consistorios y de la propia Asociación, el Gobierno regional apoya esta ruta.

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