La lluvia manda en el primer día de rebajas en Cantabria

"Algunas tiendas están petadas y otras vacías". Marta González, de 15 años, resume -en su idioma- y a la perfección el primer día de rebajas en el centro de Santander. Son las doce de la mañana, llueve y apenas hay colas ni apelotonamientos en las cajas de los comercios. Bueno, exceptuando Inditex, donde prudentemente, sin empujones por conseguir prendas, los consumidores cambian sus productos y adquieren otros con total tranquilidad.

Nada que ver con años anteriores, por lo menos visualmente, pero la caja registradora 'hablará' cuando haga cuentas el 29 de febrero, día en el que terminan las rebajas de invierno. "Hay comercios que han estado con descuentos encubiertos y supongo que eso se notará. Y la lluvia, que es un condicionante durante toda la campaña, no solo en rebajas", explica Gonzalo Gómez, gerente de la zapatería Sparta, en pleno centro de la capital cántabra.

Casi a la misma hora, en El Corte Inglés, los atascos en las inmediaciones hacían presagiar lo que se cocía dentro. "Había gente a las nueve de la mañana esperando", explica Ángel Pérez, responsable de moda y complementos. Las grandes superficies pidieron "mal tiempo" a los Reyes y se lo concedieron. "En Cantabria estamos acostumbrados a la lluvia pero siempre para nosotros es mejor que haga malo. Es una ventaja", dice Pérez.

Apoyado en la puerta de Zara, en la calle Lealtad, se encuentra Manobel Ruiz. Es la tercera parte implicada en el 'primer día de rebajas': el marido. Está fumando un puro para ausentarse del ruido y el caos que hay dentro del establecimiento. "Yo esto lo odio, las compras es una de las cosas que no me gustan. ¿Has visto cómo está todo? Mi señora está cambiando la ropa de Reyes que la queda pequeña. A ver si sale ya...", dice Ruiz con la pizca de humor que le queda.

Rebajas "a tope"

Algunos escaparates del centro de la ciudad lo dejan bien claro (y bien grande): 'rebajas de hasta el 70%'. "Los descuentos son parecidos a otros años. En unas semanas serán más elevados pero ya no quedará mucho", señala Sandra Jerez que ha puesto la alarma antes de tiempo para aprovechar "por la mañana porque hay menos gente". Gómez coincide con ella. "Las tardes suelen ser más fuertes", dice.

El presidente de la Federación de Comercio de Cantabria (Coercán), Miguel Ángel Cuerno, recordó ayer que tras suprimirse los periodos habituales de rebajas, la mayoría de los negocios ya tenían grandes descuentos. Otros, como la zapatería de Gómez prefiere hacerlo de manera progresiva. "Tenemos política de no hacer grandes rebajas porque nos parece casi una forma de ofender a la clientela. Bajar de un día para otro un 30% el precio creo que es un engaño para todos", explica. Sin embargo, las rebajas "a tope" que anuncia Coercán han traído descuentos cercanos al 50 por ciento, que se irán incrementando a medida que pasen los días, de modo que "enseguida" llegarán al 70%.