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Imagen de la rotonda de Valdecilla, aprovechada como zona verde.
Imagen de la rotonda de Valdecilla, aprovechada como zona verde. Javier Cotera

La ciudad de las 105 rotondas

La capital cántabra tiene más que Bilbao, Gijón, Oviedo, Palencia o San Sebastián y contempla la construcción de otras tres próximamente | Santander es uno de los municipios con más glorietas de todo su entorno geográfico

Álvaro Machín

Santander

Domingo, 22 de octubre 2017, 13:09

Para muchos conductores sigue siendo el eslabón perdido. La Piedra Rosetta de la circulación. Pero, más allá del recuerdo de las lecciones de autoescuela, todos los ayuntamientos de España parecen haberse puesto de acuerdo con el modelo para regular el tráfico. En Santander, por ejemplo, le han cogido gusto. La capital cántabra cuenta con 105 rotondas. Son más que las que tienen en Bilbao, en San Sebastián, en Oviedo o en Gijón. De hecho, bastantes más. Con dos añadidos. En esa cifra no están incluidas las internas del Parque Científico y Tecnológico y hay otras tres que ya están en camino. Cuestión de tiempo engordar la lista. Si el análisis se va hasta el entorno de ciudades en un sentido más amplio, sólo Vitoria y Pamplona (con 125) superan a la capital cántabra en términos absolutos. Para los curiosos, las primeras que figuran en los planos de la cartografía municipal son las del Alto de Miranda y las que hay entre Vargas y San Fernando. Y, de las 105, hay siete que cuentan con elementos artísticos. Los osos, La Sardinera, Los delfines...

Por precisar, si son muchas o no tanto, conviene hacer una operación matemática sencilla. Dividir población entre rotondas. En Santander -tomando como referencia los datos de la revisión del Padrón según el INE a 1 de enero de 2016- sale que hay 1.644,34 vecinos por glorieta. Si uno repite la cuenta entre diez ciudades próximas (en los Ayuntamientos de Oviedo, Burgos y Valladolid no tuvieron tiempo de facilitar el dato), en Pamplona, en León y en Logroño les toca a más trozo de rotonda por habitante. Allí, proporcionalmente, hay más.

Dos más en Los Castros y una elíptica en Las Estaciones, en el horizonte

Tomando como referencia la historia urbana más reciente, en los últimos cinco años se han puesto en funcionamiento nueve glorietas y se transformó en turborotonda -con todo lo que dio que hablar a nivel nacional- una de las que ya existía (la de la bajada de San Juan). Una de las tres siguientes que se sumará al listado será la elíptica de la plaza de Las Estaciones. Está previsto que las obras empiecen el mes que viene dentro del proyecto de renovación de toda la zona. Las otras dos estarán en Los Castros. En la actual intersección con la avenida de Pontejos (forma parte de la mejora de accesibilidad en el tramo que va desde Los delfines a Piquío) y a la altura del acceso a Mendicouague (incluida en la obra de renovación urbana del Grupo San Francisco y su entorno).

¿Por qué se construyen?

Si uno tira de historia, el 'boom' llegó en los años noventa. La idea tuvo hasta eslogan: 'Menos semáforos y más rotondas'. «En primer lugar, se requiere de un análisis previo de las intersecciones o zonas conflictivas desde el punto de vista del tráfico», explican desde el Ayuntamiento a la hora de resumir los criterios que se siguen para optar o no por esta solución. A través del convenio con el Grupo de Investigación de Sistemas de Transporte de la Universidad de Cantabria, «se realiza un estudio de tráfico de la situación actual y se proponen alternativas de reordenación». «No siempre -prosiguen desde el Consistorio- la glorieta es la primera ni la única opción que se contempla. Cada una de estas alternativas son simuladas para poder predecir su comportamiento, eligiendo la mejor solución en cuanto a niveles de servicio, longitudes de colas, etc...». Si optan por la fórmula redonda, lo siguiente es «dimensionar su geometría ya más en detalle». Forma, diámetros exterior e interior, radios de giro de los vehículos largos, número de carriles necesarios, visibilidad, distancias entre accesos y afecciones a los terrenos adyacentes... Lo último es adjudicar y construir.

Es el procedimiento que han seguido en la avenida del Stadium (a la altura del Lupa), entre Emilio Díaz Caneja y Cardenal Herrera Oria o en la intersección de la avenida de la Reina Victoria con Joaquín Costa y Duque de Santo Mauro, por nombrar tres de las últimas que se han puesto en funcionamiento.

Algunos datos

  • 78.000 vehículos son los que circulan a diario por la rotonda de Valdecilla Sur. La que más tráfico soporta.

  • La que desapareció La rotonda que había frente al Hotel Bahía, junto a la antigua gasolinera, desapareció con el túnel del Centro Botín.

  • Nueve en cinco años Desde 2012, se han construido nueve rotondas nuevas. Además, una de las existentes se convirtió en turborotonda.

  • 50.000 vehículos Pasan a diario por la del Paseo de Pereda. La más transitada entre las ‘céntricas’.

En cuanto a la decoración, lo más frecuente en los últimos años en Santander ha sido aprovechar el espacio interior para destinarlo a espacios verdes. La moda de instalar monumentos o esculturas parace haber pasado a mejor vida. Hubo polémicas con esto. La Sardinera -que se inauguró en 1991 y es obra de Ramón Ruiz Lloreda- dio pie a un debate importante en la ciudad. Es una de las siete que se mantienen con criterios -en cierto modo- artísticos (no se incluyen aquí las que tienen algún tipo de adorno o mobiliario urbano, como la bandera de Puertochico u otros elementos). De Ruiz Lloreda son también las esculturas de Los osos (1995) y del Homenaje al cántabro (1985). Al otro lado del túnel de Puertochico está la de Los delfines (1997, proyecto de Apia XXI materializado por la Escuela Taller de Laredo) y, un poco más abajo, la del Cruceiro (hasta Fraga vino a inaugurar la obra de los Canteiros de Pontevedra en el año 2000). Y quedan, dentro de este apartado, la del monumento al Doctor Fleming (en la avenida de Castañeda, que data de 1965) y la de la Esfera Armilar (la que pusieron en la rotonda de Cuatro Caminos, una obra atribuida a Apia XXI).

Puestos a curiosear en esto de los adornos hace cinco años eran ocho las glorietas artísticas. Una más que ahora. La escultura dedicada 'A la reconstrucción de la ciudad' tras el incendio de 1941 (obra de José Cobo Calderón de 1989) estaba en la rotonda que existía frente al Hotel Bahía. Y allí sigue el monumento, pero ya no hay glorieta tras la obra del túnel del Centro Botín. Es, de hecho, la única que ha desaparecido en estos últimos años. La única excepción redonda.

De la más antigua en el Alto de Miranda a la próxima turborotonda

Últimamente está muy de moda, pero la solución no es nueva en absoluto. En Santander hay rotondas cargadas de historia. Sin ir más lejos, ya en la cartografía municipal que se conserva de los años 1.950-1.960 figuran las primeras que se construyeron en la ciudad. La del Alto de Miranda y dos glorietas emplazadas en el eje constituido por las calles San Fernando y Vargas –una ubicada en la intersección con Perines y la otra, en la plaza de Numancia–. Fueron las pioneras en esto.

Siguiendo un orden cronológico y con la cartografía municipal como criterio –según los datos que facilitan desde el Ayuntamiento–, los mapas del año 1.972 recogen ya otras rotondas. La de Cuatro Caminos es de las que más ha cambiado de aspecto en estas décadas. Junto a ella figuraban por entonces las de la plaza de Matías Montero (ahora plaza de Puertochico) y la dedicada al Doctor Fleming.

«Poco a poco, y fundamentalmente a partir de los años noventa, se comienza a dar preponderancia a la regulación del tráfico mediante rotondas frente a los cruces regulados por semáforos, hasta llegar al centenar de glorietas que existen en la actualidad», recalcan desde el Consistorio. El siguiente ‘hito’ en esta biografía circular llegó con la transformación en turborotonda de la de la bajada de San Juan. Fue todo un acontecimiento que, en principio, va a tener continuidad. «La siguiente turborrotonda con la que contará Santander ya se encuentra en marcha en los despachos. El proyecto está totalmente diseñado y el Ayuntamiento empezará a tramitar la reforma ‘en cuanto acabe el verano’, lo que significa que está al caer la transformación de uno de los puntos más conflictivos para el tráfico», publicó este periódico a finales de agosto respecto al proyecto previsto para Valdecilla Sur. Por allí pasan cada año más de cinco millones de vehículos. Es la más ‘rodada’ de toda la ciudad.

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