

Secciones
Servicios
Destacamos
A las nueve menos cuarto de la mañana hay unos ochenta coches en el aparcamiento de los Campos de Sport. Casi todos -en torno a ... sesenta- parecen empeñados en apelotonarse en un esquinazo. Están allí, cerca de los Agustinos y de la Torre Feygón que, por si no lo sabían, es el edificio más alto de Santander. Eso, una curiosidad como otra cualquiera, sirve para entretenerse mientras uno espera al autobús. Porque eso es justo lo que hacen muchos de los conductores que han aparcado allí a primera hora. Están en el intercambiador del Sardinero y esperan -escalonadamente- para subirse al único bus que no lleva número. El de la Línea Central (LC) es uno de los que se ha ido llenando en mayor medida en los últimos meses. Según los datos que ha ofrecido esta semana el Ayuntamiento, es la ruta que más ha crecido en pasajeros. A bordo en un viaje de ida y vuelta hasta el Intercambiador de Valdecilla -se mueve entre uno y otro por el camino más corto-, dos conclusiones: No se tarda nada (uno llega hasta el centro desde allí en diez minutos) y una parte del pasaje usa esta línea como lanzadera para evitarse problemas de aparcamiento cerca del trabajo. Justo los que acaban de dejar el coche.
Inmaculada Ruiz es una de esas personas. Acaba de aparcar y se acerca caminando hasta el intercambiador. Son las nueve menos cinco y hay otros quince futuros pasajeros en el andén (así lo llaman en las pantallas). Cuando mira al panel, faltan tres minutos para que llegue el de la LC. Antes pasa el número dos, pero sólo se suben un par de personas. El resto, y los que han llegado a la carrera en el último momento, se sube al de la Línea Central. Inmaculada se va al asiento de la última fila. «Soy de Torrelavega y trabajo en el centro de Santander. De lunes a viernes dejo el coche en el aparcamiento del campo de fútbol y cojo este autobús. Para mí es súper cómodo. Pasa cada quince minutos y no tarda nada», explica. Cuenta, además, que buena parte de los que a esta hora han tomado asiento van «a lo mismo». Y este miércoles la cosa anda tranquila «porque hay gente -añade- que deja el coche, deja a los niños en Los Agustinos (el colegio) y luego se coge el autobús para ir a trabajar». Pero hoy no.
En el bus
In maculada Ruiz, pasajera «Vengo de Torrelavega, dejo el coche aquí y voy a trabajar al centro. Para mí es muy cómodo»
Pedro Gorjón, pasajero «Voy a trabajar y me evito el 'paseíto' por todo el Sardinero del 1 y el 2. Llego muy rápido»
Azucena Juez, conductora de autobús «Me llama la atención que el aparcamiento del campo no esté a tope. Creo que la ruta está infrautilizada»
Lo de que no hay cole salta a la vista al detenerse en la parada de Alcalde Vega Lamera, frente al instituto Las Llamas. Sin movimiento. «Así parece otra ciudad», comenta la conductora del autobús -lo hace en un tiempo de descanso, no conduciendo, por aclarar-. El ir y venir empieza tras pasar por el túnel de Puertochico y detenerse en Casimiro Sainz. Primeras subidas y bajadas. Dentro, la misma estampa que en cualquier autobús del mundo hoy en día: casi todos mirando el móvil, salvo uno que está hablando (por el móvil, claro), una señora que mira por la ventanilla, un chaval con los cascos escuchando música y dos amigos charlando.
«Yo vivo en Valdenoja y cojo este porque me evito el 'paseíto' por todo el Sardinero que hacen el 1 y el 2. Esta línea ha sido un gran invento. Bajas a trabajar al centro y tardas diez minutos porque va directo y muy rápido», comenta el que andaba de charla con un colega cuando su amigo se acaba de bajar -en la siguiente parada, Paseo de Pereda-. «Es que somos asiduos, coincide bastante gente a las mismas horas en este autobús y casi que te conoces. Además, con la aplicación del móvil sabes exactamente cuándo pasa y eso ayuda para no perderlo», añade Pedro Gorjón.
Siguientes paradas: Correos, Ayuntamiento y San Fernando, 22. Puntos de bajada para llegar a los principales centros de trabajo, el destino de los que cogieron el bus en el arranque. De ahí ya sólo queda llegar al Intercambiador de Valdecilla, que es justo el lugar al que van los demás, los que se han subido después.
Total: unos quince minutos. Tiene truco. Es verdad que hay poco tráfico (lo del cole influye). Pero hay dos detalles fundamentales para que avance tan rápido. Tiene menos paradas que otras rutas por el centro (ni Cuatro Caminos, ni Valdecilla, ni Jesús de Monasterio) y buena parte del trayecto transcurre por el carril reservado. «Está pensado para llegar rápido a los principales puntos del centro y va muy bien por la zona del carril bus», analiza la conductora, Azucena Juez, que estaría muy contenta si se ampliaran estos carriles a otras zonas. «En algunos lugares sería prioritario», insiste.
Llegada al intercambiador, unos minutos de espera -los conductores llevan una tarjeta con horarios de salida, llegada y descansos, «no improvisamos nunca», aclara Juez- y vuelta a empezar. A esta hora (09.24 horas) y en dirección opuesta, va mucho más vacío. En San Fernando se suben ocho, frente al Ayuntamiento, cuatro, en Correos, cinco... Por el Paseo de Pereda ni siquiera para porque no hay pasajeros a la vista con intención de subir o bajar.
Salvo por un coche aparcado pocos metros antes de una parada y que dificulta la maniobra, el bus va como un tiro. La vuelta, más menos, otros quince minutos. Sardinero otra vez. «Me llama la atención que este aparcamiento no esté a tope porque no tardas nada en llegar al centro. Diría que esta línea se hizo pensando en eso y creo que está infrautilizada. Ahora llevamos a más gente, pero al principio eran pocos», dice la conductora. De hecho, el primer pico de la ruta es a las ocho de la mañana. Los que dejan el coche y van a trabajar. El otro, cuando suena la campana en el instituto de Las Llamas. «A esa hora no cabe la gente». Pero esta semana no hay cole.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una luna de miel que nunca vio la luz
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.