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Monedas y balas, primeros hallazgos de la excavación junto a la catedral
Los arqueólogos están encontrando restos que corresponden a lo que Pereda contaba en sus relatos sobre cómo era esa parte de Santander en el siglo XIX
José María de Pereda contó en el siglo XIX que el entorno de la actual catedral de Santander «era una zona marginal, de desguace», ... y justamente eso («paisaje industrial») es lo que están documentando los arqueólogos que excavan en la zona aprovechando una obra municipal para reformar las calles Los Azogues y Somorrostro. Las evidencias que van aflorando son escorias propias de la actividad metalúrgica y piedras no originarias de Cantabria, lo que indica que eran lastres de barcos. Los profesionales que están explorando este punto neurálgico de la ciudad distinguen entre abajo (Somorrostro, por donde han empezado, donde estuvo muchos años la conocida como casa-tapón) y arriba (Los Azogues, donde se abrirá más adelante).
En la primera fase, se están localizando, sobre todo, restos de los siglos XVIII y XIX, pero en la siguiente se espera llegar siglos más atrás. Tras un mes de labor, Javier Marcos y Lino Mantecón, ya saben que donde están buscando ahora (enfrente justo de Correos) no encontrarán restos romanos o medievales. Sin embargo, ya han destapado un pozo del que no se tenía noticia y una alcantarilla de la que han salido «muchísimas monedas» con las efigies de Fernando VII, Isabel II, Alfonso XII y un maravedí de 1640. También se han hecho con tres balas de cañón de pequeño tamaño (dos de hierro y otra de piedra) además de trozos de cerámicas, huesos y conchas. Las monedas están bastante mal conservadas por la acidez del suelo y habrá que restaurarlas.
Pero los investigadores defienden el valor de todas estas piezas porque «permiten conocer otra parte de la historia de la ciudad. Todo lo que sacamos del XVIII o del XIX tiene importancia, porque también cuentan una historia concreta», la que coincide con los escritos de Pereda.
«Los restos no son romanos ni medievales, pero también cuentan la historia de la ciudad»
Por el momento, tampoco parece que se vaya a encontrar el barco que el experto en historia naval José Luis Casado Soto siempre pensó que se localizaba en el lugar (un texto ubicaba un buque en esa área). Aun así, Marcos y Mantecón están satisfechos de lo que van sacando porque «son pocos materiales, pero singulares. Pensábamos que, con la casa-tapón habría desaparecido cualquier vestigio». Antes de esta vivienda, el solar estuvo ocupado por la Casona de Ceballos.
Hasta ahora, «las sorpresas» han sido el pozo, de unos 3,60 metros de profundidad (un punto de agua dulce en un ámbito de agua salada), y unas grandes losas que el arquitecto que dirige el proyecto, Clemente Lomba, piensa reutilizar en la obra. Esta corre por cuenta de la empresa Rucecán, contratada por el Ayuntamiento para hacer una gran reforma de toda esa esquina.
Los arqueólogos tienen muchas más esperanzas puestas en la calle Los Azogues, encima de la parte que tienen abierta en la actualidad. En 2018 hicieron un sondeo para localizar la necrópolis medieval que está pegada a la actual catedral y vieron «muertos modernos», si bien están seguros de que los hallarán con centurias a las espaldas y, por eso, están preparados para hacer isótopos que les permitirá definir las paleodietas, las enfermedades que padecieron y las causas de la mortalidad. «Será una necrópolis rica en información».
Como tienen experiencia en este tipo de trabajos (han hecho esta clase de excavación en otros puntos de la región) saben que los huesos que aparecerán cuando se quiten las capas superiores de hormigón de la calle Los Azogues estarán en mal estado. «Lleva tiempo excavar bien un muerto», afirman. En Castro Urdiales encontraron estelas y broches, lo que les invita a esperar que Santander también dará una buena cosecha, toda vez que «fue la ensenada más importante de la cornisa cantábrica» y un punto neurálgico del comercio. Tanta es la expectativa que gestionan incluir esta investigación en algún proyecto europeo: existen planes similares en Santiago de Compostela y en lugares de Suecia y Alemania.
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