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El retorno de las visitas al Palacio de La Magdalena
Santander ·
Grupos de quince personas cada quince minutos pueden entrar al edificio, cuya remodelación ha costado 2'8 millones de eurosEl Palacio de la Magdalena ya recibe visitas de nuevo. Grupos de quince cada quince minutos acceden de forma gratuita, lo que se mantendrá hasta que finalice agosto. Existen dos maneras de conseguir una entrada. La primera -y la más aconsejable- es hacer una reserva a través de internet (www.palaciomagdalena.com). La otra vía es acudir al propio palacio, donde hay que guardar cola, con distancia de seguridad, hasta que haya hueco en alguno de los turnos. Allí, en la entrada del Porche de Carruajes, se mide la temperatura de todos los que entran, que están obligados a lavarse las manos y el calzado con gel hidroalcohólico y vestir mascarilla durante todo el recorrido.
La visita guiada dura unos cuarenta minutos en un itinerario único que se centra en la planta baja. En ella se pasa por diversos espacios. La nueva sala Bringas-Riancho -que, tras la obra, ha unificado dos espacios en uno solo-, el aula de audiencias, el rectorado (antiguos despachos de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg), el comedor principal o el Hall Real, que mira al sur y sirve de salida al exterior para no coincidir con la cola de visitantes que aguardan en la entrada norte.
Desde Castilleja de la Cuesta (Sevilla) llegan a La Magdalena Manuel Cabrera y su pareja. «Es un palacio fabuloso, sobre todo por el enclave, rodeado de varias playas». Este sevillano asegura que han visitado Santander «porque nos encanta visitar grandes ciudades con grandes palacios». Y, concretamente, «la visita está muy bien explicada, por lo que nos vamos encantados».
El acceso es gratuito durante todo el mes de agosto y se puede reservar desde la web del Palacio
Borja Basualdo, santanderino, aunque reconoce que le «ha gustado mucho volver a entrar al palacio», explica que es «una pena que haya una zona que no se pueda visitar». Él se refiere a las plantas subterráneas y superiores, que no forman parte del recorrido. «Queríamos aprovechar que las visitas eran gratuitas en agosto», afirma. Sobre las medidas sanitarias asegura que «son muy correctas y, dentro, todo el mundo ha sido muy respetuoso».
«Nos ha gustado mucho volver a entrar al palacio, pero es una pena que haya zonas restringidas»
Borja Basualdo | Visitante
María del Carmen García ha cambiado el secano de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) por la costa norte. Junto a su marido y su hijo reconocen que el palacio les ha parecido «precioso y muy bien conservado». Además, aprovecha para señalar que «los guías son muy amables». También reconoce que ha hecho fotos del interior «para enseñárselas a unas amigas que no han podido venir». Al salir, le sorprende toparse con «un paisaje espectacular». Y también señala que le hubiera gustado conocer las dependencias personales y «hasta los baños». «Queríamos verlo todo».
«Es un palacio precioso y muy bien conservado. Además, los guías son muy amables»
María del Carmen García | Visitante
Tres millones en obras
El edificio se reabrió el 25 de julio tras ocho meses de obras, que han costado al ayuntamiento 2'8 millones de euros. La intervención más evidente está en la unión de las salas Riancho y Bringas, donde se ha retirado el muro que las separaba y nivelado el suelo. El nuevo espacio se dedicará para reuniones y congresos, como requiere la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Así se unen en una sala los nombres de Javier González Riancho y Gonzalo Bringas Vega, los arquitectos que idearon el edificio a principios del siglo XX.
«El palacio es fabuloso y la visita está muy bien explicada, por lo que nos vamos encantados»
Manuel Cabrera | Visitante
También, se han realizado actuaciones como el acuchillado y barnizado de suelos y la sustitución del piso en el Salón de Baile, el de Familia y en el despacho de Alfonso XIII. Ha sido la intervención más importante en las instalaciones durante los últimos 25 años.
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