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Ni el propio Jesús Fiochi (Santander, 1943) era consciente de que aquel 23 de marzo de 1965 que bajó al Sardinero para coger olas ... terminaría haciendo historia, porque fue el primero en hacerlo; y no sólo en Cantabria, sino que está considerado como el primer español en surfear en aguas nacionales. Lo hizo sobre una tabla roja, una 'Barland' que le mandaron desde Francia. Ella fue su compañera a lo largo de tres años e incontables rompientes, con una relación tan estrecha que no la compartía ni con sus cuatro hermanos y que disfrutó con el Cantábrico casi para él solo, porque lo de surfear todavía estaba lejos de ser una moda. Esa 'Barland' ya no existe, y si queda algo de ella se aprovechó para fabricar otra de la que nada se sabe. A ella le siguieron «otras cien tablas», de las que en la actualidad sólo conserva tres, en su garaje, de dónde no salen desde hace un año por una lesión que obligó a Fiochi a colgar el neopreno tras más de medio siglo. Eso sí, aunque ya no las monta, sí las acaricia todos los días con una sonrisa que dice «qué bonito fue mientras duró».
-¿Ese 23 de marzo del 65 alcanzó a atisbar que el surf llegaría a calar tanto?
-En absoluto. Fue una diversión, una cosa que sabía que se hacía en Hawái, pero en la vida pensé en los ejércitos que ahora se mueven por el agua aquí y en el resto del mundo.
-Hay una leyenda urbana que asegura que tapó con tinta china la marca para que nadie supiera cómo conseguir una...
-Es una leyenda muy exacta (risas). Además, como toda mi vida se ha desarrollado en el muelle como estibador, dije que la tabla había llegado en un barco desde el sitio más lejano que se me ocurrió, desde Australia.
-¿Quería surfear a solas?
-Bueno (silencio). Así es (risas).
-¿Es consciente de que esa tabla hoy valdría un dinero?
-Tal vez, pero me duró tres años y en ese momento era imposible que yo supiera lo que tenía entre manos. En aquella época se despellejaban y se aprovechaba el material para hacer tablas más pequeñas. Ten en cuenta que yo fui campeón de España de surf en el 71 y hasta el 75 no se empezó a dar valor a los títulos como el de ser el primero en surfear aquí. Ahora lo ensalzas porque hace cincuenta años de semejante cosa...
-Tengo entendido que ha cogido olas hasta hace muy poco...
-Hasta hace un año, pero sigo en el lío porque mis tres hijos cogen olas, mis nietos calculo que lo harán en su momento... Yo físicamente estoy muy bien porque soy antiguo nadador y actualmente nado todos los días 500 metros. Pero me caí, me lesioné el hombro y en Valdecilla me dijeron que tenía que dejar a un lado los deportes violentos como el surf porque si me daba un golpe en el brazo se me puede quedar permanentemente pegado al cuerpo. Así que lo valoré y dije que no podía seguir, son etapas de la vida que pasan.
-La salud por delante del surf.
-Eso es. Es que además ahora el agua está conflictiva, con mucha gente, y muchos que no respetan. Ves a surfistas aquí en El Sardinero y en una ola van tres y otro que la rema y también quiere ir, y eso no puede ser.
-Al menos ahora no tiene que debatirse entre el surf y la pesca, su otra gran afición...
-En realidad ahí nunca hubo colisión, yo si tenía que elegir me iba a coger olas siempre, y me gusta mucho pescar, eh.
-¿Qué le atrapó tanto del surf?
-En la entrega de premios por el campeonato de España Carlos Ceda, un periodista afamado de la época, me entrevistó y me preguntó lo mismo que me preguntas tú ahora, y contesté que «si los hombres volaran, nadie cogería olas», es como una sensación de ingravidez. Así que sigue siendo la misma respuesta, si la gente volara nadie cogería olas.
-Por su relación con el mar, hace años que abrió una página web donde se puede ver la previsión meteorológica...
-Es un proyecto para lo que he contado con la ayuda de mi hijo mediano, Santiago, que es informático y en momentos determinados del día llega a haber cerca de 40 personas visitando la web, y lo hacen incluso de Filipinas o Japón. Pero todo esto viene de antes, de siempre mi casa ha estado muy relacionada con la pesca, de aficionados y con los profesionales, y como yo hablo francés e inglés, en la época cogía un programa de radio de banda lateral que emitían desde Francia y yo cogía el parte de ahí y se lo pasaba a los barcos españoles.
-Y actualmente en esa web sigue haciendo un parte diario...
-Eso es, ahora cuando suba a casa veré una previsión inglesa muy buena, saco mis conclusiones y doy parte para mañana y para pasado.
-¿Y acierta o no?
-Sí (directo). Ahora es más fácil, hay muchas armas. Antes los que cogíamos olas mirábamos con mucha atención los mapas para saber si la mar iba a aumentar, prever un viaje a Laredo, a Liencres o a Somo dependiendo de la mar que fuera a venir y los vientos. Pero ahora te lo dan todo hecho.
-¿Y qué está pasando este verano que casi no vemos el sol?
-Aquí todos los veranos son iguales: a veces muy bueno y a veces días no tan buenos. Pero es algo normal.
-Si hace una apuesta, ¿cómo serán las siguientes semanas?
-Buenas, pero es lo que tengo que decir porque tengo muchos amigos hosteleros (risas). No, de verdad creo que va a mejorar, lo creo honradamente.
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