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La imagen es del pasado jueves a última hora de la tarde. El barco, en el dique seco de Astander, con la curiosidad de que aún estaba su nombre anterior (Asterion) junto al nuevo (Connemara). Roberto Ruiz
Últimos retoques para el ferri a Irlanda

Últimos retoques para el ferri a Irlanda

El Connemara partirá finalmente el próximo domingo a Cork en el estreno de la nueva ruta

Álvaro Machín

Santander

Domingo, 29 de abril 2018, 08:06

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Connemara es el nombre de una zona en la costa oeste de Irlanda. Allí está, por ejemplo, la Abadía de Kylemore y una piedra triangular a la que las leyendas le atribuyen el poder de conceder deseos. No es casual que Brittany Ferries decidiera ponerle ese nombre –Connemara– al barco que hasta hace poco completaba rutas por el Mediterráneo conectando Italia y Grecia para otra naviera. Ahora se ocupará de la travesía entre Santander y Cork. En concreto, empezará a funcionar dentro de una semana. Domingo, 6 de mayo. Iba a ser hoy, el 29, pero la puesta a punto del buque con los últimos retoques retrasó los planes. El estreno –partirá a las doce del mediodía– supondrá poner en marcha la primera y única línea de ferri directa entre España e Irlanda. Una conexión por la que pugnaron también los puertos de Gijón y Bilbao. El barco lleva aquí desde el lunes pasado. Primero, en Raos, y estos días, en el dique seco de Astander, en El Astillero.

Hay alguna coincidencia histórica. Hace muy poco se celebró el cuarenta aniversario de la primera escala cántabra de un buque de Brittany Ferries. Línea Plymouth-Santander. Histórico. Para recordarlo, se organizó una exposición en el Palacete del Embarcadero, que se cerrará justo el día en que sale el primer ferri para Irlanda (el domingo próximo). Eso no estaba planeado, porque cuando se anunció la nueva ruta se puso como fecha de inicio el 29 de abril (o sea, hoy). Pero el mismo día que inauguraron la muestra ya anunciaron que el viaje inaugural se retrasaría hasta el día 3 por una demora en la entrega del barco a la compañía. Y finalmente, para contar con algo más de margen (y también debido a que otro barco de Brittany tardó más de lo previsto en dejar un hueco libre en el dique seco de Astander porque el mal tiempo retrasó la tarea), se decidió arrancar con la ruta el domingo próximo.

¿Qué han hecho durante estos días? Pues adaptar un barco y una tripulación a una nueva compañía. «Con respecto al personal, se les ha explicado qué espera encontrarse el pasajero a bordo de un barco de Brittany Ferries. Nosotros tenemos un prestigio que mantener entre nuestros clientes y, para eso, para explicar cómo se hacen las cosas aquí, ha venido gente de la sede en Francia», explica Manuel Pascual, responsable de la compañía en Santander. Eso, traducido a la práctica, supone explicar a los tripulantes cómo tienen que preparar la tienda, qué recetas se preparan para los menús en el restaurante, cuáles son los horarios o los trámites y la documentación que deben presentar los oficiales y capitanes para los embarques. Las «formas de hacer» de la compañía.

Datos de la línea

  • Salidas de Santander Dos por semana. Los jueves, a las 17.30, y los domingos a las 12.00 horas.

  • Salidas desde Cork Igualmente, dos por semana. Los miércoles, a las 11.00, y los viernes, a las 22.30 horas.

  • Duración de la travesía Lo habitual serán 28 horas de viaje. Por cuestiones de horario, el que sale el viernes de Cork tardará 33 horas en llegar a Santander y supondrá pasar dos noches en el barco (llega el domingo a primera hora).

  • El barco La botadura del 'Connemara' fue en el año 2007. Cuenta con 186 metros de eslora y capacidad para transportar a unos quinientos pasajeros. En principio, desde Santander sólo se podrá viajar si uno lleva también a bordo un vehículo.

Trabajos en el barco

La segunda parte tiene que ver directamente con el buque. En Raos, durante los primeros días, se llevaron a cabo las pertinentes revisiones mecánicas. El jueves por la tarde fue ya en dirección a los astilleros. Allí permanece desde entonces. En estos días, entre otras tareas, se ha puesto moqueta en los camarotes, en los que se han renovado colchones, almohadas, ropa de cama... Además, se ha instalado todo el cableado para que el wifi esté disponible en todas las instalaciones y se han adaptado los espacios para cumplir con los protocolos que fija la empresa para el transporte de mascotas. La idea es que el barco quede pintado de blanco, con un logo de la compañía en la chimenea y otro en el casco, pero en el tema de la pintura el buen tiempo (y sobre todo, la lluvia) es determinante.

A las 12.00 horas saldrá del muelle para completar una travesía de 28 horas

Para hacerse una idea de cómo es el Connemara, se trata de un barco gemelo al Etretat, que estuvo en Santander hace algunos años y que suele cubrir la ruta entre Le Havre y Portsmouth (en Santander estuvo para el viaje a esta ciudad).

Los últimos movimientos

Si nada se tuerce estos días, terminados los trabajos, se desplazará ya al muelle, frente a la Estación Marítima durante la tarde-noche del viernes. Tendrá que dejar ese espacio libre por unas horas el sábado para no coincidir con el Cap Finistère, de escala en Santander y que parte de nuevo a las 20.30 horas. Ya nuevamente con el muelle libre, ocupará su puesto para el embarque de pasajeros y vehículos. A las doce del domingo –y no podrá retrasarse porque poco después llegará el Baie de Seine– dejará la capital cántabra con destino a Cork.

Para ese primer viaje, el jueves pasado había ya reservados 87 pasajes (todos con vehículo porque de entrada no se podrá viajar desde Santander sin llevar uno). Hay que tener en cuenta que el retraso ha obligado a la compañía a cambiar de fecha o devolver el dinero a los que ya habían reservado –eso ha causado más problemas en Irlanda que aquí– y que en este viaje inaugural no hay turistas que vengan de regreso. También, que todo lo referente a las mercancías –aspecto clave en esta línea– se reserva «en la última semana». A diferencia de las rutas inglesas, donde entre los pasajeros los españoles son clara minoría, desde la compañía creen que en esta conexión su presencia será algo mayor, «entre otras cosas porque hay una población enorme de españoles que viven en Irlanda».

En cuanto a los precios, para hacerse una idea –y teniendo en cuenta que hay múltiples opciones de viaje y, por tanto, de tarifa– un billete para dos personas con salida el próximo domingo y regreso el viernes 18 llevando el coche a bordo y durmiendo en un camarote interior con literas (incluye ducha y wc) costaba el pasado jueves 698 euros.

La Champions del rugby se deja sentir en Cantabria

«Tenemos cuatro habitaciones reservadas y lo que ha entrado de extranjeros por Booking, que también debe ser para lo mismo. Y si nosotros tenemos eso, el resto también tendrá lo suyo. Para esos días ya hay bastante ocupación», comentan desde la recepción de un hotel de Santander. Hablan del fin de semana del 11 al 13 de mayo, las fechas en las que se juegan en Bilbao las finales de la Champions y Challenge Cup de rugby. Para encontrar alojamiento en las proximidades de la capital vizcaína hay que pagar una fortuna. Todo agotado o a precios disparados. Por eso, como ya contó este periódico hace semanas, la demanda se ha trasladado al 'vecindario'. Castro, Laredo, Noja... Pero las reservas han llegado también hasta Santander. Ryanair esa semana ha reforzado la conexión entre el Seve Ballesteros y Dublín. Más vuelos de ida y vuelta. Para hacerse una idea de la demanda, si uno intentaba reservar un vuelo el pasado jueves para viajar desde la capital irlandesa el miércoles y regresar el domingo saliendo de Cantabria, el billete más barato salía por setecientos euros. Y eso, en lo que no estaba ya agotado.

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