Borrar
Nadal, con su novia de toda la vida, Xisca.
Nadal, el hombre 10

Nadal, el hombre 10

Rafa Nadal es el número uno con la raqueta en la mano, pero su dimensión humana trasciende el deporte. Rara vez alguien concita tanta unanimidad al ser valorado: es el ejemplo a seguir. Un diez

INÉS GALLASTEGUI

Sábado, 13 de octubre 2018, 08:53

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No se puso en la frente el pañuelo de guerra. No buscó miradas familiares entre la gente. No ordenó minuciosamente sus botellas de agua, como hace siempre antes de empuñar la raqueta. Simplemente agarró el escobón y se puso a achicar barro de un edificio anegado, como cualquiera, como uno más de las docenas de vecinos que sintieron la riada de Sant Llorenç des Cardassar, el pueblo de su abuelo, como una tragedia íntima. El gesto de Rafa Nadal (Manacor, 1986) dio la vuelta al mundo y encumbró a un deportista que ya estaba en la cumbre. Un hombre que, en el país donde la envidia es, con permiso del fútbol, el deporte nacional, concita un consenso casi unánime por sus valores en el tenis y en la vida. «Ser un gran campeón y buena gente es una combinación irresistible», resume el periodista John Carlin, su biógrafo.

Apegado a su familia y a su tierra, humilde, luchador, accesible, simpático, tenaz, atractivo, con el poder físico y la fuerza mental de un extraterrestre. Se dice pronto, pero si uno se pone a repasar la lista de nuestros grandes atletas no es fácil encontrar a alguien que reúna ni la mitad de esas virtudes. Campeones como Fernando Alonso, Sergio García, Gerard Piqué o Cristiano Ronaldo han tenido encontronazos con los medios, peleas de gallos con los rivales o actitudes desagradables hacia sus admiradores. Los superhéroes del deporte, jóvenes millonarios sometidos siempre a la lupa del público, se muestran a veces engreídos, caprichosos, ególatras y volubles. A Rafa no se le conoce un mal gesto.

«Es un deportista espectacular, pero es muy normal como persona: sencillo, natural, con sentido del humor, amigo de sus amigos...», recuerda Igor del Busto, periodista y presidente de la Federación Vasca de Tenis. Y se corrige: «Normal quizá no es la palabra; no hay mucha gente como él».

La decisión de abrir las instalaciones de su academia y su centro deportivo en Manacor a medio centenar de personas que no tenían dónde dormir después de las inundaciones y su participación en las tareas de limpieza junto a su amigo y fisioterapeuta Titín (Rafael Maymó) fueron muy celebradas por los medios, pero no chocaron a quienes le conocen bien. «Rafa siempre ha demostrado ser una gran persona y alguien que se preocupa por los demás, así que no me sorprende que haya hecho algo así. Ese es el tipo de persona que es; solidaria, el mejor modelo a seguir que tenemos», afirma la tenista Garbiñe Muguruza desde Hong Kong, donde ayer venció en cuartos de final del WTA a la tailandesa Luksika Kumkhum.

Imagen principal - Nadal, el hombre 10
Imagen secundaria 1 - Nadal, el hombre 10
Imagen secundaria 2 - Nadal, el hombre 10

John Carlin, que siguió durante meses al tenista para escribir su biografía en primera persona, 'Rafa. Mi historia' (ed. Urano), se enteró de la riada y supo que él estaría allí, con los suyos: «Es un gesto más allá de la retórica, absolutamente genuino y consecuente con la persona que es».

Un caballero en la cancha

Todo el mundo coincide en que la clave de la sencillez del tenista está en su familia -incluida María Francisca, su novia de toda la vida-, un auténtico clan al que está estrechamente unido y con el que siempre comparte sus triunfos. El niño bueno y educado se fraguó en casa y creció en las canchas. Rafa es un caballero en un deporte de caballeros. Nunca ha roto una raqueta con rabia. Jamás olvida saludar con generosidad a su rival al final de un partido, gane o pierda.

«Es un hombre muy equilibrado -subraya Del Busto-. Tiene una relación extraordinaria con la mayoría de los jugadores, incluso con Federer y Djokovic. Y eso, entre números uno, es muy difícil». Su vínculo con el tenista suizo es un capítulo aparte. Tras disputar el 'partido del siglo' en la final de Wimbledon de 2008 con victoria del español, han mantenido una de las rivalidades deportivas más épicas y elegantes que existen, y se muestran un respeto a prueba de agónicos tie-breaks.

Eso no significa que sea un santurrón, con o sin raqueta; ha tenido varias peloteras con árbitros y no se calla opiniones controvertidas: este año abogó por la celebración de elecciones generales, justificó la 'brecha salarial' de las tenistas y defendió a Roland Garros frente al polémico traje de Serena Williams.

Parte de la responsabilidad de la humildad del jugador es de Toni Nadal, que le entrenó con mano de hierro desde los 4 años hasta 2017, cuando fue sustituido por Carlos Moyá. «Mi tío Toni, el preparador de tenis más inflexible que existe, es por lo general la última persona del mundo en ofrecerme consuelo. Me critica incluso cuando gano», asegura Rafa en sus memorias. Como si conseguir 17 'grand slams' y convertirse en el mejor jugador del planeta fuera un deber. Ambos han admitido en varias ocasiones que, a menudo, la presión era excesiva.

Para la especialista en coaching deportivo Ruth Chiles, en Nadal coinciden una fortaleza innata, los hábitos que le han inculcado desde pequeño y su propio trabajo ya de adulto. «Hablo mucho con entrenadores y deportistas sobre el aspecto mental del deporte y hay muchos que le quitan importancia; están muy enfocados en la parte técnica de su juego. Rafa ha sido visionario al conceder importancia a ese aspecto mental», afirma la experta.

Vivir con el dolor

Zoraida Rodríguez, psicóloga del Mallorca, el Córdoba o el Recre, resalta que educar a un niño en la cultura del esfuerzo y enseñarle a sobreponerse a los contratiempos es tan útil en el deporte como en la vida. «Su tío se tomó la libertad de entrenarlo como quiso, no como lo hubiera hecho con un cliente», subraya. Adquirir fortaleza mental, tolerancia a la frustración y control de los nervios en la infancia, antes de que aparezcan problemas de rendimiento, es una gran ventaja, porque esos valores ya son «una forma de ver la vida». Al mallorquín le han servido para mantener su ambición y no hundirse durante sus largos periodos sin competir.

Porque su carrera deportiva ha estado llena de dolor. Hace unas semanas se retiró de las semifinales del US Open y renunció a la gira asiática por un agravamiento de su lesión en la rodilla derecha, pero antes ha tenido problemas con los pies, las muñecas y la espalda. Aunque tenga un físico espectacular, Nadal no está hecho para esta disciplina. Lo explica John Carlin: «Federer es un animal que nació para jugar al tenis, como un pez nace para nadar en el agua: su cuerpo está perfectamente adaptado para ello y a los 36 años es uno de los mejores y casi nunca se lesiona. A Rafa solo hay que mirarle: tiene más pinta de futbolista o jugador de rugby y, aunque atesora un enorme talento, hay algo contra natura en su matrimonio con este juego».

«Es un portento físico, tiene una capacidad de recuperación espectacular y una cabeza como pocos», resume el traumatólogo Mikel Sánchez, que comenzó a tratar las dañadas rodillas de Nadal en su clínica de Vitoria en 2010 con plasma rico en factores de crecimiento, un tratamiento novedoso para lesiones agudas de músculos, tendones o ligamentos o daños degenerativos por «sobreuso», caso de los deportistas profesionales. «Las tenía muy mal, llevaba tres años muy fastidiado y se repuso. Luego ha tenido otras lesiones y, aunque hay quien dice que no va a salir, siempre sale». ¿Se recuperará? «Es un hombre capaz de hacer cosas increíbles, por su capacidad de sacrificio y su mentalidad. Con Rafa nunca se sabe».

Su imagen con botas de agua y un chandal sucio de lodo fue comparada en las redes con la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, que aterrizaron en la isla impecablemente vestidos para expresar su apoyo a los afectados por el desastre. «Este quiere ayudar. Este, salir en la foto», rezaban algunos 'memes'. Pero también hubo quien acusó al jugador de intentar promocionarse a costa de la desgracia ajena.

El sociólogo y experto en comunicación audiovisual Javier Cantón recuerda que Nadal no quiso dar publicidad a su presencia y la de sus amigos en el pueblo damnificado, que estaba justificada porque es la tierra en la que nació. Los políticos luchan por conseguir visibilidad; los deportistas, como nuevos héroes de la sociedad moderna, se convierten, a veces a su pesar, en modelos.

«No necesita notoriedad ni postureo. No tiene que quedar bien ni vender nada. Solo necesita jugar y ganar», zanja el presidente de la federación vasca. Según 'Forbes', Nadal ocupa el 33º puesto entre los deportistas mejor pagados del mundo, tiene una fortuna de 300 millones de euros y el año pasado ingresó 27, la mayor parte de patrocinadores como Nike, KIA, Mapfre y Banco Sabadell.

Un gesto solidario que dio la vuelta al mundo

La imagen de Rafa Nadal sacando barro de un taller anegado en Sant Llorenç des Cardassar, donde diez personas murieron y 200 fueron desalojadas por una avenida de agua, dio el miércoles la vuelta al mundo. Su gesto solidario puso en el mapa este pueblo pegado a Manacor, localidad natal del tenista, y a diez kilómetros de Porto Cristo, donde vive. La foto fue portada de 'The Times' y apareció en 'La Gazzetta dello Sport', 'L'Equipe' y la BBC. Así se enteraron de la tragedia, por ejemplo, Roger Federer y Novak Djokovic, que enviaron sus condolencias a la población. «He visto a Rafa ayudando en los pueblos alrededor de donde él viene. Es súper inspirador. Sabes que tienes todo nuestro apoyo, Rafa», dijo desde Shanghái el campeón suizo. Amigos como Marc Márquez, Ricky Rubio o Carlos Sáinz también alabaron la actuación del manacorí.

Pero hubo algunas voces discordantes. Una de ellas, la de la «doctora en Periodismo y modelo» Carmen López, que acusó al tenista de hacer marketing a costa de un desastre natural y desenterró de la hemeroteca los problemas del jugador con Hacienda, que en 2012 le obligó a cambiar de domicilio fiscal. La tuitera, conocida sobre todo por su portada de 'Interviú' y por intentar que el Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta, del que era edil por Ciudadanos, le pagara sus viajes a Estados Unidos, recibió un aluvión de críticas. «Siempre hay gente mezquina», sentencia John Carlin.

Su faceta solidaria no es nueva: hace ya diez años creó junto a su familia la fundación que lleva su nombre para ayudar a niños desfavorecidos en España y en India. Su madre, Ana María Parera, recordaba que la idea se fraguó tras el viaje de un Rafa adolescente al país asiático, del que regresó espantado por el contraste entre el lujo de su hotel y las penosas condiciones de la vida en la calle.

«Me atrevería a decir que es el deportista más grande de la historia de España y los españoles ven en él un reflejo que alimenta la autoestima nacional. Pero, por otro lado, ven a un buen tío -señala el escritor británico-. En mi trayectoria periodística he conocido a mucha gente rica y famosa y mido su valor como personas por su trato con quienes no les aportan dinero ni ventajas en su carrera. Rafa muestra con la gente normal, los sobrecargos de los aviones, los camareros o los fans, la misma cortesía que mostraría con el Rey».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios