El edificio del Regio refuerza sus cimientos para poner fin a las grietas en las viviendas

El problema surgió hace más de una década, cuando vecinos del número 34 detectaron las primeras grietas en sus pisos, construidos a mediados de la década de los años 60 del siglo pasado, época en la que creció el barrio en el que se encuentra el edificio (La Inmobiliaria). El ingeniero técnico contratado por la comunidad de propietarios determinó que los daños eran ocasionados por fugas en la red municipal de abastecimiento de agua, valoración que el Ayuntamiento rechazó.

Finalmente, el asunto se resolvió por vía judicial y el juez decidió en 2017 estimar parcialmente el recurso presentado por la comunidad de propietarios contra la resolución del Consistorio por la que desestimó la reclamación patrimonial planteada a raíz de los daños sufridos en los cimientos y las viviendas. El magistrado entendió que procedía revocar la misma, dejarla sin efecto y declarar la responsabilidad del Ayuntamiento, la empresa municipal Aguas Torrelavega y la firma de seguros Allianz en el 80% de la cantidad reclamada, es decir, 50.402 euros.

Sin embargo, los problemas de inestabilidad en el edificio continuaron, tras detectar los vecinos nuevas grietas en los pisos, esta vez también en el otro portal, el número 32. En esta ocasión, el ingeniero técnico contratado para evaluar el estado del inmueble señaló como origen del problema el desgaste natural del terreno ocasionado por corrientes de agua en la zona.

Los vecinos, preocupados, volvieron a confiar en los técnicos para buscar una solución y estos determinaron que lo mejor era actuar en la planta baja, concretamente en la zona ocupada por la antigua discoteca Regio, para evitar que sigan apareciendo grietas en las viviendas. Tras obtener la correspondiente licencia municipal y contratar a una empresa especializada, hace varias semanas comenzaron los trabajos para consolidar la estructura, que, según los técnicos, en ningún momento ha corrido el riesgo de venirse abajo.

El edificio tiene cerca de medio centenar de pisos y en algunos se han colocado en los últimos años testigos para comprobar si las grietas se siguen abriendo. El inmueble, como todos los que tienen más de 50 años, fue sometido a un informe sobre su estado, estudio técnico que arrojó un resultado desfavorable, lo que obligó también a los propietarios a actuar para estabilizar la estructura de hormigón.

Son varios los edificios de Torrelavega en los que los vecinos han tenido que resolver situaciones similares por la inestabilidad del terreno. El propio Palacio municipal está siendo sometido a obras de refuerzo de su estructura, con la inyección de más hormigón del previsto inicialmente, con el fin de consolidar los cimientos del emblemático edificio, desalojado por su mal estado desde hace varios años.