«Lo nuestro es sembrar, no recoger»
Las monjas del Hogar del Transeúnte reciben un homenaje mientras la continuidad del centro sigue en el aire
«Os toca a todos los torrelaveguenses que esa semilla que decís hemos sembrado siga fructificando, que no se quede solo en palabras». La frase ... es de Mari Carmen, una de las dos monjas franciscanas que han gestionado el Hogar del Transeúnte en los últimos años y que ayer recibieron el homenaje de la ciudad tras alcanzar la jubilación. Las religiosas confían en que el servicio, que cierra hoy después de 34 años, tenga continuidad como afirmó el alcalde, Javier López Estrada, que encabezó la nutrida representación de la sociedad de Torrelavega que acudió al sencillo y emotivo acto, celebrado en la Sala Mauro Muriedas.
«Gracias por el reconocimiento -dijo Mari Carmen-, nos quedamos asombradas. Lo nuestro es sembrar, aunque muy pocas veces nos toca recoger la cosecha. Parece que dejamos mucha semilla, pero también ha habido alguna hierba mala. Esperamos que no cometáis algunos de nuestros errores. Algunas veces hemos tenido que tomar decisiones poco evangélicas». Su compañera, Águeda, resumió su sentir en pocas palabras. «Como franciscanas -señaló-, con humildad y sencillez, nos llevamos todo el recuerdo de esta tierra que nos ha acogido y querido. Hemos tenido todas las ganas e ilusión de hacerlo lo mejor posible. Os queremos de verdad».
La concejala de Bienestar Social, Laura Romano, condujo el acto y fue la primera en intervenir. Afirmó que, aunque accedió al cargo recientemente, sí ha tenido la oportunidad de apreciar y admirar «la dedicación y compromiso» de las homenajeadas. Romano agradeció a las religiosas la «indispensable tarea» que realizaron con «cariño, entusiasmo y mucho trabajo».
«Nosotros nos tenemos que ocupar de ampliar el legado que dejáis y así lo vamos a hacer»
javier lópez estrada, alcalde de torrelavega
Después tomaron la palabra algunos de los regidores municipales -dos disculparon su ausencia- que ha tenido Torrelavega en las últimas décadas. Blanca Rosa Gómez Morante dijo que Mari Carmen y Águeda, como el resto de sus compañeras, han venido desarrollando durante este tiempo una labor «comprometida y valiente». «Si hay una característica que os distingue -explicó- es que llegasteis en silencio y queréis iros en silencio, siempre alejadas de los reconocimientos, pero sería ingrato no hacer esto como Corporación. Aquí veo gente que formó parte de aquella parroquia de La Asunción de la que surgieron movimientos sociales a principios de los años ochenta, entre ellos el Hogar del Transeúnte, para dar respuesta a los más desfavorecidos». «No era un centro de acogida -añadió-, era un hogar al que se miraba con cariño y respeto. Nuestro agradecimiento sincero al deciros hasta luego, nos habéis ayudado a hacer una Torrelavega mejor».
«Algunas veces hemos tenido que tomar decisiones poco evangélicas»
mari carmen varona, monja franciscana
Lidia Ruiz, emocionada, señaló que las monjas han hecho con su trabajo que tenga más sentido la afirmación de que Torrelavega es una ciudad solidaria, acogedora. «Habéis hecho que el Hogar del Transeúnte no fuera visto como algo frío, institucional. Habéis hecho de unos módulos prefabricados una verdadera casa, un hogar más de Torrelavega. Por él han pasado miles de usuarios, unos solo de paso y otros, los que se quedaban, les ayudabais a curar sus miedos, sus adicciones, y les devolvíais la ilusión, la esperanza, una nueva vida. Gracias por haber hecho de cocineras, enfermeras, psicólogas, hermanas y madres».
José Manuel Cruz Viadero también tuvo palabras de elogio y agradecimiento para las religiosas, que también estuvieron arropadas por concejales, exconcejales, representantes de entidades sociales... «Habéis dado todo por Torrelavega -indicó-, por la gente que más lo necesita, la que no tiene nada. En ese Hogar no solo han encontrado comida y alojamiento, sino también comprensión y cariño, un trabajo que jamás podremos pagar. Vosotras habéis sido uno de los pilares de esta ciudad solidaria».
El alcalde actual, Javier López Estrada, que entregó una placa a las homenajeadas, fue el último en intervenir y se sumó a los agradecimientos: «Dicen que nadie es insustituible, pero vosotras sí lo sois. El Ayuntamiento os dejó en vuestras manos la atención a las personas necesitadas que se acercaban a la ciudad y lo habéis hecho de forma entregada. Sois una parte de esa Iglesia a la que amamos y admiramos porque su labor encomiable». «Dejáis un legado importantísimo en nuestro corazón -agregó- y nosotros nos tenemos que ocupar de ampliarle y así lo vamos a hacer. Nos hemos comprometido a transformar el Hogar del Transeúnte en un nuevo centro de acogida, adaptado a las nuevas necesidades». López Estrada ha insistido en que, mientras se construye el edificio, el servicio será prestado por una entidad social cuyo nombre se desconoce.
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