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La puerta destrozada a golpes con una maza y un ariete.
Acuchilla por la espalda a su hija de dos años en Valencia y se entrega a la Policía

Acuchilla por la espalda a su hija de dos años en Valencia y se entrega a la Policía

Una de las puñaladas le perforó un pulmón y un agente rescató a la pequeña por un agujero que abrieron a golpes en la puerta blindada

JAVIER MARTÍNEZ

Lunes, 16 de enero 2017, 10:14

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Un hombre de 49 años acuchilló a su hija de dos años por la espalda en una vivienda de Benifaió (Valencia) y luego acudió al retén de la Policía Local de esta localidad para entregarse tras creer que había matado a la niña. Los violentos hechos ocurrieron sobre las once de la mañana de ayer en un domicilio de la avenida Caixa d'Estalvis.

Tras asestar dos cuchilladas a la menor en la espalda y el tórax, el individuo salió de la casa, cerró la puerta y se trasladó a la calle Nou de Benifaió, donde se encuentra el retén de la Policía Local. El hombre de nacionalidad etíope creía que había matado a su hija cuando entró en las dependencias municipales. Estaba tranquilo, aparentemente, pese a la atrocidad que acababa de cometer, y le dijo a una policía que acababa de acuchillar a su hija pequeña en su casa.

Se da la circunstancia de que la madre de la niña es la etarra Sara Majarenas Ibarreta, miembro del comando Levante de ETA detenida en Valencia en febrero de 2005 cuando planeaba un atentado contra Rita Barberá, entre otros ataques. La niña ha estado conviviendo con la madre en diferentes cárceles y la etarra se encuentra actualmente cumpliendo condena en la prisión de Picassent. La niña convive con ella pero los fines de semana puede abandonar la cárcel para estar en casa de un familiar cercano, como había sucedido en esta ocasión.

La agente engrilletó al individuo y avisó de inmediato a una patrulla de la Policía Local y a la Guardia Civil para que acudieran con urgencia al domicilio de este hombre, concretamente a una vivienda situada en la séptima planta de un edificio, en el número 17 de la avenida Caixa d'Estalvis, cerca del parque de Valmontone en Benifaió.

Ante la posibilidad de que la niña estuviera viva, como así fue, la Policía también avisó al médico del centro de salud y al teléfono de emergencias 112 para que la menor recibiera asistencia sanitaria lo antes posible. Los agentes subieron hasta la séptima planta del edificio y llamaron a la puerta blindada, pero nadie contestó ni abrió. También la golpearon con una maza que llevaban en el coche patrulla, y después utilizaron un ariete de la Guardia Civil para hacer un agujero en la lámina de madera de la parte superior de la puerta.

Un policía local, el más pequeño y delgado de los agentes que estaban en el rellano, logró entrar por la abertura y encontró a la menor gravemente herida en una habitación. La pequeña lloraba y tenía la espalda ensangrentada. El policía local cogió a la niña en brazos y la pasó por el agujero de la puerta para que la cogieran los guardias civiles y el otro agente municipal.

La vida de la menor pendía de un hilo en ese momento porque tenía una cuchillada en la espalda. La herida había sangrado durante mucho tiempo hasta que el médico la taponó con una venda esterelizada en el rellano del edificio. Luego llegó una ambulancia del SAMU para trasladar a la pequeña al Hospital Universitario de la Ribera, donde fue intervenida quirúrgicamente. Según informaron fuentes médicas, la cuchillada que le asestó su padre le perforó un pulmón. La niña fue derivada después a La Fe y la ingresaron en la unidad de cuidados intensivos.

Los golpes que propinaron los policías y guardias civiles con la maza y el ariete despertaron a los vecinos. Uno de ellos se asustó y llamó al 112. «Creía que estaban matando a alguien. Ha sido espantoso», afirmó María R. «Luego ha venido un guardia civil y me ha dicho que han roto la puerta para salvar a la niña», añadió la mujer con el rostro cariacontecido. Dentro del piso se encontraba un amigo del padre de la menor, aunque esta persona estaba escuchando música con unos auriculares en su habitación y no oyó los lloros de la pequeña ni los golpes.

El detenido nació en Etiopía pero tiene nacionalidad griega y reside en España desde hace tiempo. La madre de la niña, la etarra Sara Majarenas, es natural del País Vasco y cumple condena en la prisión de Picassent. Tras leerle sus derechos e informarle también del delito que motivó su detención y del estado grave de su hija, el hombre fue trasladado a un calabozo. La Guardia Civil se hizo cargo de las investigaciones y de las diligencias para entregarlas al juez de guardia en las próximas horas.

Dos días antes de la brutal agresión, el padre de la menor escribió en su perfil de Facebook una frase preocupante: «Dios protégeme de los amigos» porque «ya sé quienes son mis enemigos. Amén». También puso en tela de juicio un comentario compartido por un amigo que definía la paciencia «como la llave que abre la puerta de la felicidad» para poner fin a la ansiedad.

Tutela de la niña

Por otra parte, la Generalitat va a asumir la tutela de la niña, según han informado fuentes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Las mismas fuentes han precisado que la Conselleria estudiará el caso para determinar cuál es el recurso de acogimiento más adecuado para la menor. La niña se encuentra estable dentro de la gravedad e ingresada en la UCI de Pediatría del Hospital La Fe de Valencia, según ha informado el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues.

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