«Si mi hermano Mark me invitase a tocar con él, no podría decir que no»
David Knopfler MúsicoEl cofundador de Dire Straits recala en Santander mañana, jueves, dentro de una gira nacional que sirve de anticipo a su nuevo trabajo discográfico
JOSÉ AHUMADA
Miércoles, 16 de febrero 2011, 12:26
Su nombre está íntimamente ligado a una de las bandas más míticas del pop-rock contemporáneo: Dire Straits. Pero David Knopfler no cree en la relevancia de la fama sino «en hacer las cosas que te dicta tu corazón», una forma de entender la vida que también ha marcado su carrera musical desde que se apeó de aquel grupo a finales de los ochentas y separó su trayectoria de la de su hermano Mark. A este músico que cambió el torbellino de la fama por una vida familiar en el campo le gusta establecer una cierta relación de intimidad con su público, algo que también intenta trasladar a sus actuaciones. Se podrá comprobar este jueves, a las 20.30 horas, en el teatro de la Obra Social de Caja Cantabria. Este concierto servirá a David Knopfler de preludio para una nueva incursión en el mundo discográfico y para inaugurar la programación cultural de la institución cántabra.
-Siempre ha reconocido que cuando formaba parte de Dire Straits le resultaba difícil sacrificar su libertad creativa. ¿No merecía la pena ese esfuerzo con tanto éxito?
-Fue divertido ser fundador de la banda, pero no podía sospechar que se convertiría tan rápidamente en un simple vehículo para las aspiraciones de mi hermano mayor. Cuando colaboro con otros músicos prefiero que, además de su habilidades técnicas, pongan toda su creatividad al servicio del proyecto. De esa manera, la canción que creo 'en bruto' puede transformarse durante el proceso... es algo que requiere confianza y valentía, y que a veces te ofrece recompensas insospechadas, momentos de absoluta trascendencia; otras veces debes seguir adelante con una canción que no refleja la visión que esperabas. Todo ello es consecuencia de una forma de entender la vida: la de un grupo de personas libres e iguales trabajando juntas y de forma constructiva o la de un régimen de terror. Mis tendencias políticas son liberales -de izquierdas- y se reflejan también en mi forma de enfocar el trabajo creativo.
-¿Alguna vez se ha arrepentido de dejar Dire Straits?
-En algún momento, de forma puntual, me he arrepentido pero por la falta de esos cheques con tantos ceros que hubiera recibido si me hubiera quedado. Pero en el ámbito creativo, nunca.
-'Sultans of swing' fue la llave del éxito. ¿Cómo sucedió?
-No recuerdo mucho de aquello, pero la primera vez que lo sacamos en Gran Bretaña no fue un éxito. Tuvimos que trabajar mucho en Holanda para conseguir triunfar allí, y después en Alemania; y así, país por país, hasta que llegó el bombazo de Estados Unidos, y entonces lo tuvieron que volver a editar en Gran Bretaña.
-Cuando abandonó la banda lo hizo para seguir su propio camino. A cambio, ganó tiempo para dedicar a la familia a la composición, al arte, a las causas solidarias... ¿Podría hacer un resumen de todo ello?
-Pues es difícil, pero me imagino que algún día lo intente el encargado de escribir mi necrológica. Básicamente me adhiero a la filosofía de Joseph Campbell que dice que si sigues tu corazón, tendrás una vida más satisfactoria. Yo antes tenía una agenda con seiscientos nombres... y la quemé a finales de los ochenta. Ahora sólo veinte personas tienen mi número de teléfono, lo que significa que cuando suene sé que me voy a poner muy contento sea quien sea el que me llama. ¡A eso lo llamo yo progreso!
-En España su nombre no es muy conocido. ¿Cree que ha sido el precio a pagar por desarrollar una carrera independiente?
-En cierto sentido, he tenido a España un poco abandonada, no por decisión propia, sino porque las cosas han salido así. Hice una breve visita promocional aquí cuando saqué uno de mis primeros discos y actué en un pequeño concierto con Paul Brady, pero no recuerdo exactamente cuándo fue. Lo que pasa es que yo no pienso en lo que hago como en 'una carrera'. Si muriera mañana, no creo que fuera muy relevante que dijeran: 'tuvo una carrera y pagó su hipoteca'. El papel que cumplen las compañías discográficas ha disminuido radicalmente desde mediados de los noventa... pero yo me he podido dar a conocer en otros mercados. El éxito comercial no ha estado nunca, ni remotamente, dentro de mis principales objetivos. Por cada artista como yo, que sigue mejorando en lo que hace después de treinta años, hay quinientos 'exitosos' que llegan y desaparecen, igual que las campañas publicitarias de la televisión vienen y van. Pero así es como funciona el arte ahora.
-Fue uno de los primeros músicos que ofreció su trabajo en Internet.
-La industria lleva dieciséis años cambiando de sitio el mobiliario en un Titanic que se hunde. Comencé a vender mis cedés online en 1995, cuando usar Internet para hacer negocios estaba mal visto, porque era terreno de académicos y ociosos. Entonces tuve que aprender cómo colgar las cosas en la Red; hace tanto tiempo de aquello que dudo que ahora pudiese hacer la página web más simple.
-Cuando visite Santander, tocará en un teatro; antes lo hacía en estadios. ¿No lo echa de menos?
-Tocar en estadios es la forma más impersonal de ofrecer música y los teatros son exactamente lo opuesto. Hace un par de meses realicé tres shows en un pequeño teatro de Malta; hubiera podido tocar una noche en un sitio tres veces más grande pero no me hubiera resultado tan gratificante. De esa manera, pudimos ver algo de Malta, hacer algunos amigos nuevos, pasarlo bien y tocar en un ambiente más familiar. Creo que la acústica y la atmósfera que hay en un teatro son imposibles de mejorar.
-¿Sigue notando la influencia de Dire Straits en su música?
-Algunos probablemente lo hagan. Yo, sin embargo, veo la influencia de David Knopfler en la música de los Dire Straits.
-¿Qué cree que el público santanderino espera de su concierto?
-Música buena, una buena ración de entretenimiento y quizá tenga curiosidad por saber qué es lo que me ha traído hasta aquí.
-Avance algo sobre sus próximos proyectos...
-Más giras, más discos y espero que más tiempo para mi familia.
-¿Hay posibilidad de verle compartir escenario con su hermano Mark?
-Si me invitase a tocar con él, no podría decir que no.
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