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F. FERNÁNDEZ-CUETO
Viernes, 9 de septiembre 2011, 02:04
Después de meses de espera, de trabajo con los perros en el monte, de puesta a punto de las armas, la temporada, por fin, echa a andar en la Reserva del Saja. Como siempre en estos primeros compases del año cinegético, todos los comentarios giran en torno a las expectativas con que se afronta la campaña y, en términos generales, y como ya ocurriera en los últimos ejercicios, éstas son muy positivas.
El verano lluvioso ha permitido que las hembras hayan criado con cierta comodidad, lo que se traduce en buenas camadas que han conseguido sacar adelante. Este factor, unido a los numerosos ejemplares que poblaban los montes cántabros, especialmente los de la Reserva, cuando se cerró la pasada temporada, hace prever que, de nuevo, abundarán los jabalíes. Eso sí, también como siempre, en unas comarcas lo harán más que en otras. En este sentido, es inevitable hablar de Liébana, la 'joya de la corona' de este espacio cinegético.
A la sombra de los majestuosos Picos de Europa los jabalíes son abundantísimos, algo que, aunque en cifras menores, también se puede trasladar al resto de las comarcas. Así, en la de Rionansa, sobre todo en sus montes altos, los de Polaciones, tampoco se pueden quejar. Campoo, Cabuérniga y Valdeiguña, las otras tres áreas de la Reserva, también parecen gozar de buena salud, aunque eso sí, nadie espera que se llegue al nivel de las otras dos zonas.
Testimonios claros
Sólo hay que hablar con alguno de los monteros que durante los últimos meses haya acudido al monte para tener constancia de que hay 'cerdos salvajes'. Y muchos, según aseguran algunos de ellos. Los ganaderos también tienen pruebas de ello. Los daños en sus fincas, o en las zonas de monte limpias donde pastan sus ganados, aseguran en muchos casos la presencia de los suidos.
Todos estos 'testimonios', parecen garantizar la presencia de jabalíes en la práctica totalidad de los montes de la Reserva. Otra cosa será poder hacerse con alguno de ellos. Y es que a nadie se le escapa que por mucha ilusión que haya, que la hay, y por mucha voluntad que se ponga, que se pondrá, las fechas en las que nos encontramos no son las mejores para poder cazar. No lo son para los monteros, que tendrán que vérselas con el calor y con el poco entrenamiento que, todavía, tienen sus perros. Recurriendo a términos futbolísticos, podría decirse que ahora comienza la pretemporada. Tampoco son buenos momentos para los que se queden en los puestos, para los tiradores. La abundancia de maleza propia de estos meses de final de verano pondrá un obstáculo añadido a la ya de por sí difícil tarea de dar en el blanco.
Las zonas acotadas
Si la Reserva abre sus puertas este domingo, los cotos ya lo hicieron el pasado y, a tenor de algunos resultados, se puede decir que el arranque de la campaña cumplió con las mejores expectativas. Se vieron jabalíes y también se mataron (algunos bastante buenos), como el que se cobró en el coto de Arenas de Iguña. También en la zona sur de la región hubo algunas buenas 'perchas'. Todos estos datos hacen presagiar una temporada que, como lo fuera la pasada, será bastante buena.
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