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JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZ
Lunes, 6 de febrero 2012, 09:54
La suerte está claro que no acompaña a Alto Campoo. Después de un invierno sin nieve, que frustró cualquier remota aspiración de apertura, el temporal de esta última semana llevó la esperanza hasta la estación de esquí cántabra, que el pasado miércoles pudo abrir sus puertas por primera y hasta ahora única vez en toda la temporada. Una jornada de escasa asistencia de público, apenas 200 esquiadores, pero ideal para la preparación y toma de contacto de las pistas para el fin de semana, cuando se esperaba recibir una avalancha de esquiadores deseosos de estrenar las nieves vírgenes de Alto Campoo.
Pero tampoco hubo suerte, ya que el temporal de viento y nieve impidieron abrir la estación para la práctica del esquí, tanto el sábado como el domingo, extendiendo aún más esa especie de maldición que rodea a las instalaciones de Cantur, que, por unas razones u otras, no acaba de poner en marcha la temporada, con lo que eso supone para el turismo y la hostelería.
A primeras horas de la mañana del domingo, la web de Alto Campo ya anunciaba otro día frustrado: tras visitar los operarios las pistas, se vieron obligados a colgar ese 'Cerrado por condiciones meteorológicas adversas' tan odiado por los esquiadores. El fuerte viento, que hacía peligroso el uso de los remontes, y la escasa visibilidad en algunas pistas hacía imposible la apertura del que sería el primer domingo de la temporada. Hasta la temperatura acompañaba, porque había subido hasta los 0 grados. Unas horas más tarde, desde su despacho con vistas a Pidruecos, Calgosa y El Cuchillón, José María Fernández, director de la estación, explicaba que las pistas están preparadas y en buenas condiciones para abrir (existe nieve polvo con un espesor entre 35 y 55 cm), pero que «lo primero es la seguridad: con este viento es imposible utilizar los remontes».
Fernández alegaba que la mayoría de las pistas del norte de España, incluidos Formigal o Astún en los Pirineos, han estado cerradas este fin de semana y que hasta Sierra Nevada ha tenido habilitados sólo 6 kilómetros esquiables. «Lo de Alto Campoo no es un hecho excepcional», aseguraba. Pero el disgusto no se lo quita nadie a los que ya habían sacado los esquíes y las tablas del armario tras las nevadas caídas durante la semana.
Prevenidos por las condiciones y su experiencia, los esquiadores ni se acercaron ayer hasta Alto Campoo a probar suerte, dejando para la retina estampas curiosas como el espeso manto blanco que cubría el aparcamiento casi completamente vacío de la estación mientras arreciaba la tormenta de nieve y viento. Al margen de un retén mínimo de operarios de Cantur, sólo una decena de valientes se atrevieron a media mañana a calzar las cadenas a sus vehículos para acercarse hasta la zona para jugar con la nieve, el único divertimento posible. Fue el caso de una familia moldava, los Bulmaga, residente en Santander, que echan de menos el frío de su país y fueron a su encuentro en Alto Campoo. «A estas alturas del año allí estaríamos a 30 grados bajo cero, necesitamos la nieve», relataba Nicolae.
Cerca, en el pueblo de Brañavieja, bajo la mirada imponente del hotel La Corza Blanca, completamente vacío de residentes durante el fin de semana, Ángel, Santiago y la pequeña Ana, junto a otros amigos de Santander y Reinosa, intentaban arrancar sus motos de nieve para divertirse un poco. «Llevábamos esperando mucho tiempo esto, así que pese al temporal nos lanzaremos un poco a la aventura».
Unos kilómetros más abajo se quedó la excursión organizada por el Club de Montaña de Castro Urdiales, una veintena de personas que se vieron obligados a cambiar sus planes por el mal tiempo. «La idea inicial era hacer una ruta de crampones y raquetas por Alto Campoo; ahora intentaremos hacer una de crampones desde aquí, desde Proaño», explicaba Maite Costa a pie del autobús.
Optimismo pese a todo
Con la cautela propia de depender siempre del tiempo, José María Fernández era optimista de cara a la apertura en los próximos días de las pistas de Alto Campoo. «La borrasca pasa de ser siberiana a atlántica, la nieve está más húmeda y ayuda a que se compacte», explica. Nieve, por tanto, hay, pero las previsiones de la meteorología para la primera parte de la presente semana no son muy favorables, similares a las de ayer. Mejoran desde el miércoles, fecha que espera sea la primera de una larga etapa de esquí. «Hay tiempo de recuperar parte de la temporada e intentaremos alargarla todo lo que se pueda», adelanta el director de la estación, que tiene la vista puesta en los cercanos Carnavales y la 'Semana Blanca' escolar, en los que se espera una gran afluencia de público echando un vistazo a las reservas hosteleras. A ver si entonces la 'maldición' de Alto Campoo no vuelve a hacer aparición.
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