Diego achaca los 10.000 nuevos parados a la herencia, la crisis y la estacionalidad

El presidente de Cantabria compareció ayer ante el Parlamento para explicar por qué la región ha añadido 10.000 parados en los últimos seis meses, es decir, desde que gobierna el Partido Popular. En esos términos formuló la pregunta el Partido Regionalista, que solicitó que Ignacio Diego se subiera ayer al estrado de la Cámara para dar cuenta de las cifras del desempleo, ya por encima de las 50.000 personas. El PRC propició así un debate de dos horas y media, con más intensidad que novedades entre lo dicho por unos y otros, y donde Diego y Revilla casi acabaron por no necesitar micrófonos para intervenir. Hablaron a voces, y se hablaron mutuamente, porque Diego se centró más en contestar a su predecesor que a la portavoz del PSOE, Rosa Eva Díaz Tezanos. La última réplica del presidente, una auténtica amonestación de 30 minutos al bipartito por sus ocho años de gobierno, acabó entre pitos de aquéllos.

Sin embargo, la intervención interesante de Diego, la que concentró más argumentos que reproches, fue la primera. Ofreció tres causas para explicar por qué, a pesar de lo anunciado en la campaña electoral de mayo, su Ejecutivo no ha logrado contener el avance de las colas del Inem. Primero, dijo, por la propia idiosincrasia de la economía cántabra, «por su estacionalidad». En el segundo semestre de cada año, Cantabria destruye parte de los empleos que crea en el periodo anterior, según Diego, que repasó cifras: de julio de 2008 a enero de 2009 desaparecieron «más 14.000» puestos de trabajo. Al año siguiente fueron 9.000 y entre 2010 y 2011, «más de 8.000».

Además, el contexto económico actual, el posterior al verano, no es comparable al que afrontó el bipartito PRC-PSOE. Y, por tercera razón y principal, engarzada con la anterior, los 10.000 nuevos parados «son fruto de las malas decisiones tomadas en el pasado». «De no haberse cambiado el Gobierno, el paro se habría convertido en estructural, porque nos llevaban a la destrucción del Estado de Bienestar», dijo, el presidente, en tono casi apocalíptico.

Diego entreveró esas tres ideas con frases de las que buscan el impacto: «Un solo parado más en Cantabria es para mí una nueva y profunda preocupación», aseguró. Pero también quiso enmarcar sus promesas de recuperación económica en la política nacional, efervescente estos días: «En sólo 50 días de Presidencia, Mariano Rajoy ha aprobado tres reformas principales y España presume ahora de ser el primer país de la Unión Europea que presenta todo un plan de estabilidad presupuestaria», se felicitó.

Desde ese punto, el presidente cántabro se reconoció discípulo de su líder: si Rajoy ha acelerado la reforma del sistema financiero, el Ejecutivo regional aprobará «en breve» el convenio entre el Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF) y la Sociedad de Garantía Recíproca (Sogarca) para conceder «avales y reavales a pymes». Si Rajoy acaba de anunciar una reforma laboral «que creará empleo», el Ejecutivo autonómico ha alcanzado «un consenso con los sindicatos y la patronal» en el que «fracasó el bipartito» al abandonar la mesa CC OO. Y si Rajoy pretende aprobar «una ley de emprendedores», Diego abrirá «una escuela de emprendimiento» para que trabajadores de Sodercán ayuden a la creación de empresas.

«Verán a corto plazo cómo el Gobierno de Cantabria pondrá medidas eficaces, medidas difíciles, que a ustedes no les van a gustar, pero que servirán para reencaminar esta tierra y llevarla al empleo y la esperanza», remató.

Confianza empresarial

Miguel Ángel Revilla escuchó tomando unas pocas notas y, cuando le tocó turno, decidió atacar precisamente por ese «corto plazo» que, a su entender, nunca llega. «Imagínese si fuese yo el presidente de Cantabria con estos datos de paro del mes de enero... La que me estaría cayendo. Esto sería un polvorín», imaginó. Y leyó a continuación las declaraciones de Diego al conocer que se habían superado las 50.000 personas desocupadas: «Dijo: 'Estamos trabajando en varias líneas de trabajo, con ejes prioritarios'», valoración a la que Revilla añadió el discurso escuchado ayer: «Unas declaraciones que no dicen nada. Y ahora, nada de nada», lamentó.

Atribuyó el mismo vacío a la economía de la comunidad autónoma («Dése una vuelta por la región a ver dónde hay máquinas»), y urgió al popular a gobernar de facto: «Cuando usted llegó a la Presidencia Cantabria era la tercera comunidad con menos paro y la tercera con menos deuda. El camino que lleva como presidente, y con esas declaraciones, con discursos como el de hoy, nos lleva al desastre».

Revilla reprochó además que el plan de empleo anunciado disponga solo de 3 millones de euros como presupuesto, y despidió su intervención con «un dato demoledor». La última encuesta sobre confianza empresarial registra un descenso del 12% en Cantabria desde julio. El mayor del país, según subrayó el portavoz del PRC.

La socialista Rosa Eva Díaz Tezanos incidió también en el empeoramiento de los principales baremos económicos desde julio y comparó los 3 millones del plan de empleo con los 300 de Iberdrola para su parte del plan eólico. «Vuelve usted a anunciar otra vez herramientas y planes», censuró sobre las promesas del presidente, recordándole que el citado plan iba a estar aprobado inicialmente en diciembre, como también el Plan Energético. A lo que Diego, como despacho último, contestó: «Quieren que en escasos meses el Gobierno del PP resuelva lo que no hicieron en ocho años».