Borrar
El doctor Francisco del Piñal es considerado uno de los mejores cirujanos de mano del mundo.

«Valdecilla me importa tres pepinos. Me preocupan los pacientes que dejé sin operar»

El cirujano cántabro Francisco Piñal está trabajando en La Luz de Madrid, pero reconoce que está preocupado por todos los pacientes que dejó sin operar en el hospital público de Santander

Leticia Mena

Martes, 21 de junio 2016, 11:49

El doctor Piñal no quiere entrar en polémicas después de sus declaraciones el pasado mes de abril sobre su marcha a Madrid porque no le dejaban operar en Valdecilla, pero insiste en que «el hospital me importa tres pepinos. Lo que me preocupa son los pacientes que dejé sin operar porque tenemos al frente de las insituciones a gente con miras muy cortas». «¿A quién se le ocurre seguir invirtiendo en papel (por Sniace) o en fibroyeso con máquinas de segunda mano (por GFB). Este país necesita gente con visión de futuro».

El cirujano cántabro asegura que no está molesto con nadie pero le cabrea que en "Cantabria seamos tan pueblerinos. Así nunca vamos a llegar a ningún lado. Pero quiero dejar claro que yo no tengo un problema con nadie, el problema lo tienen aquí", dice. "Si a mí me tratan así, que tengo el currículo que tengo y nadie lo puede negar, cómo tratarán a los jovenes arquitéctos o a los ingenieros que acaban de estudiar... Estamos jugando a la perra chica".

Precisamente por lo mucho que le preocupan los jóvenes, Piñal destinará los beneficios del XXI Congreso de la Federación de Sociedades Europeas de Cirugía de la Mano a la formación de nuevos especialistas en cirugía de manos».

De forma gráfica y aludiendo a la actuación del Gobierno regional dice que "estamos venga a hacer transfusiones a un señor que tiene una hemorragia. Es importante que alguien con cabeza se ponga al frente de una región tan rica y dejemos de malgastar el dinero". Y pone ejemplos. "Cuando el consejero Francisco Martín propuso subastar entradas para entrar en Altamira, la gente se le tiró encima diciendo que todos somos iguales y que todos tenemos que tener el mismo derecho. Esto último es cierto, pero no que todos seamos iguales. No todo el mundo pude puede pagar 100.000 euros por entrar en la cueva y, si hay un señor en Japón que es capaz de pagar eso, bienvenido sea, porque con ese dinero se puede pagar la conservación de la cueva durante una larga temporada. No ver algo así demuestra que somos unos pueblerinos". Y como contrapunto pone, por ejemplo, el aeropuerto de Ciudad Real. "Se gastaron más de 450 millones de euros del dinero público en construirlo y, al ver que es inútil lo venden por 50 millones y como si no hubiera pasado nada. Alguien tendrá que hacerse cargo del despilfarro de ese dinero público", plantea Piñal.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes «Valdecilla me importa tres pepinos. Me preocupan los pacientes que dejé sin operar»

«Valdecilla me importa tres pepinos. Me preocupan los pacientes que dejé sin operar»