«Ser fruto de una violación no le resta valor a mi vida. Soy plenamente feliz»
Activista del derecho a la vida y abogada, relatará esta tarde en el Casyc su testimonio, con el que contribuyó a paralizar la legalización del aborto en el Congreso Nacional de Argentina
Su participación en el Congreso Nacional de Argentina en defensa del derecho a la vida de los niños gestados por violación se hizo viral y ... contribuyó a paralizar el proyecto de ley para la liberalización del aborto. Karina Estrella Etchepare (Buenos Aires, 1978) alzó la voz en la Cámara para instar a los diputados a que levantara la mano quien pensara que su vida valía menos por ser fruto de una violación.
El relato de su historia, «una vida plena, a pesar de tener su origen en el drama», lo dará a conocer hoy en el Casyc, a las 19.30 horas. Su discurso pivota sobre el hecho de que «si el violador, a lo sumo, cumple 15 años de cárcel, ¿por qué el bebé, que es la víctima, tiene que pagar con la pena de muerte».
-Gestada por una violación, usted ofrece conferencias con un mensaje de agradecimiento a la vida.
-Agradezco que tuve la oportunidad de vivir y por ello he sido plenamente feliz, a pesar de que fui concebida en un acto terrible: la violación repetida a mi madre biológica a manos de su padrastro, alcohólico, cuando ella tenía 14 años y habitaba en un entorno miserable. A pesar de los múltiples intentos de su propia madre para que abortara, incluso forzándola, consiguió sacar adelante el embarazo y salvar mi vida. En un enorme acto de amor, me dio en adopción y tuve la gran suerte de ser cuidada e inmensamente amada por mi familia adoptiva, que me forjaron en la mujer que hoy soy, abogada, esposa y madre de dos niños. Ahora lucho para que otros bebés, como yo, vean cumplido su derecho a la vida.
-¿Considera que el bebé es el que paga la culpa de la violación?
-Un niño no elige ser gestado así, no tiene la culpa del delito que cometió su padre. Quiero hacer reflexionar sobre el hecho de que el violador, a lo sumo cumple una sentencia de 15 años de cárcel, pero el bebé paga con la pena de muerte. ¿Es eso justicia social? El bebé no lleva la cara del violador, sino del amor. Y ser violador no se hereda. El bebé y la madre son las víctimas y deben recibir apoyo psicológico y no las presiones del aborto. El violador tiene que pagar por su delito, pero no sus víctimas, como sucede al legitimar el aborto en caso de violación.
-¿Por qué decidió dar a conocer su historia?
-Creo que es importante que las mujeres tomen la decisión de abortar sabiendo que están matando una vida y que nunca se olvidarán de ello. Nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de otros. Mi vida no vale menos que la de otros por haber sido gestada por violación.
-¿Entiende a las mujeres que en esa situación no vean más salida?
-Creo que el aborto no les abre ningún camino, se lo cierra. Con el aborto, el drama de una violación acaba con dos muertes: la del bebé inocente y la de la madre, que muere en vida porque nunca olvidará a ese bebé. El aborto es una herramienta equivocada que causa más dolor. La víctima de violación recibe un acto violento que trata de saldar con otro acto violento. Yo defiendo que la solución a la maternidad no elegida es la adopción.
-¿Llegó a conocer a su madre?
-Quise conocerla, pero ella ya falleció y, tristemente, nunca sanó su tragedia, ya que tras parirme, el Estado la devolvió a casa con su violador, sin poner remedio. Lo que sé es que siempre me amó y también que yo me parecía a ella y no a mi padre.
-Su alegato en el Congreso de Argentina se hizo viral y finalmente se votó en contra del aborto.
-Fue una lucha muy intensa con un resultado positivo, a favor de la vida. Los congresistas se quedaron pasmados al preguntarles si pensaban que mi vida valía menos que las suyas por ser fruto de una violación. Finalmente, el Senado argentino rechazó el proyecto de ley para liberalizar el aborto.
-¿Cree que el aborto debe ser una decisión individual?
-Creo que ninguna mujer debe decidir sobre la vida de un ser que lleva su propio ADN, es único e irrepetible. La despenalización del aborto le quita todo el valor a la vida del ser humano. El límite de la libertad del individuo llega hasta que choca con el derecho del otro, en este caso el derecho a la vida. Con la legalización del aborto, el Estado contribuye sistemáticamente a la eliminación de inocentes.
-¿Con qué idea resumiría su historia personal?
-Mi origen es una dura prueba de la vida que he tenido que hacer frente, pero si me das a elegir si vivir con ello o no, elegiría vivir una y otra vez.
«Toda persona es necesaria desde su concepción»
La Asociación Cántabra Pro-Vida ofrece apoyo a las mujeres embarazadas en una situación conflictiva o confusa. Situados en un local de la calle Las Cruces, en Santander, el equipo de profesionales y voluntarios trabaja desde la escucha para dar asistencia con un enfoque: resaltar que «toda persona es necesaria desde su concepción hasta la muerte natural, en cualquier fase de su existencia». Pertenece a la Federación Española de Asociaciones Pro-Vida, una organización no gubernamental de voluntariado que desde 1977 promueve el respeto a toda vida humana desde la concepción hasta su extinción natural. Está inscrita en el registro de Asociaciones del Ministerio del Interior desde 1981.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.