Miguel Ángel Revilla: «Me fui a vacunar y me gritaban 'hijoputa' y cosas peores»

Pablo Motos ya asume que cuando invita a Miguel Ángel Revilla a 'El Hormiguero', el espacio es suyo. Ni hormigas ni colaboradores empañan al presidente cántabro que tiene rollo para acaparar el programa entero. Así que el presentador quiso empezar esta vez metiendo el dedo en la llaga, abordando la polémica en la que ha estado envuelto en las últimas semanas. El caso del puro que al principio no era suyo y luego, sí. «Me cogieron ocho tíos de metro ochenta y si me dicen que diga que he matado a Joselito, lo digo. Ahora me muero de la vergüenza», se disculpaba. Su ya famoso cigarro le ha pasado factura. «Me fui a vacunar y me gritaban 'hijoputa' y cosas peores. También decían 'viva Ayuso y muera Revilla'. Lo entiendo hasta cierto punto, pero también lo veo un poco ingrato porque mi dedicación a esa tierra es eterna», matizaba el invitado.

«Ahora las cosas están bien», proclamaba Revilla con respecto a la pandemia, pero también advertía: «Todavía hay que tener mucho cuidado. Conozco a un especialista que me asegura que igual que nosotros nos acomodamos, ese cabrón de bicho, también. Y ha sacado una variante delta muy infecciosa. Así que mucha precaución», avisaba. Eso sí, pizarra en ristre, el político aseguraba a continuación que la economía española se va a recuperar en dos años como mucho. «Los que piensan que Pedro (Sánchez) está acabado se equivocan porque van a venir dos años muy buenos y la economía manda mucho sobre la gente», vaticinaba.

Sobre los indultos a los presos del procés, también opinaba. «Yo ya advertí hace mucho tiempo que los iba a dar. Para gobernar hay que tener a veces falta de entrañas y de principios. Aquí no veo propósito de enmienda, así que yo no los concedería», aseveró. «Lo de Junqueras ha sido un buen gesto, pero no me fío», remataba sobre el tema en cuestión.

«El rey de Marruecos ha dado una imagen muy mala cuando su gente se tira al agua para escapar del país y utiliza a niños para hacer chantaje. Es una de las grandes fortunas del mundo y tiene a todos esos 'niñucos' tirándolos al mar para presionar a un país», argumentaba sobre el conflicto que ha llenado informativos en los últimos días. Y hasta apuntó alto a la hora de reprochar: «He echado en falta al Papa condenando eso». La política internacional se apoderaba de la conversación y Biden entraba en escena. «No voy a hacer sangre de ese tema. Menos mal que Sánchez habla inglés porque si voy yo no da tiempo a traducir lo que digo», ironizaba sobre el corto paseo que el mandatario español daba con el dirigente estadounidense. «Da la impresión de que Pedro (Sánchez) quiere desembuchar unas cuantas cosas y él está pensando en Putin», decía con cierto sarcasmo. Y señalaba a los responsables: «La culpa es de los asesores que nos han estado vendiendo una moto».