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Pedro Sanchez y Pablo Zuloaga (en el centro), en un mitin en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria. Javier Cotera
Militar en el PSOE cuesta seis veces más que en el PP y el doble que en Cs

Militar en el PSOE cuesta seis veces más que en el PP y el doble que en Cs

Las cuotas de los afiliados apenas tienen impacto en las cuentas de los partidos, en el PRC, por ejemplo, solo suponen el 1% de sus ingresos anuales

Gonzalo Sellers

Santander

Domingo, 1 de abril 2018, 07:53

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El carné del PSOE cántabro es un artículo de lujo. Al menos si se compara con el del resto de partidos que ocupan un escaño en el Parlamento. Los militantes socialistas tienen que pagar seis veces más que los del PP, cuatro más que los del PRC y el doble que los de Ciudadanos. Con Podemos el contraste es aún mayor. El partido de Pablo Iglesias no cobra nada a sus miembros, más allá de lo que voluntariamente quieran aportar. Aunque las diferencias llaman la atención, la realidad es que el impacto económico de las cuotas de los afiliados en los partidos es mínima. Apenas supone un pequeño porcentaje de sus ingresos por dos razones. La primera es que muy pocos de ellos se encuentran al corriente de pago. Y la segunda, por la fuerte inyección financiera que reciben del Estado, su principal vía de subsistencia.

Los militantes del PSOE ya se rebelaron en las redes sociales hace cinco meses cuando Pedro Sánchez y su Comité Federal decidieron subir un euro al mes la cuota, que llevaba una década congelada, hasta los 72 euros anuales. En Cantabria, según los datos facilitados por el propio partido, los militantes pagan el doble: 132 euros (una vez publicada la información, el PSOE cántabro asegura haber cometido un error al facilitar los datos y afirma que en realidad cobra 72 euros anuales a sus militantes). Una cifra que se aleja mucho de los 20 euros al año que el PP cobra a los suyos, por ejemplo, o de la horquilla de 12-30 euros que desembolsan los del PRC. Ciudadanos es el segundo partido más caro de la región –sus militantes abonan en caja 10 euros cada dos meses–, pero aún así es la mitad de barato que el PSOE.

Las cuotas

  • PP Cobra 20 euros anuales a los afiliados, aunque también contempla la figura gratuita del simpatizante.

  • PRC La cuota está establecida entre 12 y 30 euros al año. Cada militante decide qué cantidad aporta.

  • PSOE Los afiliados al PSOE de Cantabria pagan 132 euros al año. Hay cuotas reducidas de 24 euros por desempleo y pensión mínima o ingresos inferiores al salario mínimo. También hay otras más reducidas, de 12 euros anuales, para parados sin prestación y de larga duración.

  • Ciudadanos La cuota mínima normal son 60 euros anuales. Existen pagos reducidos de 30 euros para estudiantes menores de 25 años, pensionistas, desempleados o discapacitados.

  • Podemos No cobra nada a sus inscritos, aunque tiene abiertas cuentas para aportaciones voluntarias durante todo el año y, además, financia sus campañas electorales a través de crowdfounding.

En pleno éxtasis de intención de voto en las encuestas tras la crisis de Cataluña, el portavoz de Ciudadanos en Cantabria, Rubén Gómez, reconoció que están sufriendo una avalancha de altas, a un ritmo de casi dos al día. A pesar de ello, Cs sigue siendo el partido con menos afiliados de la región, con 430. El PP, que mete en la misma caja a afiliados y simpatizantes, ha alcanzado los 14.193 después de conseguir casi 400 nuevos en el último año, a pesar de la profunda crisis interna que padece desde el Congreso autonómico en el que venció María José Sáenz de Buruaga.

Esta epidemia de vocaciones a poco más de un año de las elecciones autonómicas también ha contagiado al PRC. El partido de Miguel Ángel Revilla tiene ahora un 25% más de afiliados que hace un año –de 8.500 ha pasado a 10.546–, según la información aportada a este periódico. Menos tiene el PSOE, que llega a los 7.792, aunque el 62% de ellos son sólo simpatizantes. Podemos cuenta con 1.737 inscritos activos, es decir, se han dado de alta en la web, han registrado su DNI y han participado en los últimos procesos de votación.

Estas cifras deberían revertir en unos jugosos ingresos para los partidos, pero no es así. En algunos casos, como en el PRC, solo llegan al 1,3% del total, como se puede leer en sus cuentas internas. En 2015, los regionalistas ingresaron 25.274 euros por este concepto, mientras que al año siguiente bajaron hasta los 7.700 euros, cuando una simple operación matemática demuestra que si todos sus afiliados hubieran pagado la cuota mínima deberían haber ingresado en torno a los 100.000 euros. Un desfase que importa menos si se echa un vistazo a lo que recibió por subvenciones públicas: 559.895 euros, el 93% del dinero procedente del Parlamento.

El resto de partidos presenta una proporción en sus cuentas similar a la del PRC. El Estado volvió a destinar este año 52,7 millones de euros para subvenciones a formaciones políticas con representación en el Congreso y en el Senado, que se distribuyen en función del número de escaños conseguidos en las elecciones.

Condiciones para entrar

Las condiciones para ingresar en un partido son las mismas de inicio –ser mayor de edad, residente en España, no pertenecer a otro partido...–, pero después hay un segundo nivel de ‘seguridad’ en el que sí se aprecian diferencias. En el PP es necesario que cada nuevo miembro llegue avalado por dos afiliados y, luego, el comité estudia caso por caso para evitar, por ejemplo, que entre una persona que se encuentre cumpliendo condena.

En Podemos y en el PRC son mucho más laxos. Los primeros solo piden no militar en otro partido y cumplir el Código Ético de la formación. Los regionalistas no tienen más requisito que respetar la ideología y los objetivos que vienen recogidos en los estatutos.

En Ciudadanos el proceso es más complejo. Cuando una persona se inscribe, a través de la web o una sede, las oficinas centrales le remiten a la agrupación más próxima a su lugar de residencia o de trabajo. Una vez allí, el coordinador local hace una «somera labor de investigación», según señalaron desde el partido, por si hubiera alguna causa o conducta que «inhabilitara o impidiera su integración en Ciudadanos». Después, el propio coordinador se pone en contacto con el nuevo afiliado, citándole a una reunión para darle la bienvenida. En ella le informa de las actividades que se desarrollan en la agrupación y le ofrece incorporarse a las distintas áreas o grupos de trabajo, según sus conocimientos o sus deseos.

Después de todo eso, el militante de Ciudadanos todavía no lo es de pleno derecho. Puede participar en los eventos y actos, pero tendrán que pasar seis meses hasta que pueda ser elector o elegible en una lista electoral, y nueve meses en el caso de unas primarias. «Se trata de evitar desembarcos masivos de última hora que busquen objetivos distintos a la política y filosofía de Ciudadanos», señalaron desde el partido. Aunque existen excepciones, como ocurrió con el actual líder de Cs Cantabria y diputado nacional, Félix Álvarez, que no cumplió esos tiempos.

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