-k9OC-U2301522963867aQB-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
-k9OC-U2301522963867aQB-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Los grandes logros pueden verse favorecidos por un poco de suerte, cierto, pero de nada sirve el azar si no se topa con la persona ... adecuada. Por eso pensar que Cayetana Saiz tuvo la fortuna de captar a la Luna junto al cúmulo estelar abierto de las Pléyades sería un error. Le costó lo suyo. Y no es una referencia al desembolso de los aparatos que tuvo que emplear, que también, sino a los tiempos de espera, de formación y de paciencia.
Un esfuerzo que le ha valido el reconocimiento de la NASA. La agencia espacial americana ha otorgado a su instantánea el premio conocido como APOD (Astronomy Picture of the Day): «Tomada desde Cantabria, España, el 1 de abril, la imagen destacada es una composición donde las exposiciones previas de las Pléyades de la misma cámara y ubicación se agregaron digitalmente a la última imagen para resaltar el icónico resplandor azul del cúmulo estelar», señala la organización estadounidense.
Cada día, la NASA publica una imagen astronómica junto con un texto descriptivo escrito por un astrónomo/astrofísico interno. En ocasiones son imágenes de la propia agencia, de telescopios espaciales, de científicos que toman datos desde observatorios, pero a veces, si les llama mucho la atención una imagen de un astrofotógrafo independiente o incluso amateur, la eligen para su publicación.
Aunque nació en Madrid en 1989, Saiz lleva desde los siete años en Cantabria -«toda mi familia es de aquí. Decir que nací en la tierruca sería mentir, pero decir que soy cántabra no. Así lo siento», apunta-. Esta divulgadora y miembro de la Agrupación Astronómica Cántabra (AstroCantabria), explica que cualquier astrónomo o astrofotógrafo anhela recibir un APOD de la NASA. Pero es que en su caso vino con doble reconocimiento: «Me convertí en la primera astrofotógrafa española que lo recibe en solitario y con datos de captura propios. Esto quiere decir que he adquirido los datos y he hecho el procesamiento de la imagen en solitario y con mi propio equipo».
La espectacular fotografía se tomó en Suesa (Ribamontán al Mar), a las 23.00 horas del pasado 1 de abril, día en el que se produjo el evento astronómico conocido como las Pléyades o las Siete Hermanas. «El cielo en esa zona semiurbana es de nivel 5 en la escala Bortle que es la que mide el índice de contaminación lumínica, siendo 1 el indice en los mejores cielos del planeta y 9 el índice en el centro de una gran ciudad», explica Saiz. En lo que se refiere al resultado, esta profesional de 36 años desgrana lo que no se ve, el trabajo que hay detrás de la imagen: «Es el resumen de más de siete horas de captura de datos y aproximadamente otras dos horas de procesamiento, combinando distintas técnicas utilizadas en astrofotografía que permiten mostrar lo que el ojo humano es incapaz de ver», señala Saiz. Cuenta que para realizar imágenes de espacio profundo o de eventos astronómicos concretos como este, hay que estar siempre planificando. «Tienes que estar dispuesto a dejarlo todo para 'cazar' el cometa, el evento o el objeto astronómico. Puede ser en cualquier momento, hay que madrugar, trasnochar, recorrer kilómetros, subir montañas, cargar peso y todo lo que sea necesario para llegar a obtener buenos resultados y, sobre todo, únicos», apunta.
Las Pléyades, en la constelación de Tauro, es una agrupación de cerca de 1.000 estrellas. De ellas, hasta 14 se pueden observar a simple vista, sin ningún tipo de ayuda óptica, aunque todo depende de la agudeza visual del observador así como de la claridad del cielo. Las más brillantes, azules y de tipo B, forman una figura similar a la de La Osa Mayor. En la mitología griega, las Pléyades eran las siete hijas del titán Atlas y de Pléyone, unas ninfas en el cortejo de Artemisa. La poesía más antigua considera a las Pléyades como las progenitoras de muchas estirpes de la mitología griega.
Entender lo que pasa ahí arriba no es fácil y por más que Cayetana trata de explicar de forma sencilla lo que su cámara logró capturar, la singularidad de la fotografía es de tal magnitud que cuesta comprender cómo consiguió estar en el momento y en el lugar adecuado. «Técnicamente la imagen representa a la Luna creciente iluminada al 15,4% y cómo se fue acercando a Las Pléyades, un cúmulo abierto de estrellas que realmente dista de la Tierra a 444 años luz aproximadamente, hasta que pasó visualmente (desde nuestra perspectiva) por delante de ellas, ocultándolas», describe.
Cayetana Saiz
Astrofotógrafa
Para obtener el resultado final que le ha valido una palmadita en la espalda de la NASA, esta fotógrafa profesional mostró las nebulosas azuladas del cúmulo estelar y la parte sombreada de la Luna en una misma imagen. Según la cántabra, esto se consigue utilizando distintas técnicas, «como el apilado de imágenes, que suman más de cinco horas de datos de Las Pléyades, y la combinación de las mismas, que solventa el problema técnico cuando tratamos de fotografiar dos objetos que brillan a intensidades tan diferentes». En definitiva, mostrar al mundo un fenómeno astronómico que esta ahí, arriba, pero que sin ayuda técnica nunca podríamos disfrutar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.