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«El día que pongan guardarraíles en Lunada empezaré a respirar de otra manera. Es lo que prometí a mi hijo tras el accidente. Y ... lo voy a conseguir». Quien lo afirma es Félix Moreno, padre de uno de los jóvenes —de Izan– que en marzo se despeñaron por el puerto de Lunada al no contar el trazado con quitamiedos. «Lo que sí quiero dejar claro es que no voy a parar hasta conseguirlo. Ni un instante. Y no voy parar porque es la promesa que le hice, y es lo que me queda pendiente por hacer», subraya. «Y si no lo consigo, pues lo haré de otra forma. Pondré en marcha una cuestación benéfica para recaudar fondos o incluso, si hace falta (para pensar), lo pondría yo de mi bolsillo, aunque sé que esto es imposible porque es algo que no depende sólo de mí», apostilla.
Su voz suena serena, calmada, pero contundente. «No buscamos nada ni meternos con nadie. La vida de nuestro hijo ya no nos la pueden devolver. Sólo buscamos que no le suceda a nadie más; que nadie tenga que sufrir lo que nos ha tocado a nosotros y a las otras tres familias», apuntilla Sonia García, la madre de Izan.
Félix Moreno
Padre de Izan
Sonia García
Madre de Izan
La vida de Izan, Ana María, Juan Ramón y Afra, que venían a San Roque de Riomiera a celebrar en una cabaña pasiega el 21 cumpleaños del primero –los habría cumplido el 20 de marzo– se vio truncada cuando el vehículo que conducían cayó ladera abajo. «Si hubiera habido vallas, no habrían tenido el accidente», se lamenta Sonia. Ella y su marido viajaron para conocer la zona el pasado puente de mayo. Querían descubrir; y comprender. «Somos de Madrid e hicimos el viaje para saber qué es lo que había sucedido, porque no es lo mismo verlo en las noticias que estar allí in situ», afirma. En todos los puntos había guardarraíles», inciden ambos. Se alojaron en una cabaña pasiega de turismo rural cercana a San Roque. «No pude subir el puerto en el coche con los ojos abiertos, tuve que llevarlos cerrados», admite Sonia. «Luego bajé andando», añade. Los padres visitaron los dos puntos fatídicos. El primero por el que el coche se salió de la carretera y el segundo hasta donde fue a parar. Encontraron restos del equipaje. También reunieron valor para descender a pie «hasta el hoyo», lugar donde se detuvo el vehículo.
Unas semanas antes, en el puente de Semana Santa, un grupo de voluntarios se habían organizado para, con la ayuda de cables y grúas, sacarlo de nuevo a la carretera.
La conversación regresa siempre al mismo punto. «Mi hijo no va a volver, pero después de todo lo que estamos sufriendo por lo menos que me quede la tranquilidad de que a nadie más le vuelva a pasar lo mismo», subraya Sonia.
El proyecto para arreglar el puerto de Lunada lleva pendiente –cambio de Gobierno regional incluido– desde hace cuatro años. Sólo se adecuó la primera parte del trazado. El actual consejero de Fomento, Roberto Media (PP), se comprometió nada más producirse el accidente a «que se licite a lo largo de este año» el proyecto de adecuación del segundo tramo, el que lleva hasta la cima del límite con Burgos donde se produjo el accidente. «Hay un proyecto ya redactado para la mejora de la carretera de algo más de tres millones de euros», afirmó.
Tanto Félix como Sonia van a estar «muy pendientes», afirman, «para que cumpla su promesa». Lo dicen sin ánimo revanchista. «Nadie del Gobierno de Cantabria se ha puesto este tiempo en contacto con nosotros, pero que no se nos entienda mal. No salimos a hablar en público para hacerlo mal del puerto, que es preciso pero haría falta que además fuese seguro, ni de Cantabria tampoco. Ese no es nuestro objetivo. Por ahí no vamos», añaden. «Lo que vamos a hacer es reunir todas las firmas posibles para entregárselas al Gobierno de Cantabria para que haga algo, para que vea que no estamos solos y que esto que nos ha ocurrido a nosotros le puede ocurrir a cualquiera», relata Sonia. «Cuando estuvimos en San Roque, todos los vecinos con los que hablamos nos decían que es urgente que la carretera tenga quitamiedos», concluye.
La madre de Izan, Sonia, ha abierto una petición en la plataforma change.org para que todas aquellas personas que se sumen a su causa puedan firmar. Ayer se superaron las 40.000 rúbricas. «Al Gobierno de Cantabria: ¿Cuántas personas más tienen que morir en ese punto de la carretera de Lunada para que ustedes reaccionen? Mi hijo ya no va a volver. Sus amigos tampoco. Pero, para evitar futuras víctimas, sí que estamos a tiempo», reza el texto que acompaña la petición. «No nos mientan más, por favor. Actúen ya. Los guardarraíles salvan vidas. Háganlo antes de que haya que lamentar más muertes, por favor», sentencia.
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Nacho González Ucelay
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