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Ramales de la Victoria. Faltan cinco minutos para las diez de la mañana. Sergio Rasilla acaba de capturar un salmón en el río Asón, a ... la altura del Puente Nuevo. Es el primero de la temporada en Cantabria, por lo que, técnicamente, se trata del 'campanu'. Pero no lo celebra. No es la primera vez que pesca un salmón, por eso sospecha que hay algo raro en el ejemplar. No le ha costado mucho sacarlo. Sin embargo, acude a la guardería con la esperanza de que admitan su registro. Pero no fue así. No hubo 'campanu'. «Al principio parecía que sí podían admitirlo, pero finalmente no», explicó Rasilla a El Diario Montañés. Y es que el pez (que se adjunta en la fotografía), de más de 80 centímetros de longitud, apenas alcanzaba los dos kilos y medio. Se trataba de un zancado. Así es como se conoce a los salmones que una vez llegan al río, realizan el desove, pero no les alcanzan las fuerzas para volver al mar. De esta forma, no pueden alimentarse durante un año y sufren un período de gran enflaquecimiento.
El día en los ríos aún guardaba otra sorpresa. Sobre la una y media del mediodía, en el río Pas, en el coto de Puente Viesgo, otra falsa alarma del 'campanu': un segundo zancado. En el caso del primer ejemplar se lo quedaron los agentes en la guardería de Ramales, pero este segundo fue devuelto al río.
Pese a estos dos episodios consecutivos del zancón, la pesca de este tipo de salmón se trata de un acontecimiento muy extraño. Incluso, según aseguraron desde la Dirección General de Montes a El Diario Montañés, «hace años se sancionaba».
La veda del salmón se abrió el pasado 1 de abril. Los aficionados se acercaron a los ríos cántabros llegados de muy diversos puntos, incluso de otras comunidades autónomas. Aunque la fortuna no les sonrió, algo que ya viene siendo habitual en los últimos años. Es ya tradición que el 'campanu' se retrase varias semanas. En 2024, no se pescó hasta pasados veinte días. En esta ocasión, lo que más ha llamado la atención ha sido la aparición de dos zancones en una misma jornada.
La temporada pasada, la subasta del 'campanu' tuvo un sabor especial. El ejemplar, que superó los 4 kilos, alcanzó un precio en la subasta de 8.400 euros, el récord de Cantabria. La cantidad fue abonada por el propietario del restaurante Playa de Merón, casualmente, tío abuelo del afortunado que capturó ese primer salmón de la campaña, Enrique Corsini.
Para este año, cuando se consiga pescar, será el restaurante Nuevo Molino, de Puente Arce, el que organice la subasta. La puja de salida será de 2.000 euros.
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