«Nacho Duato es imprescindible en la historia de la danza y de nuestra cultura»

-La Compañía Nacional de Danza (CND) regresa a Santander para estrenar un nuevo programa. ¿Cómo se viven los días previos?

-Para mí es un privilegio poder estrenar este programa y, sobre todo, vivir la vuelta de Nacho Duato a la Compañía.

-Usted ha tenido mucho que ver en ese regreso.

-Nacho Duato es imprescindible en la historia de la danza y en nuestro patrimonio cultural. También para la Compañía Nacional de Danza. Él fue el que la puso en el mapa internacional y para mí no contar con él hubiera sido un error total.

-Además del estreno absoluto de 'Morgen', la obra de Nacho Duato, la Compañía va a estrenar en Santander otras dos piezas. ¿Qué puede contar del programa?

-Con este programa yo quería mostrar la evolución que ha tenido el ballet neoclásico, desde el más icónico y clásico de Hans van Manen y su obra 'Grosse Fuge', a la modernidad de Christopher Wheeldon inspirada en Balanchine, que fue el que revolucionó el neoclasicismo. El programa concluirá con la creación que ha hecho expresamente para la Compañía Nacho Duato. Es una vuelta triunfal.

-¿Cómo son esas obras?

- 'Grosse Fuge' es una obra muy importante para mí porque la bailé en la compañía de Víctor Ullate. Es un clásico que está en el repertorio de muchas compañías. Su coreógrafo, Hans van Manen, celebra este año el cincuenta aniversario de su trayectoria y me pareció que podía ser importante para la CND porque es un estilo en el que no ha trabajado mucho. Tiene una música de Beethoven maravillosa. En cuanto a 'Polyphonia' es una pieza de Christopher Wheeldon, un británico que comenzó muy joven y con una gran inquietud. Esta pieza, en concreto, es un homenaje a George Balanchine. También tiene una música maravillosa.

-¿Cómo está siendo trabajar con Nacho Duato?

-Estoy emocionado porque nunca había formado parte de su proceso creativo. Solo había disfrutado de sus piezas ya hechas. Verle trabajar en el estudio es un regalo. Ha venido muy inspirado y todos estamos muy felices con su regreso. Es muy querido en esta Compañía y verle tan inspirado y tan creativo está siendo algo maravilloso para todos.

-En 2019 cuando le nombraron director dijo que quería construir la Compañía Nacional que le hubiera hecho quedarse en España y no partir a EE UU. ¿Cómo va en ese empeño?

-En todo lo que está en nuestra mano estamos consiguiendo cosas. Los bailarines están subiendo de calidad y mejorando muchísimo. Antes estaban un poco más definidos los grupos de clásico y de contemporáneo y ahora hemos logrado uno mucho más versátil. Creo que hemos logrado bastantes cosas teniendo en cuenta que hemos tenido una pandemia entre medias que ha sido brutal para nuestro género y la cultura en general.

-¿Y qué es lo que no está en sus manos?

-No quiero parecer un llorón, pero sí es cierto que llegas con muchas ganas y te encuentras que la realidad es la que es y que hay cosas que no está en nuestras manos cambiar. Me refiero a temas burocráticos, de infraestructura y también de apoyo.

-¿Cuando habla de infraestructura se refiere a la falta de una sede propia de la Compañía?

-Sí. Lamento sonar como un disco rayado pero es una gran necesidad. Es primordial para que la Compañía crezca, para que hagamos captación de público, tengamos temporadas más largas y podemos preparar un repertorio mucho más completo. Bueno, para todo. Creo que la gente quiere ver danza porque estamos llenando casi todos los espectáculos y la posibilidad de tener una sede sería algo grande para la danza, no sólo para nosotros.

-Hablaba antes de cómo ha afectado la crisis sanitaria a la danza y a la cultura. ¿Cómo le ha afectado a la Compañía?

-Te diría que muy positivamente. La gran noticia de la adversidad es que si sabes utilizarla puede generar progreso. Hemos aprovechado muy bien este tiempo de parón, trabajado con cabeza y reinventándonos algo que es muy necesario en este tiempo.

-Dejó el American Ballet Theater de Nueva York para hacerse cargo de la CND. ¿Echa de menos Estados Unidos?

-Algunas cosas. Echo de menos como se apoya allí la cultura y la agilidad de las cosas. Cuando hay un proyecto bueno abren enseguida los brazos y el proceso es muy rápido hasta que llega al escenario y ve la luz. Aquí es mucho más torpe. La gente tiene muchos problemas para trabajar.

-¿Veremos pronto una coreografía suya?

-Trabajo en una pieza, pero de una forma intermitente porque cuando viene un coreógrafo como Nacho Duato hay que darle total prioridad y más con el poco tiempo que tenía. Pero estoy preparando una pieza para estrenar en los Teatros de Canal con música de Philip Glass. En cuanto a la Compañía también estamos preparando varias obras nuevas una de ellas de Valentino Zucchetti.