Ana Ruiz
La sevillana interpreta en la Sala Pereda a Ana Ozores, protagonista de la novela de Clarín, en una adaptación de Eduardo Galán que dirige Helena Pimienta
Pocas figuras femeninas han dejado una huella tan profunda en la literatura como Ana Ozores, la inolvidable protagonista de 'La Regenta'. La Sala Pereda del ... Palacio de Festivales acoge hoy sábado, a las 19.30 la segunda función -ayer fue la primera- de la adaptación teatral que Eduardo Galán ha hecho de esta obra de Leopoldo Alas Clarín, con Ana Ruiz (Sevilla, 1975) en el papel principal. Bajo la dirección de Helena Pimienta, que apuesta por una puesta en escena sobria y atemporal centrada en los conflictos internos del personaje, la actriz andaluza da vida a una mujer que no se resigna al silencio ni al adorno.
-Llevar a Ana Ozores hasta un escenario debe de ser un grandísimo reto.
-Lo es. Primero porque es un referente en nuestra literatura. ¿Quién no ha leído 'La Regenta' en el instituto? Es un personaje que tenemos en nuestro imaginario y llevarla a escena con tanta fuerza a pesar de la época en la que vivió, en el que a las mujeres se nos trataba como a floreros, y en la que ella aparece con una sensibilidad diferente le da al personaje una serie de vericuetos que suponen todo un desafío.
-¿A qué dificultades y a qué atractivos se ha enfrentado como actriz en esta obra?
-Atractivos los tiene todos. En cuanto a la principal dificultad, tanto Helena Pimienta como yo, teníamos claro que no queríamos mostrar a nuestra protagonista como una mujer derrotista pese a todo lo que la pasa. Nosotras queríamos mostrar a una Regenta con una gran vitalidad que la empuja a vivir de una manera diferente a la que estaba establecida. Un símbolo de una mujer que no se conformaba con ser florero, vamos. Lo complicado estaba en encontrar el equilibrio entre ese personaje de su época, que mantiene las apariencias en un canon social establecido, y su propio mundo interior.
-¿Ha cambiado mucho la impresión que tenía de la novela desde que la leyó por primera vez?
-Yo fui de las que la leí en el instituto y sí, reconozco que ha cambiado mi visión. Es una obra muy extensa, de mil y pico páginas... Cuando la conocimos en clase, con esa primera parte tan descriptiva, me pareció una lectura difícil, pero luego cuando la he releído la he visto de otra forma bien distinta. Sobre todo, todo el retrato que hace de esa sociedad opusina y envuelta en el critiqueo que intenta hundir a una persona que brilla. En fin, que siendo el mismo libro, ya de adulta me he encontrado con una novela bien diferente.
-¿La doble moral que se respiraba a finales del siglo XIX en aquella ciudad provinciana sigue presente?
-Desafortunadamente sigue existiendo aunque sí es verdad que la mujer ha avanzado. Pero al releer la novela y estudiar esos vericuetos que decía antes me he dado cuenta de que a lo largo de la Historia ha habido muchas mujeres luchadoras como Ana Ozores, sin ir más lejos las 'sinsombrero' del 27, y aunque ahora nos abanderamos y nos posicionamos como precursoras ha habido mujeres antes que nosotras que se enfrentaron a la sociedad para reivindicar su papel. Las cosas han mejorado y las mujeres podemos ser cumplir y disfrutar de nuestra vida como queremos, pero todavía quedan cosas inauditas. Aún hay una clara desigualdad y una brecha abierta entre hombres y mujeres, y en muchísimos casos no hay equiparación de sueldos.
-Su personaje vive un triángulo amoroso. ¿Cómo son los hombres de 'La Regenta'?
-Son hombres que hablan de amor pero que en verdad lo que quieren es ejercer, de distintas maneras, el poder. En el caso de uno el poder de la Iglesia; en el otro el de ganar un trofeo y presumir de conquistar a la más guapa y la más virtuosa. Y luego está el marido cuyo poder es tenerla en casa, como un florero, y que no de guerra.
-¿Este tipo de relaciones perduran hoy en día?
-Yo pensaba que no y que las cosas habían cambiado, pero la verdad es que en el momento que ves tanta violencia machista como la que existe te das cuenta de que, efectivamente, en muchas relaciones sigue imperando esa manera de ejercer el poder que tenían los hombres de 'La Regenta'. Quizás de otra manera, pero existe... Hay relaciones en las que hay de todo menos amor.
-¿Cómo se puede conectar esta obra y este personaje con los jóvenes para que vayan al teatro?
-En este tiempo de funciones me ha llamado mucho la atención la cantidad de jóvenes que han venido al teatro. No sé si será porque sigue siendo una obra literaria obligatoria o no, pero venir han venido. En Madrid, ya al final de la temporada, hubo varias funciones matinales para alumnos de los institutos que concluían con un coloquio para responder a sus preguntas y me pareció fascinante comprobar con qué rapidez identificaban cosas que ocurren en la actualidad con las que pasaban antes. Al final esta obra es un viaje a través de Ana Ozores. Desde el inicio, con la presentación del personaje, al desarrollo en el que se muestra todo lo que ella vive hasta el final. Y es un viaje muy rico porque por mucho que cambien las cosas, los valores universales no cambian: la tristeza es la tristeza, la angustia es la angustia, el amor es el amor... y ese tipo de valores universales siempre funcionan.
-Tiene tras de sí una larga trayectoria en televisión y en el cine, pero el teatro sigue siendo su pasión. ¿Qué momento atraviesa su oficio?
-Mi oficio está en una lucha continua. Siempre digo que cuando se acaba un trabajo es como cuando terminas de leer un libro y empiezas otro distinto. A veces no tiene nada que ver lo que acabas de hacer con lo que vas a iniciar. Y otra cosa que nos pasa a los actores y a las actrices es que siempre hay que seguir demostrando. Afortunadamente yo no he dejado de hacer teatro, que efectivamente es mi pasión y lo que me da la vida, pues cuando decidí que quería ejercer esta profesión era para hacer teatro. Aunque es verdad que en un momento de mi carrera me llego la popularidad suficiente para poder entrar en un circuito teatral importante en Madrid y a partir de ahí no me he bajado del carro y no me pienso bajar.
-'La Regenta' se despide en Santander y ya no hará más funciones de esta obra. ¿Qué proyectos va a acometer ahora?
-Voy a empezar una producción propia con mi compañero en 'La Regenta Alex Gadea. Se trata de un texto suyo que se titula 'Un viaje sin retorno' sobre dos cómicos de los años cincuenta. Dos personas normales que de forma circunstancial triunfan y acaban dándose cuenta de que el éxito no es tan bonito como pensaban. En fin, un poco como la vida misma.
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