El renacimiento de los bolos
La Peña Bolística de Los Remedios Vitálitas se vuelca en la captación de prebenjamines a través de la Escuela Municipal de El Astillero para resucitar la afición del público general
José Carlos Rojo
Miércoles, 11 de marzo 2015, 10:41
En 2010 la Peña de Bolos Los Remedios Vitálitas se hizo cargo de la Escuela Municipal de El Astillero. «Comenzamos con solo 4 alumnos y en 2014 alcanzamos los 32», recalcan desde la propia peña, que ha logrado convencer a ocho prebenjamines para que se sumen al equipo de un deporte que cada vez cuenta con más adeptos en la región. «Sabemos que la manera de volver a crear cultura de esta práctica tan nuestra es traer a los más pequeños. Ellos arrastran a los padres, a los abuelos, etc. Si logramos explicarlos la esencia de esto, y toda la historia nuestra que lleva asociada, lograremos que nos cambien por el todopoderoso fútbol», explica Juan Cobo, delegado de la peña.
Victorias
Los triunfos aún se hacen de rogar, pero es lógico en un equipo que aún está formando su base. «Muchos cadetes se nos han ido ya porque han buscado equipos al no poder competir en categorías de escuelas, pero ya contamos con una buena remesa de pequeños que seguro mantendrán la calidad de quienes se han ido. Hasta el momento hemos tenido una actuación más que digna en la liga que comenzará en mayo», confiesan desde el club, que cuenta con tres entrenadores titulados: Federico Díaz, José Manuel Díaz y Benito López.
La intención del club es forjar el jugador desde los inicios, «lograr que no les pique el gusanillo de otros deportes más mayoritarios y alcanzar con ellos una madurez adecuada».
Se les enseña la técnica de los bolos en la famosa Bolera de La Cantábrica. Y se reviste todo eso con el acompañamiento teórico que explica toda la historia y la tradición que trae asociada. «Ojalá logremos que los bolos vuelvan a ser atractivos para el público general. Ojalá que consigamos volver a llenar las boleras cántabras. Y para eso lo fundamental es lograr que los más pequeños sumen afición». El objetivo se logra en parte gracias a la promoción que se realizó durante el pasado año en los colegios de la localidad. Todos los inscritos este año, que tienen edades comprendidas entre los 6 y los 16 años, ocupan las cinco categorías distribuidas en prebenjamines, benjamines, alevines, infantiles y cadetes. En conjunto, hay 21 niños y solo 6 niñas, para confirmar que las chicas son menos aficionadas a esta práctica, algo que conviene cambiar.
A la espera de la liga
Los entrenamientos se limitan por ahora al fin de semana, pero a medida que se vaya acercando la temporada de competición, en mayo, se prolongarán las jornadas para alargarlo hasta los dos días por semana. «Con lógica la liga comienza cerca del verano, porque es necesario que la climatología acompañe en las boleras cántabras, dado que la mayoría son descubiertas, en la calle», comentan desde la peña. «Lo bueno que tenemos es que nuestros monitores son todos titulados por la Federación Cántabra, y eso nos asegura que los entrenamientos alcanzan una buena calidad, sobre todo de cara a crear una cantera sólida desde los más pequeños.
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