Una amortización a un ritmo de 2,4 millones anuales durante 29 años para sufragar el estadio
La propuesta estima que el plazo sería menor en caso de que se instalara el hotel previsto | Sin la infraestructura hotelera, la previsión de ingresos es de dos millones y la amortización, 33 años
El plan director que Idom ha diseñado por encargo del Racing para la ampliación y remodelación de los Campos de Sport (con un coste de 120.000 euros) presupuesta las actuaciones en 68 millones. Y propone también el modo de financiarlo y amortizarlo. El documento que el club ha presentado al Ayuntamiento de Santander prevé que se generen 2,4 millones de euros anuales de beneficios a través de las concesiones de explotación de los nuevos espacios. Unas ganancias que recaerían en las empresas concesionarias, las mismas que deberían sufragar la obra, durante un periodo de 29 años. Después, transcurrido este periodo, la concesión pasaría a ser titularidad del Ayuntamiento de Santander, que ad interim nunca perdería la propiedad de los terrenos ni del edificio y locales generados.
Esta es la vía que el club propone a la Casona, si bien está abierto a otras alternativas, y en la que se basa ese «objetivo» de Sebastián Ceria y Manolo Higuera, propietarios del club, de que no sea necesaria una inversión con cargo a las arcas públicas para sufragar las actuaciones, que se prolongaría, siempre según esta primera estimación, durante un plazo de dos años y medio. Claro que los máximos accionistas son también conscientes de que puede ser necesario que el club invierta recursos propios y han solicitado también públicamente la colaboración institucional –no solo ni necesariamente económica– para un acuerdo de colaboración público-privada en el que es imprescindible la participación y visto bueno de la Casona, propietaria de los Campos de Sport y garante de la legalidad y del cumplimiento –o modificación puntual– del PGOU, pero en el que aspiran también a involucrar al Gobierno de Cantabria, que ya es patrocinador del club.
Dos escenarios
32 meses
es el periodo previsto de ejecución efectiva de las obras, pero no de todo el proceso
9 meses
se estiman paraelaborar el proyecto básico y posteriormente el definitivo.
4 meses
es el plazo de licitación que se prevé posible de salir adelante la propuesta.
La interpretación es así sencilla, siempre desde la propuesta que lanza el club, a falta de más detalles y de que el Pleno santanderino pueda estudiar la viabilidad y el modo en que afecta a sus intereses y a la ciudadanía: se ampliaría, modernizaría y restauraría el estadio sin coste para el Ayuntamiento a la par que se ofrecería a las concesionarias una oportunidad de negocio a cambio de sufragar el proyecto. Una vez obtenido ese beneficio adicional tras la amortización, y pasado ese periodo y el que se pactara con los concesionarios, toda la infraestructura pasaría a ser una concesión municipal, con lo que los beneficios revertirían a partir de ese momento en el municipio. A ello el club añade la creación de una nueva plaza pública sobre el aparcamiento cubierto, en principio sin perder plazas.
La propuesta estima, en su análisis económico, dos posibles escenarios. Uno que todos los espacios destinados a concesiones o generar atípicos se destinen al alquiler, en cuyo caso el ingreso bruto anual ascendería a los 2,04 millones de euros. Pero en caso de llevarse a cabo la opción que figura expresamente en el proyecto, con un gran hotel repartido en dos plantas que ocupara buena parte de la superficie, los ingresos se incrementarían hasta los 2,42 millones, repartidos a partes prácticamente iguales entre la instalación hostelera y el resto de superficies y siempre según el documento elaborado por Idom que el Racing ha presentado en el Ayuntamiento de Santander. En cualquiera de los dos escenarios, «la contribución del museo es marginal».
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Explica además que en el supuesto de alquiler completo «los flujos proyectados por los alquileres permiten alcanzar el punto de equilibrio de la inversión en 33 años», mientras que «en el escenario que incorpora explotación hotelera, el periodo de recuperación se reduce a 29». Dicho de otro modo, que en el escenario hotelero, el preferido en el estudio, la inversión se amortizaría con mayor brevedad. Acota, eso sí, que aunque «los ingresos brutos en el escenario todo alquiler son menores que en el modelo con explotación hotelera», el segundo «implica un nivel de riesgo operativo y financiero mayor para el inversionista».
Todo en un proyecto que estima inicialmente un plazo de actuación de dos años y medio una vez se iniciara la ejecución real de las actuaciones: desde los primeros desmontajes y demoliciones controladas de alguna zona hasta la finalización completa en una propuesta de ejecución que comprende tres fases, y que finalizaría con la terminación del aparcamiento, los cerramientos y las nuevas fachadas de los alzados norte y sur, esos que no vería afectado su graderío ni estructura actual, pero a los que con esta actuación se integraría en el conjunto para ofrecer una sensación de unidad.
Sin embargo, la duración de todo el proceso se estima mayor teniendo en cuenta la elaboración del proyecto básico, de ejecución y el proceso de licitación, con lo que la previsión es que, sumando todos los conceptos, el nuevo estadio no sería una realidad hasta transcurrido un plazo de cerca de cuatro años. En concreto, 45 meses.
El modelo definitivo, factor clave que se debería pactar
El Racing lo ha dejado claro: la meta es que su propuesta para los Campos de Sport se autofinancie. El modelo que propone, además de invertir recursos propios que en ningún caso le permitirán asumir los 68 millones en que presupuesta inicialmente las actuaciones, está en las concesiones. La propuesta de Idom sostiene que la obra podría financiarse a través de concesiones para que las firmas que sufraguen la construcción exploten posteriormente los espacios hosteleros, comerciales o de otro tipo. Sin embargo, dado lo incipiente del momento y que se trata solo de un plan director que debería antes aprobar el Ayuntamiento, no se ha podido contactar con las posibles interesadas ni comprobar que, efectivamente, esta vía es factible. Ya en su carta de presentación del proyecto, Manolo Higuera cita actuaciones similares en algún u otro aspecto que se han llevado a cabo en otras ciudades españolas. En algunos casos siguiendo el 'plan A' verdiblanco y en otros aplicando otras estrategias, una de ellas, bastante repetida, la colaboración público-privada. De hecho, y pese a ese objetivo «de máximos» al que se refirió Higuera en la presentación de la propuesta en el Centro Botín, el máximo responsable verdiblanco también ha dejado abierta la posibilidad, óptima para el club, de que tanto el Ayuntamiento como el Gobierno de Cantabria colaboraran en el proyecto, como ya ocurrió en 2008 con la construcción del edificio multiusos de las Instalaciones Nando Yosu. Sin embargo, el club es al mismo tiempo consciente de que esta vía restaría apoyos tanto sociales como dentro del Pleno municipal y del equipo de gobierno de Santander
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