

Secciones
Servicios
Destacamos
JAVIER GONZÁLEZ
Reocín
Lunes, 21 de noviembre 2022, 01:00
Vicente Blanco Quevedo 'Tucho' vio su primera luz un 8 de abril de 1930. Su niñez durante la guerra civil española transcurrió entre Monte Rey ... y el Regato Caranquio, cazando, pescando y cuidando las vacas de su abuela. La munición de su tirachinas, para las partidas de caza, así como la de sus compañeros, la componían guijarros de galena (mineral de plomo) recogidos junto a peña plata.
Después de un breve paso por la escuela y de pasar una selección entre 200 aspirantes, consiguió una de las nueve plazas de aprendiz en los talleres de la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM). Aun usaba pantalones cortos con 15 años de la época.
Siendo aún muy joven le enviaban a reparar compresores y generadores de corriente a las minas de Áliva, incluso en pleno invierno. Algunos de esos relatos de acceso a aquellas instalaciones son dignas de los libros de Jack London (El silencio del norte).
En la época del servicio militar, estando de permiso y para ganarse unas pesetas, reparó su primer motor diesel de una de las locomotoras de mina, un 25 de diciembre, para lo cual la noche antes devoró los libros de instrucciones de ese motor. Cuando le arrancó se extrañó de la facilidad de la maniobra y del tableteo de los tecles de válvulas (ruido característico de un motor diesel en frío), lo que le hizo pararle inmediatamente y volver a desmontar para comprobar nuevamente todos los reglajes.
Ya casado, terminó los estudios de facultativo de minas, para desarrollar su profesión en la misma empresa, con una dilatada y se puede decir que exitosa carrera profesional.
Originario del Barrio de Abajo de Reocín, lugar hoy en día tapado con una de las escombreras de la mina. Persona muy conocida y querida en toda la comarca. Como responsable en RCAM y en Talleres Obregón consiguió trabajo para muchos de sus convecinos.
En 1960 se casó con Mª Paz Fernández Gómez, a la que conoció siendo los dos unos niños, y que fue el gran amor de su vida.
Vicente Blanco se tituló como Facultativo de Minas en la Escuela de Minas de Torrelavega, para muy pronto hacerse cargo del 'Sinka', departamento de preconcentración de mineral, termino procedente del inglés Sink and Float (hundir y flotar). Pasaron casi cinco décadas al servicio de RCAM primero y después de AZSA hasta su jubilación en 1993.
Volcado enteramente con su mujer, sus cuatro hijas, sus hijos políticos, sus siete nietos y dos bisnietos, además del trabajo a 'Tucho' poco tiempo le quedaba para cumplir con sus aficiones. La caza le gusto siempre y la consideraba un legado de su niñez por los montes de Reocín y San Cipriano.
Yo recuerdo a Vicente como una grandísima y buena persona, que me enseño a tomarme la vida con más tranquilidad, «para mí fue como un padre». En la mina se le conocía cariñosamente como 'Vicente arrea', palabra utilizada por sus subordinados a los que siempre trato con gran respeto y educación. Era una persona que quería y se dejaba querer.
Vicente Blanco Quevedo fue enterrado en el cementerio de Santillana del Mar, municipio con el que tuvo una estrecha relación.
Figuró en varias ocasiones en las listas del Partido Popular, aunque nunca quiso puestos de relevancia política, pero siempre ayudo en todo lo que pudo a sus compañeros de partido.
Descansa en Paz.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.